Rusia se ensaña con Kiev, bombardeada de noche y de día

En lo que significaba el decimoquinto ataque contra la ciudad en mayo, la defensa antiaérea capitalina derribó esta madrugada de nuevo más de 40 misiles y drones rusos

Fueron un total de once misiles balísticos y de crucero lanzados todos desde el norte de Kiev, aluvión que sorprendió a muchos ciudadanos fuera de los refugios y de camino al trabajo. (Shutterstock)

El Ejército ruso se ensañó hoy con la capital ucraniana, que fue bombardeada por primera vez en mucho tiempo a plena luz de día. Mientras, los ucranianos siguieron martillando la región rusa de Bélgorod, donde los Wagner proponen crear una zona de seguridad para frenar los ataques enemigos.

"Siento decepcionar a aquellos en Rusia que aún creen o sueñan que pueden amedrentar a Ucrania, eso no es verdad. Todo el mundo estaba y sigue estando en sus puestos de trabajo", dijo Kyrylo Budánov, jefe de la Inteligencia Militar de Ucrania.

La capital, que conmemoraba el domingo el aniversario de su fundación, ya soportó la víspera la mayor lluvia de drones desde el inicio de la guerra hace más de quince meses.

Kiev, pánico de noche y de día

En lo que significaba el decimoquinto ataque contra la ciudad en mayo, la defensa antiaérea capitalina derribó esta madrugada de nuevo más de 40 misiles y drones rusos.

Según la Administración Militar de la Ciudad de Kiev, los misiles fueron lanzados por aviones estratégicos Tu-95MS desde la zona del Mar Caspio.

Seis horas después, poco después de las 11:00 hora local (09:00 GMT), Rusia volvió a atacar el corazón de la ciudad, según su alcalde, Vitali Klitschko.

Fueron un total de once misiles balísticos y de crucero lanzados todos desde el norte de Kiev, aluvión que sorprendió a muchos ciudadanos fuera de los refugios y de camino al trabajo.

En las imágenes ofrecidas por medios ucranianos se podía ver a los kievitas corriendo hacia el metropolitano mientras sonaba la alarma antiaérea.

Una persona tuvo que ser hospitalizada tras resultar herida en el distrito de Podilsk, según informó más tarde el primer edil de Kiev, quien conminó a sus conciudadanos a no salir a la calle.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no dudó en glorificar a los soldados que defienden "los cielos ucranianos" y dar las gracias a aquellos que contribuyen a la defensa de la población civil del "terror ruso".

Mientras, Budánov advirtió que aquellos que amenazan a los ucranianos pensando que lograrán su cometido, "lo lamentarán muy pronto".

"Nuestra respuesta no tardará. Todo el mundo lo verá pronto", dijo.

Bélgorod paga los platos rotos

Mientras, la región de Bélgorod sigue pagando los platos rotos de los bombardeos rusos.

El gobernador, Viacheslav Gladkov, denunció hoy más de 300 ataques ucranianos con artillería, fuego de mortero y drones suicidas en las últimas 24 horas.

Solamente en el distrito de Gráivoron, donde se produjo hace una semana el asalto armado de paramilitares rusos leales a Kiev, hubo el domingo 101 impactos.

Esta mañana, a su vez, varias localidades estaban "bajo fuego de las Fuerzas Armadas de Ucrania", con el resultado de un muerto y tres heridos, indicó.

Zona de seguridad en la frontera

Para prevenir los ataques ucranianos al otro lado de la frontera, el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, propuso este lunes en una carta al Ministerio de Defensa la creación en territorio ruso de una franja de seguridad de 30 kilómetros de ancho.

Prigozhin subrayó que el Ejército ruso no cuenta con fuerzas suficientes para proteger la frontera con Ucrania, que solo en Bélgorod tiene una extensión de 540 kilómetros, ya que para ello necesitaría desplegar solo en esta región 33 divisiones con un total de 198,000 efectivos, algo imposible sin una nueva movilización.

Wagner se ofreció a entrenar a las unidades de autodefensa populares que se encargarían de la seguridad en esa franja no solo en Bélgorod, sino también en las regiones de Kursk, Briansk, Voronezh y Rostov, todas aledañas a Ucrania.

Gladkov fue más allá al proponer la anexión de la vecina región ucraniana de Járkov.

"Es la mejor forma de dar solución al problema (...) Vivimos en la práctica en condiciones de guerra. En Gráivoron han entrado hasta ahora cinco grupos de saboteadores", afirmó.

Mientras, el asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podolyak, propuso crear una zona desmilitarizada de 100-120 kilómetros en esas regiones rusas una vez termine la guerra "para prevenir una repetición de la agresión en un futuro".

"Probablemente con un obligatorio contingente de control internacional en la primera fase", señaló en Twitter.

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