Ucrania pide calma, no ve una inminente invasión rusa

Los líderes ucranianos intentan tranquilizar al país y aseguran que la temida invasión de la vecina rusa no sería inminente, aunque admiten que la amenaza es real y se preparan para recibir un cargamento de equipamiento militar estadounidense para reforzar sus defensas

Un soldado ucraniano se ve en la línea de separación de los rebeldes prorrusos en la región de Donetsk, Ucrania, el lunes 10 de enero de 2022. (AP Foto/Andriy Dubchak, archivo) (The Associated Press)

Los líderes ucranianos intentaron tranquilizar el martes al país asegurando que la temida invasión de la vecina rusa no es inminente, aunque admitieron que la amenaza era real y esperaban recibir un cargamento de equipamiento militar estadounidense para reforzar sus defensas.

Rusia niega estar planeando un ataque, pero ha acumulado unos 100,000 soldados cerca de Ucrania en las últimas semanas, lo que ha hecho que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN se apresuren a prepararse para la posibilidad de una guerra.

Varias rondas de negociaciones de alto nivel han concluido sin conseguir avances, y las tensiones se incrementaron esta semana. La OTAN está reforzando sus contingentes disuasorios en la región del Mar Báltico, mientras que Estados Unidos puso en alerta a 8.500 tropas para un posible despliegue a Europa dentro de una “fuerza de respuesta” de la alianza si fuera necesario. El primer ministro británico, Boris Johnson, también dijo que se está preparado para enviar tropas para proteger a los aliados de la OTAN en Europa.

En una muestra de unidad europea en Berlín, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente francés Emmanuel Macron pidieron que se alivie la crisis.

“Esperamos pasos claros de Rusia que contribuyan a reducir la escalada de la situación”, dijo Scholz.

Macron, quien dijo que hablaría con el presidente Vladimir Putin por teléfono el viernes, agregó: “Si hay agresión, habrá represalias y el costo será muy alto”.

El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó a las familias del personal estadounidense en la embajada de Kiev que salieran del país, y señaló que el personal no esencial de la embajada podía marcharse. También Gran Bretaña retiraba a algunos diplomáticos y personal asociado de su embajada.

Sin embargo, las autoridades ucranianas han intentado llamar a la calma.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo el lunes por la noche que la situación estaba “bajo control” y no había “motivo para el pánico”.

El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, dijo que hasta el lunes las fuerzas rusas no habían formado lo que describió como grupos de batalla, “lo que habría indicado que mañana lanzarían una ofensiva”.

“Son situaciones arriesgadas. Son posibles y probables en el futuro”, dijo Reznikov el lunes a la televisora ucraniana ICTV. “Pero hasta hoy, (...) esa amenaza no existe”.

Oleksiy Danilov, secretario del Consejo ucraniano de Seguridad Nacional y Defensa, hizo declaraciones similares y dijo que el movimiento de las tropas rusas cerca de la frontera “no es noticia”.

“Hasta hoy, no vemos ninguna base para declaraciones sobre una ofensiva plena sobre nuestro país”, dijo Danilov el lunes.

Rusia ha dicho que las acusaciones occidentales de que prepara una invasión son simplemente una tapadera para las provocaciones planeadas por la OTAN. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, acusó de nuevo el lunes a Estados Unidos de “fomentar las tensiones” en torno a Ucrania, un antiguo estado soviético con el que lleva inmerso en agrias disputas desde hace casi ocho años.

En 2014, tras la destitución de un presidente ucraniano afín al Kremlin, Moscú se anexionó la península de Crimea y apoyó a una insurgencia separatista en el corazón industrial del país, en el este de Ucrania. Los combates entre fuerzas ucranianas y los rebeldes con apoyo ruso se han cobrado desde entonces unas 14,000 vidas, y los esfuerzos por buscar una solución pacífica al conflicto se han estancado.

Rusia ha reclamado a Occidente que garantice que la OTAN nunca permitirá unirse a Ucrania y que la alianza limite otras acciones como el despliegue de tropas en países del antiguo bloque soviético. Algunas de esas reclamaciones, como una promesa de veto permanente a Ucrania, son rechazadas de plano por la OTAN, lo que plantea una situación aparentemente irresoluble que muchos temen sólo pueda terminar en una guerra.

La decisión estadounidense de poner en alerta a tropas en su territorio para un despliegue a Europa sugiere que se habrían reducido las esperanzas de que el presidente Putin dé marcha atrás de en lo que el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha descrito como una amenaza de invadir la vecina Ucrania.

Se esperaba que un cargamento que incluiría equipamiento y municiones llegara el martes a Ucrania, dentro de un paquete estadounidense de ayuda de seguridad valorado en 200 millones de dólares.

Otros miembros de la OTAN hicieron también gestos para reforzar la presencia defensiva en Europa Oriental. Dinamarca enviaría una fragata y aviones F-16 a Lituania, España enviaría cuatro cazas a Bulgaria y tres barcos al Mar Negro para sumarse a fuerzas navales de la OTAN y Francia dijo estar lista para enviar tropas a Rumanía.

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Ellen Knickmeyer, Lolita Baldor, Aamer Madhani, Dasha Litvinova, Vladimir Isachenkov, Kirsten Grieshaber, Barbara Surk y Sylvia Hui colaboraron con este despacho.

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