Marco Antonio Solís toca corazones y recuerdos con éxitos de música romántica

El astro mexicano realizó la primera de dos funciones en el Palacio de los Deportes

El segundo concierto sigue este sábado 1 de octubre a las 8:30 p.m.

El cantante mexicano Marco Antonio Solís hizo suyo el Palacio de los Deportes con canciones coreadas de principio a fin. (Suministrada)

El ícono de la música romántica latinoamericana Marco Antonio Solís se ha ganado el amor de los dominicanos. 

Y no es para menos, además de su extenso repertorio que ha traspasado generaciones el artista se muestra cercano, amable y cómplice del público.

Solís regresó a República Dominicana con la primera de dos funciones a casa llena la noche de este viernes 30 septiembre con su gira “Qué ganas de verte tour” por más de dos horas en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.

Un total de 25 canciones que evocaron nostalgia, recuerdos, amor, amargue, despedida y hasta para bailar conjugaron lo mejor de su trayectoria que inició en la década del 70 y no faltaron himnos como “Si te pudiera mentir”, “Invéntame”, “O me voy o te vas” y “Más que tu amigo”.

El viaje romántico 

Luego de la apertura de la cantante Mar, la hija de Marco Antonio Solís, quien cantó su sencillo “Quédate” e hizo un medley de algunas canciones famosas entre ellas “Depechá”, la acoplada banda de 25 músicos comenzó a tocar.

Tan solo de escucharse las melodías de algunos éxitos la ovación inundó el aforo.

Pocos minutos después de la perfecta ejecución de la banda (a pesar del problema acústico del lugar), y cuatro bailarinas vestidas de body con plumas, apareció en escena Marco Antonio Solís con su característica cabellera larga, barba y vestido de negro con chaqueta de brillos dorados.

“No puedo olvidarla” del año 2006 fue el inicio del viaje musical romántico coreado de principio a fin. Sonriente y mirando el público a sus pies, Solís dedicó unas palabras de agradecimiento a República Dominicana, lugar donde no solo tiene una gran fanaticada, sino que viene a vacacionar en familia.

“Amamos a su gente, sus tradiciones, su comida, cultura, nos integramos también a las situaciones problemáticas. Gracias Santo Domingo, República Dominicana, sigue adelante”, fueron sus primeras palabras emocionado.

Para continuar, soltó: “¡Vamos a ver cómo andan de memoria!" Y no se equivocó, pues se las sabían todas.

Siguió con “Tu amor y tu desprecio”, “Y ahora te vas”, también de la década del 2000. Las pantallas divididas en tres ofrecían una excelente panorámica del artista y su show sumado al juego de luces y los cambios de tono. Además, se proyectaban imágenes casi de forma 3D y algunos videos originales de los sencillos.

Con guitarra en mano, el primer instrumento que tocó y más adelante la batería, entonó de forma impecable cada uno de los temas. “Dios bendiga siempre nuestro amor” es un éxito que también popularizó la cantante Marisela pues eran pareja a finales de la década de los 80.

"Ese hombre canta igualito", se escuchaba decir a personas. En otro instante Solís hizo énfasis de cómo la música que ha creado ha conquistado a todas las edades.

“A todos mis contemporáneos cincuentones y más, a los abuelitos y la juventud romántica les envío saludos”. 

De paso contó una breve anécdota del origen de la canción “Antes de que te vayas”, grabada en 2005, siendo un tema que tenía guardado en un cajón desde que tenía unos 20 años y que pensó que no era lo suficientemente bueno.

¡Viva México! 

Aunque las baladas de amor, desamor y tristeza fueron las más ovacionadas, hubo tiempo para canciones movidas que resaltaron su amor por México y las tradiciones del país azteca.

Las pantallas volvieron a iluminarse de colores para que Marco Antonio Solís, con un sombrero negro para la ocasión, cantara Morenita y La venia bendita, para las que regresaron las bailarinas vestidas de traje típico mexicano. Las banderas de México sobresalieron desde distintos puntos del aforo.

"Muchas gracias por este recibimiento tan hermoso", repetía. 

“Todos estamos aquí a pesar de todo (la pandemia). Somos un milagro de Dios, hay muchas cosas hermosas, una de ellas es la que ustedes saben hacer que es bailar, así que vamos a bailar”, dijo el cantautor al compás de los pasos de las bailarinas. 

Sonó una cumbia y música grupera, otros de los ritmos que popularizó el artista mexicano. 

Una canción para los hombres

Uno de los momentos más destacados fue cuando Solís, de 62 años, les dedicó una canción a los hombres, “Tu hombre perfecto”, en la que el artista hace una crítica a las mujeres que buscan la perfección en una pareja.

“A la medida solo hallarás lo que cavé en tu corazón… tu hombre perfecto será el que nunca a ti llegará”, reza parte del estribillo.

Fue allí cuando todos los hombres se pararon a aplaudir y a ovacionar por un minuto, dejando al cantautor mirando sorprendido y este les respondió con reverencia.

Continuó con “Dónde estará mi primavera” para cuya interpretación llamó a sus hijas Alison y Mar a escena.

Otra fue “Tres semanas” que ha sido adaptada a otros géneros. Esta última es una salsa en voz de Yiyo Sarante. 

Canciones dolorosas

“Las canciones dolorosas son las mejores. Por eso es muy recomendable sacar todo lo que tenemos guardado, si es necesario llorar, hay que llorar”, dijo antes de continuar con un set de amargue, donde los golpes de pecho entre la gente estaban a la orden del día.

Y rumbo a las dos horas de un cancionero convertido en clásico de la música popular latinoamericana cantó “Si te pudiera mentir”, del álbum del mismo nombre a finales de los 90.

 “A veces creo oír que me necesitas y alguna que otra vez siento tu mirar”, un estribillo cantado a todo pulmón. 

“El perdedor” grabado con Enrique Iglesias en 2014 demostró que Solís ha sabido navegar en la onda pop para las nuevas generaciones.

Cambiado de ropa, la canción con un poco de bachata marcó las dos horas de show.

Con “¿Adonde vamos a parar?”, Solís hizo una referencia a la situación mundial con imágenes de guerra.

Las baladas que no faltan en los días de limpieza, en colmados, salones de belleza, karaokes, indicaban el punto culminante como “Mi eterno amor secreto”. 

“Te juro que nadie más te amará como yo...”, cantaban los presentes.

El llanto de muchos, los abrazos y las manos agarradas se hicieron sentir en la última balada interpretada. Se trató de “Si no te hubieras ido” del álbum “Trozos de mi alma” (1999), un corte que toca las fibras sensibles pues Marco Antonio Solís la dedicó a las personas que han partido del plano terrenal.

Aunque también puede atribuirse a una separación amorosa.

"No hay nada más difícil que vivir sin ti

sufriendo en la espera de verte llegar

el frío de mi cuerpo pregunta por ti y no sé dónde está,

si no te hubieras ido sería tan feliz”, versos entonados por casi todos con emoción y lágrimas. 

Marco Antonio Solís quiso despedirse alegre. Y así lo hizo con la cumbia “Más que tu amigo” bajo una lluvia de confeti y globos pasadas las 11:40 de la noche dejando al público completamente complacido.

En conclusión, el Palacio de los Deportes se convirtió en un karaoke. La segunda función continúa hoy, sábado 1 de octubre a las 8:30 de la noche bajo la producción de César Suárez Junior.

Un poco de su trayectoria

Solís ha sido elegido “Persona del año 2022” en los Latin Grammy. Cuenta con cinco Latin Grammy y seis nominaciones a los Grammy anglosajones.

Con más de cuatro décadas de trayectoria, más de 300 canciones grabadas y más de 20 discos editados. Sus inicios se remontan a la agrupación Los Bukis, con la cual popularizó otros como “Navidad sin ti”, “Tu cárcel”, “A donde vayas”, “Y ahora te vas” y “Mi mayor necesidad”. 

Como productor y compositor, reconocidos artistas han grabado sus canciones, entre ellos Marisela, Raphael, Rocío Jurado, Rocío Dúrcal, Alejandro Fernández, Maná, Enanitos Verdes, Roberto Carlos.

En las telenovelas "Mundo de fieras" con la fenecida Edith González o "Lo que la vida me robó" y "Teresa" han contado con sus composiciones para la banda sonora.

Apasionada por el arte, la cultura, el turismo y la radio. Escribe para la sección Revista de Diario Libre. Egresada de Comunicación Social por la UASD y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa por la UNIR.