Primer ministro chino acepta cooperar con Seúl y Tokio, pese a reproche velado por cercanía a EE.UU.

China, Corea del Sur y Japón avanzan en acuerdo de libre comercio trilateral

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, tercero por la izquierda, celebra una reunión con el primer ministro chino Li Qiang, tercero por la derecha, en Seúl, Corea del Sur. (AP/Daisuke Suzuki)

El primer ministro chino aceptó el lunes reavivar la cooperación a tres bandas con Corea del Sur y Japón ante sus desafíos compartidos, pero añadió una sutil crítica a la creciente cooperación en seguridad de los dos países con Estados Unidos.

El primer ministro de China, Li Qiang, se reunió en Seúl con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en la primera cumbre trilateral de su clase en más de cuatro años.

Muchos expertos dijeron que simplemente retomar las reuniones de alto nivel entre los tres países y acordar la necesidad de mejorar sus relaciones ya era un indicio positivo para la cooperación entre los tres vecinos del noroeste asiático, que enfrentan incertidumbres económicas provocadas por guerras e inestabilidad en todo el mundo. Pero se desconocía hasta qué punto se fomentaría esa cooperación, dadas las arraigadas y complejas discrepancias entre los tres países.

En una conferencia de prensa conjunta tras la reunión, Li dijo que China quiere cooperar con Corea del Sur y Japón en cuestiones económicas, especialmente en materia de cadenas de suministro, y reanudar las conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio a tres bandas.

Yoon dijo que los tres mandatarios habían acordado fomentar intercambios individuales y culturales, establecer cadenas de suministro seguras y trabajar juntos para abordar asuntos medioambientales, de salud y de otra clase. Por su parte, Kishida dijo que los tres países comparten una gran responsabilidad sobre la paz regional y que Japón presidiría la siguiente ronda de encuentros entre los líderes.

Pese al tono aparentemente cordial de la reunión, en un momento dado Li expresó la incomodidad china sobre las iniciativas de Japón y Corea del Sur para reforzar su colaboración en seguridad con Estados Unidos, algo que Beijing considera un intento de formar un bloque que contenga a China.

“Necesitamos diálogos sinceros para mejorar la confianza y resolver dudas. Debemos mantener el espíritu de la autonomía estratégica y mantener nuestras relaciones bilaterales”, dijo Li en comentarios al inicio de la reunión con Yoon y Kishida. “Debemos fomentar la multipolaridad en el mundo y oponernos a la formación de bloques o bandos”.

La reunión trilateral también se vio empañada brevemente por la repentina declaración norcoreana para notificar a Japón que tiene previsto lanzar un satélite a principios de la semana que viene, un aparente intento de poner en órbita su segundo satélite espía.

Naciones Unidas ha prohibido cualquier lanzamiento de satélite a Corea del Norte, al considerarlas pruebas encubiertas de la tecnología de misiles de largo alcance del país. Pyongyang ha dicho que necesita satélites espía para vigilar mejor a Corea del Sur y a Estados Unidos y mejorar la capacidad de ataques de precisión de sus misiles.

Yoon pidió una firme respuesta internacional si Corea del Norte sigue adelante con el lanzamiento. Kishida instó a Corea del Norte a cancelarlo. Pero Li no mencionó los planes de lanzamiento cuando hizo un comentario general sobre fomentar la paz y la estabilidad en la Península de Corea a través de una resolución política.

Hace tiempo que Corea del Sur, Japón y Estados Unidos instan a China —el mayor aliado y socio económico de Corea del Norte— a utilizar su influencia para persuadir a Pyongyang de que abandone sus ambiciones nucleares. Pero se sospecha que China no aplica en su totalidad las sanciones de Naciones Unidas sobre Corea del Norte y envía cargamentos clandestinos para ayudar a su empobrecido vecino a mantenerse a flote y sigue sirviendo como baluarte contra la influencia estadounidense en la Península de Corea.

Los tres países asiáticos tienen importantes lazos comerciales y culturales entre sí y suponen en torno al 25% del producto interno bruto del planeta. Sin embargo, se han visto inmersos en sucesivas y agrias disputas por una serie de cuestiones históricas y diplomáticas derivadas de las atrocidades japonesas en tiempos de guerra. El auge de China y los esfuerzos de Estados Unidos por reforzar sus alianzas en Asia también han afectado muchos a sus relaciones a tres en los últimos años.

Se suponía que habría una cumbre anual de los tres países tras su cita inaugural en 2008. Pero las reuniones se quedaron paralizadas desde la realizada en diciembre en diciembre de 2019, debido a la pandemia del COVID-19 y a los complejos lazos entre los tres países.

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