ProDanCo triunfa en Costa Rica con obra Sed
Se presentaron 16 y 17 en el Festival Internacional de Artes de Costa Rica
SANTO DOMINGO. "Sed", una indagación acerca de la identidad dominicana, primera obra realizada en República Dominicana por la coreógrafa Marianela Boán, acaba de presentarse los días 16 y 17 de marzo en un evento en Costa Rica.
El texto de Marta Ávila hace un recuento de la biografía de Boán y se refiere a su influencia sobre "varias generaciones de coreógrafos en América Latina".
"Ahora, vuelve a Costa Rica, con un joven elenco de bailarines de República Dominicana, ProDanCo, para interpretar su última producción titulada Sed, puesta en escena que integra el teatro, la danza, la música en vivo y el video, con una perspectiva crítica como la que ha mantenido esta artista a lo largo de su carrera", explica la crónica.
Además de la cotidianidad, dice que esboza "situaciones que recuerdan el abuso del poder, el machismo, el etnocentrismo y la vulnerabilidad de los recursos naturales, fundamento esencial para la sobrevivencia de nuestra especie", todo esto salpicado de humor", expresa la nota.
El simbolismo y la multisemántica del botellón de agua y su uso protagónico en la obra, son resaltados. Destaca el "lenguaje ecléctico... lleno de movimientos periféricos moldeados por el trabajo de contacto corporal y con un abordaje de los diferentes niveles espaciales".
La cronista critica la saturación de algunas escenas grupales: "Me hizo falta un poco de solos, dúos, tríos u otros formatos", dice.
Y finalmente destaca "el derroche de energía, la cual fue reconocida con entusiasmo por la audiencia, que les aplaudió generosamente, a teatro lleno".
El texto de Marta Ávila hace un recuento de la biografía de Boán y se refiere a su influencia sobre "varias generaciones de coreógrafos en América Latina".
"Ahora, vuelve a Costa Rica, con un joven elenco de bailarines de República Dominicana, ProDanCo, para interpretar su última producción titulada Sed, puesta en escena que integra el teatro, la danza, la música en vivo y el video, con una perspectiva crítica como la que ha mantenido esta artista a lo largo de su carrera", explica la crónica.
Además de la cotidianidad, dice que esboza "situaciones que recuerdan el abuso del poder, el machismo, el etnocentrismo y la vulnerabilidad de los recursos naturales, fundamento esencial para la sobrevivencia de nuestra especie", todo esto salpicado de humor", expresa la nota.
El simbolismo y la multisemántica del botellón de agua y su uso protagónico en la obra, son resaltados. Destaca el "lenguaje ecléctico... lleno de movimientos periféricos moldeados por el trabajo de contacto corporal y con un abordaje de los diferentes niveles espaciales".
La cronista critica la saturación de algunas escenas grupales: "Me hizo falta un poco de solos, dúos, tríos u otros formatos", dice.
Y finalmente destaca "el derroche de energía, la cual fue reconocida con entusiasmo por la audiencia, que les aplaudió generosamente, a teatro lleno".
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