Raphael deleita a los dominicanos en una noche con luna sobre el Jaragua

El astro español abraza a su público con un exquisito viaje musical en RESinphónico; esta noche es su última entrega

Su alegría contagió al público al demostrar se felicidad de estar en el país. (Jhon Escalante)

El espectáculo “RESinphónico” del destacado artista español Raphael es sin duda una puesta en escénica que resume con acierto el paso por los escenarios de un artista cuya trayectoria ha estado marcada por la calidad y el respeto a su carrera, así como al público.

Tal y como ha acostumbrados a sus seguidores de siempre, la noche de este martes Raphael subió al escenario del Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua para saldar con notas altas su ausencia en la República Dominicana.

El concierto que comenzó a las 9:15 p.m., para cerrar con una ovación de pie del público pasadas las 11:30 p.m., sirvió para renovar los afectos con una fanaticada, integrada en su mayoría por personas cuyas edades rondaban por más de 50 años, y uno que otros jóvenes que sorprendieron a los adultos al notar su presencia.

El histrionismo y la picardía que caracteriza al “Divo de Linares” se dejaron ver en su viaje musical por títulos con los que conquistó al público cuando comenzó su carrera. Con las versiones sinfónicas de sus canciones en cuyos arreglos musicales se coqueteó con los elementos electrónicos, no ofendieron a la orquesta filarmónica y fueron recibidas con beneplácito por la audiencia que llenó la sala.

El que ha visto a Raphael en la escena sabe muy bien que habla poco. Y esa noche no fue la excepción. Cantó y complació al público que lo ovacionaba y le hizo el coro. No se detuvo, tomaba un sorbo de agua y sin darle tregua a la orquesta mostró que a pesar de sus 76 años de edad, a sus cuerdas vocales no les ha llegado el otoño. Administra su voz y los recursos de los que dispone un artista de su calidad los aprovecha al máximo teniendo como cómplice a su orquesta.

Entre canción y canción expresaba con sus gestos lo bien que se sentía. Reverenciaba una y otra vez al público. A los que estaban en el balcón, a los del mezzanine y a los que se encontraban en la platea, pero sin pronunciar palabra alguna.

La primera función de RESinphónico no incluyó una proyección de contenido visual a pesar de tener dos pantallas en los extremos del salón como lo ha venido haciendo en su gira, sin embargo, al público poco le importó ese recurso. Sus ojos estaban puesto en su ídolo y uno que otros aprovechaba el privilegio de verlo para tomarle fotografías, hacer transmisiones en directo en las redes sociales o simplemente guardar el documento visual para su memoria o compartirla con sus cercanos

Raphael no defraudó al público. Verlo en el Teatro la Fiesta lo convirtió en un encuentro más íntimo de lo acostumbrado en los conciertos del Teatro Nacional. Allí los que alcanzaron a ordenar sus tragos para combinar el momento, lo disfrutaron más que aquellos que no pudieron conseguir ni una botella de agua luego de las 9:00 de la noche.

Carlos Gardel

El artista volvió a rendir tributo a Carlos Gardel (en su anterior presentación en el país lo hizo). Una radio antigua fue colocada en el escenario. Rememoró que se utilizaban cuando se colocaba buena música, con lo que dejó ver que no está de acuerdo con la programación que muestran las estaciones radiales en este tiempo.

La voz de Gardel se escuchó y se unió en un dueto en la distancia en la interpretación de “Volver”, un emblemático título que popularizó el artista, acompañado solo de un bandoneón y piano, logrando mantener su conexión con el público. Otro tema lo mantuvo en Argentina y posteriormente retomó la senda con sus éxitos.

Sin bien las canciones que matizaron el primer tramo de su presentación sedujeron al público, cuando ya estaba por terminar echó manos a títulos calientes como “Maravilloso corazón”, “Cuando tu no estas”, “Yo sigo siendo aquel”, “Adoro”, “En carne viva”, “Gracias a la vida”, “Ámame”, “Como yo te amo”, o “Escándalo”, versión salpicada de sonido electrónico y de rap que parecía ser su despedida. Sin embargo, volvió al escenario. En esta parte del show el público lo acompañó a coro y hasta que concluyó su entrega. Los despidieron por última vez cuando regresó al escenario con la bandera nacional, no sin antes que el artista proclamara “Santo Domingo...te amo tanto, tanto”.

Ultima función

El artista se despide esta noche de la República Dominicana. Si uno ha comprado sus boletas y es de los amantes de sus canciones no espere más y adquiérala. Es una entrega única en la que Raphael deleita a los dominicanos en una noche con luna sobre el Jaragua.

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Periodista. Subeditor de Revista en Diario Libre. Presidente de la Academia Dominicana de Periodistas de Arte y Espectáculos (Adopae).