Katy Perry explica con humor lo que le sucedió con el ojo derecho

La cantante estadounidense Katy Perry se volvió viral al perder el control de su párpado derecho en medio de un concierto.

El corte de un show que se ha difundido en todas las redes sociales disparó todas las alarmas de si la intérprete de "Dark Horse" tiene algún problema de salud debido a que por varios segundos no podía abrir uno de sus ojos.

La propia cantante compartió un clip del momento exacto en el que ocurrió esta escena "explicando" la situación o más bien bromeando sobre el tema y dejó entrever que se trató de un truco.

En todo caso, le restó importancia a lo sucedido de ser cierto que tenga un problema de salud.

"¡Dando la bienvenida a todos los terraplanistas, espacioesfalsistas, pajarosonfalsistas, cielosnosonazulistas para que vengan a ver mi truco de la fiesta del ojo de la muñeca rota en vivo y en directo en Las Vegas el próximo año!", escribió.

"El show es divertido a través del carril de la memoria que se remonta a 2008, ¡una época en la que no estábamos todos congelados por la paranoia de nuestras propias cámaras!", continuó. 

"Este espectáculo es una fiesta sin parar sobre la búsqueda del amor incondicional y extrañamente (para mí) no es para nada político. Diablos, vierto cerveza de mis senos (eso también es un truco de fiesta... ¡en realidad no genero lúpulo en la lactancia!) ¡Espero cantar con ustedes en 2023! Y beberemos, esta la pago yo, porque todos estamos #encadenadosalalgoritmo", culminó en la publicación que logró más de un millón de reproducciones.

Otra teoría es que le colocaron mal las pestañas postizas a la cantautora de 38 años. 

Otros comportamientos

A raíz del incidente, seguidores de Perry recuerdan que no es la primera vez que tiene un comportamiento extraño en público, lo que enciende las alarmas de que podría tratarse de una situación de salud mental. 

En una entrevista realizada en 2017 por Ellen DeGeneres, la cantante gritaba y no dejaba hablar a la presentadora. Asimismo, en un video publicado en 2020, mientras hacia un tour por la habitación de su hija Daisy Dove Bloom, que no había nacido, la artista comenzó a llorar y a reírse de forma intermitente.