Rock en Seine: 20 años de rock en París y un 2024 olímpico incierto para los festivales
Tras dos décadas del Rock en Seine llega la incertidumbre: ¿habrá festivales en París el próximo año con los Juegos Olímpicos?
Con Billie Eilish como gran estrella, el festival Rock en Seine dio comienzo la pasada noche en una edición muy especial que celebra dos décadas haciendo sonar las guitarras junto al Sena. Pero este aniversario llegó con incertidumbre: ¿habrá festivales en París el próximo año con los Juegos Olímpicos?
Convertido en una de las grandes instituciones del verano parisino, solo ausente a su cita estival una vez a consecuencia de la pandemia de covid-19, el Rock en Seine se ha hecho fuerte en el Parque de Saint-Cloud, en la periferia suroeste de París.
Para su primer día de 2023, el perfil era claro: muy jóvenes, en su mayoría chicas, algo de purpurina festivalera en la cara y muchas camisetas de Billie Eilish.
"Vengo por Billie Eilish, yo tenía ganas de verla desde la adolescencia", cuenta a Efe Ocean, una joven francesa que asiste este año primera vez al Rock en Seine.
El público de esta primera jornada estuvo seguramente alejado -pero igualmente bienvenido- del que estrenó el Rock en Seine en 2003 con Massive Attack, PJ Harvey y Beck. Pero es que el evento ha pasado de acoger a 22,000 personas y durar solo un día a durar varias jornadas y dar la bienvenida a 150,000 espectadores frente a cinco escenarios.
En esta ocasión, tras los fans de Eilish, desfilarán en los próximos días los de Placebo, The Chemical Brothers y The Strokes, y quizás también muchos de Florence + the Machine, que tuvo que cancelar en el último momento por razones de salud.
"El festival ha evolucionado para seguir a la vez lo que es la realidad de la música hoy, los grupos, las estéticas, los estilos, pero manteniéndose fieles a una programación muy llena de rock y de pop", explicó a Efe en una entrevista su director, Matthieu Ducos.
Muchas dudas sobre los grandes eventos en Francia en 2024
El año de este aniversario había comenzado, sin embargo, empañado por las nubes que planean sobre todos los festivales y eventos masivos para el próximo año a consecuencia de la organización de los Juegos Olímpicos de París.
Las alarmas habían saltado después de que, a finales de octubre de 2022, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, dijese en una entrevista que esta clase de citas deberían anularse o posponerse por todo el país por motivos de seguridad.
El aviso se extendía también incluso a eventos como el Tour de Francia 2024 o el Festival de Aviñón (el más grande de teatro a nivel mundial).
"Es una pena si no puede haber las dos cosas, sobre todo después de unos años en los que este tipo de espectáculos tuvieron que sufrir a causa de la pandemia", opinó, en declaraciones a Efe, Charlotte, otra francesa que acudió al primer día del Rock en Seine.
Otros como Thomas, Sam y Luen, explicaron con resignación que entienden que el transporte público y la seguridad en París estarán en una situación muy complicada en las semanas olímpicas.
Pero desde aquellas declaraciones de Darmanin que tomaron por sorpresa a los grandes espectáculos, las aguas se han calmado y la ministra de Cultura, Rima Abdul Malak, ha insistido al sector en que la programación cultural estival se mantendrá.
No obstante, tendrán que adaptarse a las excepcionales circunstancias con espíritu olímpico, ya sea variando un poco sus fórmulas, cambiando fechas o mudándose de sus sedes tradicionales.
Será el caso probablemente de la edición parisina del Lollapalooza, que se celebra en un hipódromo cercano a la Torre Eiffel -punto neurálgico de las celebraciones olímpicas- en la segunda mitad de julio, en coincidencia plena con los Juegos.
El Rock en Seine, tras el "miedo" inicial, según lo describe Ducos, es ya optimista para 2024 y tiene garantías de que se podrá celebrar y "asegurar" con los efectivos de policía necesarios.
"Además, teníamos ganas de aprovechar los Juegos Olímpicos y sobre todo los Paralímpicos. Nos hemos asociado con el Comité para incluir en el festival elementos deportivos alrededor del paralimpismo y sus valores", agregó Ducos, aunque aún están trabajando en las fórmulas concretas.
La idea será, por tanto, convertir el Rock en Seine 2024 en una "pasarela entre la música y el deporte". Con ello, Ducos espera que algo que fue una "fuente de estrés" acabe convirtiéndose en una "hermosa oportunidad" para no quedar al margen de uno de los grandes momentos de la historia de París.
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