EEUU: Voto por orden de preferencia desafía el statu quo. Será puesto a prueba en noviembre
El sistema electoral de Alaska, que combina primarias abiertas y votación por orden de preferencia, ha sido un modelo para otros estados que buscan alternativas a la polarización política
El nuevo sistema electoral de Alaska —con primarias abiertas y sistema de votación por orden de preferencia— ha servido de modelo para aquellos en otros estados que se sienten frustrados ante la polarización política y la sensación de que los votantes carecen de opciones reales en las urnas.
Implementados por primera vez en 2022, estos cambios ayudaron a que por primera vez una persona indígena de Alaska obtuviera un escaño en el Congreso. Pero podrían durar poco.
Quienes se oponen al voto por orden de preferencia quieren derogarlo y están inmersos en una disputa legal sobre si su iniciativa podrá permanecer en la papeleta electoral de Alaska en noviembre. Se trata sólo de un ejemplo más de la intensificación que se ha dado este año en la pugna por una vía más amplia para que los votantes elijan a sus candidatos, impulsada en parte por el profundo descontento con el statu quo y la resistencia de los partidos políticos y los grupos partidistas que temen perder poder.
Los votantes de al menos dos estados —Oregon y Nevada, ambos de tendencia demócrata— decidirán este otoño si instituyen nuevos procesos electorales que incluyan el voto por orden de preferencia. En Idaho, un estado profundamente conservador, hay grupos que están impulsando una iniciativa electoral en noviembre que anularía la prohibición al voto por orden de preferencia aprobada el año pasado por la Asamblea Legislativa dirigida por los republicanos. En Colorado y el Distrito de Columbia también se están estudiando medidas que proponen el voto por orden de preferencia.
En Missouri, una medida presentada por la asamblea legislativa de mayoría republicana, preguntará a los votantes en noviembre si quieren prohibir dicho sistema de votación. Esta medida se presenta después de que en 2022 una iniciativa ciudadana intentó sin éxito, someter a votación un sistema similar al de Alaska. Al menos nueve estados han prohibido el voto por orden de preferencia, y la legislatura de Luisiana también aprobó una prohibición la semana pasada.
Los intentos de introducir una nueva forma de elegir a los líderes y el rechazo de los que tienen el poder establecido son síntomas de insatisfacción con la política del país y de preocupación por el futuro de la democracia, según AJ Simmons, director de investigación del Centro de Política Estatal y Liderazgo de la Universidad de Illinois Springfield, quien ha escrito sobre el tema.
“Existe un grupo de personas frustradas y preocupadas que buscan una solución a los problemas que ven”, señaló. “Al menos algunos han llegado a la idea de decir: ‘bueno, ¿tal vez la forma en que estamos eligiendo a nuestros líderes es lo que nos está ocasionando este problema?”.
Sólo dos estados utilizan el sistema de votación por orden de preferencia: Maine, para las primarias estatales y las elecciones federales, y Alaska, para las elecciones generales estatales y federales. Muchas ciudades estadounidenses, entre ellas Nueva York, San Francisco y Minneapolis, utilizan este sistema, mientras que Portland, Oregon, planea empezar a usarlo este otoño. En Utah existe desde hace años un programa piloto que permite a las ciudades celebrar elecciones locales con votaciones por orden de preferencia.
Sus partidarios consideran que el voto por orden de preferencia es un proceso más inclusivo que ofrece a los votantes más posibilidades de elección y reduce las campañas de desprestigio, ya que los candidatos necesitan una coalición de apoyo para tener éxito.
En Alaska, en la votación por orden de preferencia, las papeletas se cuentan por rondas: Un candidato puede ganar directamente durante la primera ronda de recuento si recibe más del 50% de los votos. Si nadie alcanza ese umbral, el candidato con menos votos queda eliminado. Los votantes que eligieron a ese candidato como su primera opción tienen sus votos contados para su siguiente elección. Las rondas continúan hasta que quedan dos candidatos, y entonces gana quien tenga más votos.
Según Simmons, es difícil determinar en qué medida el voto por orden de preferencia está cambiando las elecciones porque los sistemas suelen diferir de un lugar a otro, lo que dificulta las comparaciones.
Alaska tiene un sistema de primarias en el que los cuatro candidatos más votados, independientemente de su partido, pasan a las elecciones generales, en las que se utiliza el voto por orden de preferencia. Las propuestas de Nevada e Idaho son similares, mientras que Oregon mantendría sus primarias cerradas y limitaría el voto por orden de preferencia a las elecciones federales y a las principales elecciones estatales, incluidas las de gobernador.
No está claro si el voto por orden de preferencia es un antídoto eficaz contra la apatía y la molestia de los votantes, pero muchos están abiertos a la idea.
“Creo en el mercado de las ideas, y si no existe una competencia real, la capacidad de la gente de debatir de verdad, de obtener buenas respuestas porque una de las partes no tiene que prestar atención, sufrimos las consecuencias. Así que si el voto por orden de preferencia contribuye a ese fin, estupendo”, dijo Brett DeLange, un votante de Idaho que es fiscal general adjunto jubilado.
Aunque la propuesta de Oregon salió adelante en la legislatura liderada por los demócratas, en muchos casos al partido en el poder no le gusta el voto por orden de preferencia debido a la incertidumbre que inyecta en los resultados electorales.
Los republicanos de Idaho, que controlan la asamblea legislativa y ocupan todos los cargos estatales, han atacado la iniciativa ciudadana de voto por orden de preferencia que se propuso en el estado. La presidenta del Partido Republicano del estado, Dorothy Moon, la calificó como un “complot pernicioso para quitarte la posibilidad de votar a legisladores conservadores”.
Un legislador estatal intentó sin éxito desbaratarla al proponer una enmienda a la Constitución de Idaho que limitaría todas las elecciones a una sola vuelta de votación; el secretario de Justicia estatal, Raul Labrador, perdió una demanda interpuesta por los partidarios de la iniciativa después de que éstos dijeran que le había asignado un título tendencioso.
En el Distrito de Columbia, el Partido Demócrata demandó sin éxito para detener la propuesta de iniciativa de voto por orden de preferencia, alegando en parte que viola los estatutos de la ciudad que exigen que los altos cargos sean elegidos según criterios partidistas.
Sondra Cosgrove, profesora de historia del College of Southern Nevada que apoya la iniciativa de voto por orden de preferencia en su estado, ha seguido de cerca el sistema de Alaska. Según ella, muchos votantes creen que los partidos políticos tienen demasiado control y no sienten que tengan una verdadera opción.
“Tenemos algunas contiendas en las que hay una sola persona y otras en las que hay 15 y todos gritan locuras. Y mis alumnos dicen: ’¿Por qué no podemos tener algo intermedio?”, refirió Cosgrove, que también es directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Vote Nevada.
En Alaska, las dos partes involucradas en el debate sobre el voto por orden de preferencia apuntan al éxito de la demócrata Mary Peltola hace dos años. Peltola derrotó a la exgobernadora Sarah Palin y a Nick Begich, ambos republicanos, en elecciones especiales y ordinarias para el único distrito del estado en la Cámara de Representantes federal tras el fallecimiento del republicano Don Young, quien había ocupado el escaño durante 49 años.
Kay Brown, demócrata, se mostró escéptica en un principio sobre la votación por orden de preferencia, pero cree que debería utilizarse al menos durante unos cuantos ciclos electorales más para que los votantes puedan evaluarla con imparcialidad. Dijo que la victoria de Peltola fue significativa.
“Debo decir que no puedo discrepar con los resultados que hemos visto”, dijo Brown.
Phil Izon, uno de los líderes de la iniciativa para derogar el voto por orden de preferencia, dijo que la confusión de su abuelo sobre el funcionamiento del sistema le llevó a empezar a investigarlo y luego a redactar la iniciativa de derogación, la cual ha estado plagada de controversias. Es el tema de una impugnación con el objetivo de mantenerla fuera de la votación de noviembre, y los argumentos en el caso están programados para el martes.
Algunas personas son más propensas a votar por una sola persona, lo que puede hacer que las papeletas se agoten “prematuramente” y dar lugar a “resultados impredecibles”, como que Peltola gane el escaño en la Cámara, dijo Izon, quien afirmó que no está alineado con ningún partido político.
Amber Lee, independiente y una de las demandantes para mantener la iniciativa de derogación fuera de las papeletas, afirma que el sistema de votación por orden de preferencia ofrece a los votantes una mayor capacidad de elección.
“Creo que vale la pena darle más tiempo”, afirma. ” En Alaska no estamos logrando avances ... con la forma en que estábamos haciendo las cosas”.
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