Puerta de la Misericordia
En la Puerta de la Misericordia, denominada en principio "Puerta de Santiago" o "Puerta Grande", se encendió la llama de la independencia nacional.
La Puerta de la Misericordia fue la primera puerta de la ciudad de Santo Domingo. El diseño y la construcción son obra del Arq. Rodrigo de Liendo, del año 1543. En su diseño original tenía dos fortines semi-elípticos que la flanqueaban.
En el período colonial, la Puerta Grande servía como acceso a la gran sabana del sur, y conectaba con el fortín de San Jerónimo y las minas de oro en Haina. Militarmente se encontraba protegida por el Fuerte de San Gil.
La Puerta de La Misericordia es de un diseño sobrio y de estilo renacentista.
Según algunos, su nombre se debe a que después de un fuerte terremoto en el año 1842, la misma sirvió como punto de encuentro para pedir misericordia a Dios.
Temporalmente, esta puerta sirvió de frontera entre la parte sur de la ciudad y los barrios o concentraciones semirurales del siglo XVI. Se convirtió en Baluarte en 1568. Sin embargo, está ligada al nacimiento de la República porque en esa puerta fue donde Matías Ramón Mella disparó su famoso trabucazo, la noche del 27 de febrero de 1844, sellando el destino de los complotados en favor de la Independencia nacional.
Así narra José María Serra, uno de los fundadores de La Trinitaria, los hechos del 27 de febrero de 1844: "...Concertóse el plan, y sin contar con otro auxilio más que con el de la confianza en la buena causa y el valor y decisión que cada cual estaba en el deber de dejar acreditados, se señaló el 27 de febrero a las 11 de la noche para proclamar el advenimiento de la República Dominicana.
Jamás una noche de los trópicos ha parecido más bella que la que iniciaba una época de esplendor tras de tanto tiempo de calamidades y tristeza....
El punto de reunión era la Plaza de la misericordia.
Creíamos que el número de los concurrentes sería mayor, pero desgraciadamente éramos muy pocos.
-Comprometida es la situación, dijo Mella, juguemos el todo por el todo; y disparó al aire su trabuco. Marchemos, pues!
Nos dirigimos a la Puerta del Conde, defendida por unos 25 hombres mandados por el Teniente Martín Girón, quien nos entregó el fuerte como lo teníamos convenido. El tiro disparado por Mella nos hizo allegar gente de los que estaban comprometidos, e inmediatamente Manuel Gimenes, Manuel Cabral y D. Tomás Bobadilla y algun otro salieron en reclutamiento por los campos...
Era de ver el asombro que causaba la presencia de Sánchez. Con qué alegría lo abrazaban aquellos que le habían tenido por muerto!
El historiador nacional, José Gabriel García que el soldado que quiso enfrentar a los patriotas en la Puerta del Conde, lo fue el sargento Juan Gross, que fue persuadido por Girón. Acto seguido, procedió "José Llaverías a abrir la puerta con una bayoneta para dar entrada a la gente de la villa de San Carlos que conducía Eduardo Abreu... Acto seguido fue desarrajado el almacén de pólvora, que estaba situado entre los baluartes del Conde y de la Concepción y con los artilleros que habían entre los pronunciados alistó el teniente Ángel Perdomo las piezas de cañón que estaban montadas arriba del fuerte."
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La Puerta de La Misericordia es de un diseño sobrio y de estilo renacentista.
Según algunos, su nombre se debe a que después de un fuerte terremoto en el año 1842, la misma sirvió como punto de encuentro para pedir misericordia a Dios.
Temporalmente, esta puerta sirvió de frontera entre la parte sur de la ciudad y los barrios o concentraciones semirurales del siglo XVI. Se convirtió en Baluarte en 1568. Sin embargo, está ligada al nacimiento de la República porque en esa puerta fue donde Matías Ramón Mella disparó su famoso trabucazo, la noche del 27 de febrero de 1844, sellando el destino de los complotados en favor de la Independencia nacional.
Así narra José María Serra, uno de los fundadores de La Trinitaria, los hechos del 27 de febrero de 1844: "...Concertóse el plan, y sin contar con otro auxilio más que con el de la confianza en la buena causa y el valor y decisión que cada cual estaba en el deber de dejar acreditados, se señaló el 27 de febrero a las 11 de la noche para proclamar el advenimiento de la República Dominicana.
Jamás una noche de los trópicos ha parecido más bella que la que iniciaba una época de esplendor tras de tanto tiempo de calamidades y tristeza....
El punto de reunión era la Plaza de la misericordia.
Creíamos que el número de los concurrentes sería mayor, pero desgraciadamente éramos muy pocos.
-Comprometida es la situación, dijo Mella, juguemos el todo por el todo; y disparó al aire su trabuco. Marchemos, pues!
Nos dirigimos a la Puerta del Conde, defendida por unos 25 hombres mandados por el Teniente Martín Girón, quien nos entregó el fuerte como lo teníamos convenido. El tiro disparado por Mella nos hizo allegar gente de los que estaban comprometidos, e inmediatamente Manuel Gimenes, Manuel Cabral y D. Tomás Bobadilla y algun otro salieron en reclutamiento por los campos...
Era de ver el asombro que causaba la presencia de Sánchez. Con qué alegría lo abrazaban aquellos que le habían tenido por muerto!
El historiador nacional, José Gabriel García que el soldado que quiso enfrentar a los patriotas en la Puerta del Conde, lo fue el sargento Juan Gross, que fue persuadido por Girón. Acto seguido, procedió "José Llaverías a abrir la puerta con una bayoneta para dar entrada a la gente de la villa de San Carlos que conducía Eduardo Abreu... Acto seguido fue desarrajado el almacén de pólvora, que estaba situado entre los baluartes del Conde y de la Concepción y con los artilleros que habían entre los pronunciados alistó el teniente Ángel Perdomo las piezas de cañón que estaban montadas arriba del fuerte."
Al parecer, el trabucazo de Mella fue desencadenado por la llegada de los mensajeros de Santana que se encontraba cerca de la capital con sus tropas.
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