El soldado "milagroso" y otros dominicanos caídos en la guerra de Irak

Merlín Germán sobrevivió a un ataque en Irak, pero otros no corrieron con la misma suerte y murieron en el campo de batalla

Merlin Germán, considerado el hombre milagroso, sobrevivió a una explosión en Irak que quemó más del 90 % de su cuerpo. Murió en 2008 tras una cirugía menor para colocar un injerto de piel debajo del labio en EE.UU. (Fuente externa)

El 20 de marzo de 2003 una coalición liderada por Estados Unidos emprendía una invasión a Irak, país de Oriente Medio bajo el régimen de Saddam Hussein, con el pretexto de una inminente amenaza por "armas de destrucción masiva". A lo largo de casi nueve años participaron una numerosa cantidad de soldados, entre ellos muchos de origen dominicano.

De acuerdo con las estadísticas de EE.UU. hubo más de 4,000 militares estadounidenses muertos y los militares heridos superaron los 30,000. 

En el caso de los militares dominicanos caídos en la guerra, cuyas edades no superaron los 30 años, el Gobierno de los Estados Unidos les concedió la ciudadanía estadounidense y a otros los honraron como héroes al bautizar con sus nombres las esquinas de calles de los vecindarios donde residían. 

Aquí una pequeña lista de los militares de origen dominicano que sirvieron con su vida en la guerra:

Riayan Tejeda

El primer dominicano que cayó abatido en Irak fue el sargento de la Marina de Estados Unidos Riayan Tejeda, quien murió el 11 de abril de 2003, a casi un mes de iniciada la invasión. 

Tejeda, quien nació el 7 de agosto de 1977 en Santiago de los Caballeros, se inscribió en la milicia de los Estados Unidos a la edad de 17 años, su familia y él se habían establecido en Nueva York en 1989. Tras terminar la secundario ingresó a la Marina de los EE.UU.

Una vez allí, Tejeda se destacó en cada área y escaló jerárquicamente hasta convertirse en un francotirador de las fuerzas especiales. Falleció en combate al noroeste de Bagdad a la edad de 26 años. 

La esquina de la intersección que forman la calle 180 y Juan Pablo Duarte Boulevard (Saint Nicholas Avenue) en el Alto Manhattan, donde vivía Tejeda, hoy lleva su nombre así como la oficina de correos que está situada al frente del edificio donde quedaron sus padres y hermanos.

Víctor Alejandro Martínez 

Martínez fue otro de los soldados estadounidenses de origen dominicano que murió en combate. El soldado falleció en diciembre de 2004 durante un enfrentamiento contra iraquíes en Kerbala, Irak, según informaron en su momento familiares de la víctima.

De acuerdo con información de parientes, llevaba ocho meses en una base militar estadounidense en Irak al momento de su deceso. Aunque el soldado era nativo de Guazumal, Tamboril, sus restos fueron sepultados en Nueva York.

Ramona Magdalena Valdez Núñez

La soldado Magdalena Valdez, oriunda de Jamao al Norte, provincia Espaillat, falleció en junio de 2005 mientras el cuerpo de marines a los que pertenecía era transportado en un camión cargado de armas para la guarnición estadounidense.

Valdez no había cumplido los 21 años cuando ingresó al Cuerpo de los Marines de EE. UU. y al momento de su muerte había cumplido unos cuatro meses en el campo de batalla. 

El camión en el que viajaba fue bombardeado en Faluya, Irak. 

Una calle ubicada en la esquina Fordham Road y Grand Concourse fue nombrada Marine Corporal Ramona M. Valdez Way en su honor. 

En el 2005, José Ruiz, fue otro de los criollos que murió en la guerra.

José Gómez 

El sargento José Gómez murió el 28 de abril de 2006, cuando una segunda bomba alcanzó el vehículo donde viajaba en Bagdad, Irak. 

Gómez había ingresado a las fuerzas militares con el deseo de poder estudiar en la universidad y luego seguir una carrera empresarial, pero murió antes de terminar su segundo contrato en Irak. 

Gómez se convirtió en el militar estadounidense número 2,406 en caer en Irak, cuando la guerra cumplía un poco más de tres años. 

Gómez murió sin decirle a su madre que se encontraba en Irak. Para María Gómez su hijo estaba en una escuela en Texas, EE. UU. 

También en agosto de 2006, murió el dominicano de 29 años Hernando Ríos, cuya novia de origen mexicano también había sido abatida un año antes. Murió en una explosión contra su banquero en una calle de un barrio de Bagdad.

Juan Alcántara

Alcántara, de 22 años y residente en el sector de Washington Heigths, murió en su primer tour en Irak en agosto de 2007, y tenía previsto regresar en octubre a EE.UU.

Las circunstancias de la muerte del soldado en su momento fueron confusas, pero se dice que posiblemente falleció en una misión en Kuwait.

El soldado oriundo de Santiago llevaba tres años en el Ejército. Se alistó tras graduarse de secundaria en el West Side High School. Estaba casado y tenía una hija de un mes al momento de su muerte. 

Alex Ramón Jiménez

El sargento Alex Ramón Jiménez desapareció en Irak el 12 de mayo de 2007. Estaba entre los tres miembros de la 2ª Brigada de la 10ª División de Montaña que fue capturada por terroristas durante una emboscada al sur de Bagdad. Otros cuatro soldados murieron en el ataque.

Tenía el rango de especialista del Ejército cuando fue secuestrado y ascendido a sargento en enero de 2008.

Está enterrado en el Cementerio Nacional de Long Island.

A finales de mayo de 2007, Junior Cedeño, oriundo de La Vega, también falleció mientras servía en Irak. Tenía solo dos meses en el campo de batalla al momento de su deceso.

Merlín Germán - el hombre milagroso -

El sargento Merlin Germán murió el 11 de abril de 2008 en el Brooke Army Medical Center a la edad de 22 años, tras luchar por varios años con las secuelas de un ataque mientras realizaba operaciones de combate en Anbar, Irak, en febrero de 2005.

Fue asignado al 5.° Batallón, 11.° de Infantería de Marina y adscrito al 2.° Batallón, 11.° de Infantería de Marina en Irak en el momento de la explosión que lo dejó con quemaduras en más del 90 % de su cuerpo. Sus probabilidades de supervivencia eran solo del 3 %, según el cuerpo médico que lo trató.

Pero Germán, quien se ganó el apodo del "Hombre Milagroso", luchó durante más de tres años y se sometió a unos 120 procedimientos quirúrgicos en el proceso.

Su muerte detuvo un ciclo interminable de cirugías, injertos de piel y citas médicas que comenzó el 21 de febrero de 2005, el día en que un dispositivo explosivo improvisado alimentado con gas detonó cerca del Humvee (vehículo militar multi-propósito 4×4) de Germán en las afueras de Camp Ramadi, según un sitio web creado en memoria de Merlín.

El diario de New York Post dijo que "Estados Unidos ha perdido a uno de los mejores" cuando se conoció la muerte del sargento que era conocido por su imperturbable sentido del humor y su pasión por animar a sus compañeros veteranos y que soñaba con crear una organización benéfica que ayudara los niños víctimas de quemaduras y sus familias. 

La calle ubicada en la esquina suroeste de la calle 189 y St. Nicholas lleva el nombre de este militar ejemplar, tanto para los estadounidenses como para los dominicanos.

José Enrique Concepción Ulloa

El soldado José Enrique Concepción Ulloa de 23 años de edad, oriundo de Jima Arriba, provincia de La Vega, murió abatido el 8 de agosto de 2008 en la guerra de Irak.

El militar pereció cuando el vehículo de guerra en el que desempeñaba una misión junto a dos compañeros de brigada hizo contacto con una bomba.

Una calle del barrio neoyorquino de Washington Heights lleva desde 2014 el nombre del sargento de origen dominicano.

Luis Félix Nieves

Nieves, asignado al 3er Escuadrón, 3er Regimiento de Caballería Blindada, Fort Hood, Texas, murió el 28 de agosto de las heridas sufridas por un incidente con un vehículo en Mosul, Irak.

Gilberto Martínez Lantigua

El cadáver de Gilberto Martínez Lantigua, de 21 años, fue encontrado a principios de 2009 con un disparo en la frente en Irak donde se encontraba desde hace seis meses.

El soldado fue encontrado muerto en la madrugada del 30 de marzo.

Estos son solo algunos de los nombres de los soldados que Estados Unidos perdió en la guerra de Irak y solo unos cuantos de los hombres y mujeres de origen dominicano que sirvieron con su vida al país norteamericano en el campo de batalla. La lucha de los sobrevivientes y la vida de los caídos es un legado que debe permanecer y ser recompensado por el agradecimiento y el recuerdo.

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    Licenciada en Periodismo, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).