París, capital de la cultura olfativa y del hiphop

París celebró su primera “Semana del perfume” invitando a quienes trabajan en un selecto sector, el de la cultura olfativa. La película de dibujos animados “Robot Dreams” le está dando la vuelta al mundo y su director habló de esta entrañable historia de amistad en el Nueva York de los años 80.

Este encuentro se dio durante la convención L2P dedicada al hiphop, un género musical en efervescencia con la entrada este año del “breaking” como disciplina olímpica en los Juegos de París 2024. 

Centro olfavito y de arte

París es la capital histórica del perfume y en Carrusel de las Artes se descubre el universo fragante de aquellos que defiende lo que se conoce como “cultura olfativa”.

Un viaje sensorial de la mano de Melissa Barra, quien estuvo este año en la primera edición de la Semana del Perfume en la capital francesa. 

“Los perfumistas no nacemos con un olfato super desarrollado, simplemente lo hemos educado mucho. Hemos olido materias primas. Materias primas muy diferentes, luego materias primas de una misma familia que se parecen mucho para ver matices, después acordes, que serían como unas fórmulas cortitas de pocos ingredientes y después perfumes más complejos, o sea eso es un aprendizaje muy largo", explicó la perfumista Soizic Beaucourt, de la casa española Eurofragance.

Una historia animada

Dog vive solo en la vibrante Manhattan. No aguanta su soledad así que decide comprar un robot para que sea su amigo. Dog y Robot se vuelven entonces inseparables, hasta una noche de verano, Dog se ve obligado a abandonar a su amigo en playa. 

Esta película de dibujos animados basada en una popular novela gráfica que vibra al ritmo del Nueva York de los años 80 con sus emblemáticas Twin Towers.

La película estuvo nominada a los Oscar y ahora se proyecta en las salas de cine del mundo. En Carrusel de las Artes conversamos con su director, el español Pablo Berger. 

Nuestra periodista Natalia Olivares asistió a la convención L2P, un gran evento dedicado al hip-hop y a las culturas urbanas. Una convención en ebullición total este ano cuando por primera vez los Juegos Olímpicos reciben al “breaking” como disciplina olímpica.