Gobierno de EE.UU. sigue abierto pero con retos sobre Ucrania, migratorios y trumpistas
Con la aprobación de la prórroga del presupuesto en el Congreso, la urgencia ahora es mantener la ayuda a Kiev
La Administración de EE.UU. logró el sábado 45 días más de financiación, pero ahora debe zanjar los retos de mantener la ayuda a Ucrania y otros sobre inmigración con una oposición del ala trumpista en la Cámara Baja aún más enfurecida al fracasar en unas demandas que estaban llevando al cierre del Gobierno.
Con la aprobación anoche de esa prórroga del presupuesto en el Congreso, la urgencia ahora es mantener la ayuda a Kiev, un compromiso de la Casa Blanca y la mayoría republicana, en momentos en que los recursos comienzan a agotarse.
Para ello habrá de nuevo tropiezos con el "Freedom Caucus" (Bancada de la libertad), afín al expresidente Donald Trump y que mantuvo en vilo la financiación de las arcas federales hasta el último momento.
Una de sus miembros, la representante Marjorie Taylor Greene, es quien más ha criticado al presidente Joe Biden por otorgar fondos de emergencia para la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reiteró tras la aprobación de la medida de emergencia de anoche la necesidad del apoyo por el tiempo que sea necesario a Ucrania "frente a la bárbara" guerra del presidente de Rusia, Vladímir Putin, para promover la seguridad nacional de Estados Unidos.
"Es vital que mantengamos la asistencia económica que ha desempeñado un papel clave para permitir la valiente resistencia de Ucrania", agregó Yellen en un comunicado.
La secretaria recordó que los aliados y socios han intensificado sus compromisos económicos por "decenas de miles de millones de dólares" y trabajan en conjunto con Ucrania para un manejo "eficaz" de esos fondos.
Una de las mayores críticas de los republicanos opuestos a esa ayuda es que se está entregando un cheque en blanco a Ucrania sin verificar el uso que se está dando a esos fondos.
Por su parte Biden dijo hoy a la prensa que los demócratas llegaron a un acuerdo con los republicanos para avanzar con un nuevo paquete de ayuda para Ucrania, pero no proporcionó detalles.
"Espero que mis amigos del otro lado -dijo haciendo referencia a los republicanos- cumplan su palabra de apoyar a Ucrania. Dijeron que apoyarían a Ucrania en una votación separada", recalcó el mandatario.
"No podemos, bajo ninguna circunstancia, permitir que se interrumpa el apoyo estadounidense a Ucrania", agregó.
El mandatario además se mostró molesto de los bloqueas a la financiación del gobierno que pone su funcionamiento en aprietos, al considerar que "no es tan complicado" llegar a acuerdos.
"Es hora de dejar de gobernar mediante crisis", afirmó.
Biden instó al Congreso a trabajar "de inmediato" tras firmar en las últimas horas la ley que proporciona asignaciones para el año fiscal a agencias federales hasta el 17 de noviembre.
Sin embargo, otros de los grandes escollos será el tema migratorio. Los demócratas tendrán que seguir luchando contra los límites que los republicanos quieren poner a programas de asilo y recortes a todas las partidas, excepto a la de seguridad fronteriza.
Por lo pronto la Bancada Hispana del Congreso aplaudió que esos asuntos no fueran incluidos en la medida de emergencia aprobada ayer por ambos partidos al considerar que no pueden usar a los "inmigrantes como palanca política".
Al respecto el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, dijo hoy a CBS que aunque está comprometido a ayudar a Ucrania, abordar la crisis en la frontera es una prioridad mayor.
"Ahora apoyo la posibilidad de garantizar que Ucrania tenga las armas que necesita, pero apoyo firmemente la frontera primero. Así que tenemos que encontrar una manera de hacer esto juntos", subrayó. La promesa de más caos
Otros retos enfrenta dentro de su partido el congresista Kevin McCarthy.
El republicano tuvo que ceder el sábado y retirar del proyecto de asignación presupuestaria temas migratorios sensibles para los demócratas y lograr así su apoyo para evitar el cese de flujo gubernamental.
Con el apoyo bipartidista en ambas cámaras, una medida provisional presentada el sábado por los republicanos y aprobada ayer por el Congreso permite mantener el gobierno federal abierto.
Esta salida, sin embargo, dejó aún más debilitado a McCarthy, y más enfurecidos con él a los congresistas trumpistas.
La división entre moderados y radicales dentro del Partido Republicano se acentuó incluso con llamados para reemplazar a McCarthy por abandonar su promesa de insistir en disposiciones de seguridad fronteriza y recortes de gastos.
"Si alguien quiere presentar una moción contra mí, que la presente (...), tiene que haber un adulto en el recinto", dijo McCarthy el sábado en medio de las tensiones.
El representante Matt Gaetz es uno de los impulsores de la destitución del presidente de la Cámara Baja.
El domingo el congresista dijo a CNN que iba a presentar una moción al respecto para votar su permanencia en el puesto.
"El presidente McCarthy llegó a un acuerdo con los conservadores de la Cámara en enero y desde entonces ha incumplido de manera descarada y repetida ese acuerdo", se quejó Gaetz.
"Este acuerdo que hizo con los demócratas para superar muchas de las barreras de gasto que establecimos es el colmo", agregó.
McCarthy por su parte dijo hoy a CBS que va "a sobrevivir" y que Gaetz "está más interesado en asegurar entrevistas de televisión que asegurar la frontera".
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