¿Qué hay que saber sobre baja de calificación de deuda de EEUU?

La baja en la calificación podría tener pocas repercusiones en los mercados financieros a largo plazo o en las tasas de interés que el gobierno estadounidense deberá pagar

La imagen de George Washington es vista en un billete de a dólar en Marple Township, Pensilvania, el lunes 13 de marzo de 2023. (AP Foto/Matt Slocum)

Fitch Ratings se convirtió el martes en la segunda de las tres principales calificadoras de deuda que retiran la codiciada valoración AAA a la solvencia crediticia del gobierno de Estados Unidos, lo que dio pie a un debate en Washington sobre políticas de gasto público y fiscal.

Fitch dijo que el constante aumento de la carga de la deuda del gobierno federal y las dificultades políticas que el gobierno estadounidense ha enfrentado para abordar las políticas fiscales y de gasto eran las principales razones para disminuirle la calificación en un escalafón a AA+.

Fitch dijo que su decisión “refleja el deterioro fiscal previsto para los próximos tres años, un endeudamiento del gobierno en general alto y en ascenso, y la erosión de la gobernanza”, en comparación con otros países con similares calificaciones crediticias.

La baja en la calificación podría tener pocas repercusiones en los mercados financieros a largo plazo o en las tasas de interés que el gobierno estadounidense deberá pagar. A continuación lo que hay que saber sobre el tema:

¿Cómo llegó el Gobierno a este punto?

La decisión de Fitch se anunció pocas semanas después de que la Casa Blanca y el Congreso superaran un estancamiento sobre el límite de la deuda del gobierno. Un acuerdo alcanzado a finales de mayo suspendió durante dos años el límite de la deuda y recortó en alrededor de 1,5 billones de dólares el gasto para la próxima década. El acuerdo fue alcanzado cuando las negociaciones se acercaban a una fecha límite, después de la cual el gobierno podría haber caído en un impago, según había advertido la secretaria del Tesoro Janet Yellen.

El gobierno de Biden reaccionó airadamente debido a la decisión de Fitch. Yellen dijo el miércoles que esa “valoración equivocada se basa en datos obsoletos y no refleja las mejoras que hemos visto en toda una gama de indicadores en los últimos dos años y medio, incluidos aquellos relacionados con la gobernanza”.

“A pesar del estancamiento, hemos visto que ambos partidos se han unido para aprobar iniciativas de ley para resolver el límite de la deuda”, declaró Yellen.

Pero Douglas Holtz-Eakin, presidente del American Action Forum y exdirector de la Oficina Presupuestaria del Congreso, dijo que la decisión de Fitch era la correcta, dado que hay pocos esfuerzos en Washington para abordar el déficit presupuestario del gobierno.

“Se trata de un desajuste fundamental a largo plazo entre el crecimiento de nuestro gasto y nuestra capacidad de ingresos”, afirmó.

Standard & Poor’s retiró en 2011 su calificación AAA a la deuda estadounidense luego de un estancamiento similar por el techo de endeudamiento.

Fitch dijo que la proporción de la deuda del gobierno estadounidense en relación al tamaño de la economía del país quizá aumente de casi 113% este año a más de 118% en 2025, lo que —afirmó— rebasa en más de dos veces y media la proporción típica de gobiernos con calificaciones triple A, e incluso de doble A.

¿Qué sucede cuando baja la calificación de deuda?

Las agencias como Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s Investors Service califican todo tipo de deudas, sean de empresas o de gobierno, desde bonos de gobiernos locales hasta deudas emitidas por grandes bancos.

En general, cuando a un emisor de deuda le bajan la calificación, ello implica que tendrá que pagar tasas de interés más altas para compensar el posible riesgo de impago que representa.

¿Qué podría significar eso para los contribuyentes de EEUU?

A muchos fondos de pensiones y otros instrumentos de inversión se les exige invertir en emisores de deuda que cuenten con altas calificaciones crediticias. Si la calificación de una ciudad o un estado, por ejemplo, baja demasiado, esos fondos de inversiones tendrían que vender todos los bonos en su poder. Esto obligaría al gobierno emisor a pagar una tasa de interés más alta en sus futuros bonos para atraer a otros inversionistas.

Si eso sucediera con otros títulos del Tesoro de Estados Unidos, el gobierno federal podría verse obligado a pagar tasas de interés más altas, lo que a su vez elevaría los costos por intereses para el gobierno y los contribuyentes.

¿Aumentará el costo del crédito para EEUU?

Pocos economistas creen que ese será el escenario. Más bien consideran que la baja en la calificación por parte de Fitch tendrá poco impacto. Pocos fondos de pensiones están restringidos a tener sólo deuda triple A, según Goldman Sachs, lo que significa que la actual calificación AA+ de Fitch y Standard & Poor’s bastará para mantener la demanda de bonos del Tesoro.

“No creemos que exista un número importante de tenedores de títulos del Tesoro que se verán obligados a vender por la baja de la calificación”, escribió en una nota de investigación Alec Phillips, principal economista político en Goldman Sachs.

Los grandes bancos estadounidenses obligados por los reguladores financieros a tener bonos del Tesoro no verán cambios en esas disposiciones sólo porque se redujo la calificación, afirmó Phillips en una entrevista, ya que las autoridades seguirán considerándolos inversiones seguras.

Para la mayoría de los inversionistas, los bonos del Tesoro sobresalen en su categoría. El mercado de bonos del gobierno estadounidense es el más grande en el mundo, lo que facilita comprar y vender esos documentos según lo necesiten los inversionistas. Debido al enorme tamaño de su economía y a su estabilidad política, muchos inversionistas consideran los certificados del Tesoro de Estados Unidos casi un equivalente a efectivo.

El impacto de una baja en la calificación de deuda suele ser mayor en los emisores más pequeños y menos conocidos, como los gobiernos municipales. En estos casos, incluso los grandes inversionistas podrían no tener gran información sobre el valor de los bonos y dependen más de las agencias calificadoras, señaló Phillips.

Pero en realidad no es el caso de los bonos del Tesoro, agregó. Los grandes fondos de inversiones y bancos forman sus propios criterios sobre los valores del Tesoro y no dependen de las agencias calificadoras, dijo. Otras entidades, como la Oficina Presupuestaria del Congreso han realizado proyecciones similares sobre el rumbo de la deuda del gobierno federal.

“Nadie posee certificados del Tesoro sólo por las calificaciones”, dijo Phillips.

¿A qué se refiere Fitch con “gobernanza”?

Fitch mencionó un declive en la “gobernanza” como una razón clave para reducir la calificación, haciendo una referencia a las constantes batallas en Washington en las últimas dos décadas que han propiciado cierres del gobierno o incluso colocado al gobierno al borde de un impago.

“Los persistentes estancamientos políticos sobre el límite de la deuda y resoluciones de último minuto han erosionado la confianza en la gestión fiscal”, dijo Fitch.

Al mismo tiempo, Fitch se refiere a la incapacidad de siquiera concertar una iniciativa de ley para abordar de manera significativa los factores de largo plazo que impulsan la deuda del gobierno federal, específicamente los programas para los adultos mayores como el Seguro Social y el Medicaid.

“Sólo ha habido avances limitados para abordar los desafíos de mediano plazo relacionados con el aumento de costos de la seguridad social y el Medicare debido al envejecimiento de la población”, dijo Fitch.

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