Luis Miguel, el “sol divino” de México, conquista Santo Domingo

Durante su actuación de una hora y media no tuvo interacción con el público

Luis Miguel conquistó los corazones de todos los asistentes en un Estadio Olímpico lleno. (Kevin Rivas/ Diario Libre)

Con la entrada abierta desde antes de las 8:00 de la tarde, el Estadio Olímpico volvió a llenarse de seguidores del cantante mexicano, y todo ello pese a haber pospuesto el concierto por problemas técnicos el día anterior.

Como era casi de esperar, Luis Miguel conquistó los corazones de todos los asistentes durante la más de hora y media de espectáculo musical y visual, manteniendo al público cantando, bailando y saltando. 

Todo comenzó con luces rojas, animaciones de la carrera musical del cantante y los músicos de fondo bajo las tres monumentales pantallas que componían el escenario, hasta que Luis Miguel “amaneció” en el escenario con un sol naranja e imponente de fondo. 

De la puesta en escena

Cada canción era una representación musical colorida, visual y tecnológica distinta, que se podría calificar como de calidad. Acompañado por sus músicos y mariachis, las pantallas fueron proyectando imágenes de sus videoclips y planos en directo del público grabados con un dron con los que el cantante jugaba e incitaba a sus seguidores.

Gracias a las facilidades tecnológicas del momento, Luis Miguel, melancólico, homenajeó a Michael Jackson, con la canción “Smile”, y a Frank Sinatra, con “Come fly with me”.

  • Estos duetos los disfrazó con imágenes y videos de los cantantes, simulando como si estuvieran en el escenario con él.

Sin interacción con el público

Pese a que Luis Miguel no hizo declaración alguna sobre lo ocurrido el miércoles 17, y tampoco interactuó con el público más allá de saludos puntuales con la mano, lo contrarrestó con su personalidad de divo y elegante, como siempre se ha presentado, primero con traje y luego se cambió a una camisa negra.

Canciones como “La incondicional”, “La Bikina”, “Será que no me amas”, “Por debajo de la mesa” y la entrada de los mariachis, fueron de las más respondidas por parte del público. 

Bailó y animó, cambió de bolero a pop y a mariachi, lanzó confeti con los colores de la bandera de México y pétalos rojos; hizo el concierto a su manera, con cambios de tono y alargando o acortando notas: trajo el “sol de México” a la República Dominicana, que le respondió con el calor y cariño que le caracteriza.

Periodista español y redactor en Diario Libre. Graduado en Periodismo por la Universidad de Navarra, España.