Estados Unidos evalúa la petición de Haití para que se envíen tropas extranjeras
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional indicó que EE.UU. está centrado en determinar “a quién pueden pedirse cuentas por la violencia”
Estados Unidos está evaluando la petición del Gobierno de Haití para que se envíen tropas extranjeras para hacer frente a la grave crisis que vive país, dijeron este jueves la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, apuntó en una llamada con periodistas que Washington estudia la solicitud del Ejecutivo del primer ministro haitiano, Ariel Henry, “en coordinación con sus socios extranjeros” y que por el momento no tiene ningún anuncio que hacer al respecto.
Entretanto, indicó que EE.UU. está centrado en determinar “a quién pueden pedirse cuentas por la violencia” y en aumentar su apoyo para abordar la escasez de carburante en Haití.
Haitianos indocumentados deportados en los primeros siete meses de este año 2022.
Kirby recordó que la situación de seguridad está alterando el flujo de ayuda humanitaria, que tiene como uno de sus objetivos detener el brote de cólera. En ese sentido, remarcó que la mayor prioridad de EE.UU. en Haití es que la ayuda humanitaria, “que es absolutamente crucial y vital”, llegue al mayor número de haitianos que la necesiten.
Cuestionado sobre si Estados Unidos mandará tropas al país, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, evitó ofrecer una repuesta categórica y explicó que está “hablando” con varios países sobre este asunto.
“Tenemos que ver qué pasos es necesario tomar para apoyar de forma eficaz a la Policía Nacional de Haití y si hay otras cosas que la comunidad internacional pueda hacer para ayudar a Haití a que garantice su seguridad por sí mismo”, afirmó.
Carta
En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Henry pidió la solidaridad de los “países amigos de Haití” que tienen la capacidad de “desplegar sin demora una fuerza armada internacional especializada para hacer frente a la crisis humanitaria”.
Guterres propuso el domingo mandar a Haití una “fuerza de acción rápida” compuesta por militares de uno o varios países para ayudar al Gobierno a recuperar el control de Puerto Príncipe de las bandas armadas que dominan partes de la capital.
La operación, que busca también desbloquear el suministro de combustible y otros productos básicos, no se desarrollaría bajo el paraguas de la ONU, sino que estaría liderada por un Estado miembro.
El miércoles el Gobierno de EE.UU. impuso restricciones de visados a responsables y exresponsables haitianos implicados en la violencia callejera por parte de bandas criminales y otras organizaciones.
En una llamada con periodistas, un funcionario de alto rango de la Administración estadounidense consideró que es “prematuro” hablar de una presencia de seguridad estadounidense en Haití, al ser preguntado sobre un hipotético envío de fuerzas.
Y agregó que su país está explorando “varias opciones” con sus socios internacionales, lo que no tiene por qué estar limitado a “botas sobre el terreno”.
La decisión del Gobierno haitiano de pedir a la comunidad internacional el envío de tropas no goza, sin embargo, de unanimidad en el país, hasta el punto de que el Senado ha demandado que se anule la solicitud sobre ese despliegue.
Evitar errores pasados
El coordinador residente y representante del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en República Dominicana, Mauricio Ramírez Villegas, espera que pronto el Consejo de Seguridad pueda dictar una resolución con medidas para ayudar a Haití, pero sin caer en errores del pasado.
“Sin embargo, el secretario general (de la ONU) también ha sido muy enfático en no volver a los esquemas que tuvimos en el pasado, como lo fue la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), sino una alianza de países”.
Aseguró que es urgente que haya una acción en contra de las bandas que están haciendo cada vez más critica la situación humanitaria de ese país, y “una fuerza que pueda mitigar los efectos” de las bandas criminales.
Estos grupos “están siendo alimentados financiera y militarmente a través de armas y de municiones” con “flujo de dinero que obedece a otros intereses”, de acuerdo a las informaciones que maneja el representante de la ONU.
Ramírez aspira a que el panorama actual no dañe las relaciones entre República Dominicana y Haití. “Sabemos muy bien la solidaridad y la actitud que ha tenido siempre República Dominicana con el hermano pueblo haitiano”.
El diplomático conversó sobre el tema en Palacio Nacional, donde participó en la firma de una carta de compromiso para la implementación de la iniciativa “Desarrollando Ciudades Resilientes 2030 (MCR2030) en República Dominicana”.
Darío Zapata
En tanto que Darío Zapata, diputado por Dajabón, respalda una intervención general, humanitaria y de orden, convencido de que Haití es un estado fallido y de que ya “estamos ocupados e invadidos”.
También respalda la verja que construye el Gobierno en la frontera y afirmó que en la próxima semana probablemente se paguen los terrenos declarados de utilidad pública para la obra.
Pandilla pide amnistía
La alianza de pandillas haitianas G9 pidió este jueves la concesión de una amnistía para sus miembros y cargos en el gobierno como condiciones para desbloquear a Varreux, principal terminal petrolera del país.
Según el medio Haití 24, el líder del G9, el expolicía Jimmy Chériziér, exigió cargos de decisiones en el Poder Ejecutivo para permitir el flujo de combustible en el país lo que permitirá el restablecimiento de servicios básicos en medio de la aparición del cólera.
La información fue revelada por Rebel Dorcénat, coordinador de la Comisión Nacional de Desarme y Reintegración.
La situación en Haití fue definida como una “catástrofe humanitaria” que se agravó por el bloqueo de la terminal y que llevó al primer ministro del país, Ariel Henry, solicitar la semana pasa el despliegue inmediato de una fuerza extranjera especializada.
La Policía de Haití se ha enfrentó con miembros de la G9 en medio de operaciones de seguridad para reabrir el acceso a la terminal petrolera de Varreux, bloqueada desde el el 19 de septiembre, pero sin éxito.
Desde principios de la década de 1900, ha habido al menos tres grandes intervenciones militares en Haití dirigidas por Estados Unidos y las Naciones Unidas. Estados Unidos ocupó por primera vez Haití de 1915 a 1934. Casi 60 años después, la ONU lanzó una misión de mantenimiento de la paz en 1993, seguida de la llegada de soldados estadounidenses en 1994. Otra intervención se produjo en 2004. La primera de esas fue para restaurar al presidente Jean-Bertrand Aristide en el poder. La segunda ocurrió luego de una rebelión que lo destituyó de nuevo. Las intervenciones se producen en momentos de gran inestabilidad política. Siete presidentes haitianos fueron destituidos o asesinados de 1911 a 1915, provocando que el presidente estadounidense Woodrow Wilson enviara marines a Haití en 1914. Estados Unidos retiró medio millón de dólares del Banco Nacional de Haití para su supuesta custodia en Nueva York. La ocupación formal comenzó en julio de 1915 y duró hasta agosto de 1934. En septiembre de 1994, Estados Unidos envió más de 20,000 soldados y dos aviones a Haití como parte de un operativo llamado “Restaurar la Democracia”. El objetivo era restaurar en el poder a Aristide, quien había sido derrocado por un golpe de Estado en 1991. Aristide se había convertido en el primer presidente de Haití elegido de manera democrática un año antes. Un contingente más pequeño de soldados estadounidenses se quedaron en Haití hasta principios del 2000.
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