Un soplo de los sesenta en la primera jornada de la Semana de la Moda de Londres
Moda inspirada en mitología y verano en la Semana de la Moda de Londres
Moños voluminosos, gafas de ojo de gato y vestidos de flores: un soplo de los años sesenta invadió este viernes la Semana de la Moda de Londres, de la mano de los diseñadores Bora Aksu y Paul Costelloe, en el primer día del evento previsto hasta el martes en la capital británica.
Bora Aksu, un diseñador turco afincado en Londres, quiso hacer un "guiño a los años 60" y rendir homenaje a su madre, una mujer independiente que creaba su propia ropa y amaba las gafas de sol y los pendientes de perlas, explicó el modisto a la AFP.
En el centro de un jardín de rosas bañado por el sol, las esbeltas siluetas de las modelos, coronadas con altos moños, lucían delicados vestidos y guantes de encaje, acompañados de suaves colores pastel y juegos de transparencias y superposiciones.
Otros conjuntos de su colección primavera-verano 2025 se decantaron más por composiciones en blanco y negro, combinando blazers entallados, faldas recatadas o blusas de lunares.
Tributo
Un veterano de la Fashion Week de Londres, Paul Costelloe, que participó en la primera edición de la Semana de la Moda de la capital británica en 1984, rindió homenaje a París con una colección inspirada también en los años 1960.
El que fuera estilista de la princesa Diana de Gales mostró estampados florales y colores pastel (azul cielo, amarillo limón, verde menta) en vestidos entallados y acampanados, acompañados también de gafas de sol y 'looks' retro.
También combinó calcetines altos a rayas y tacones de aguja, un 'look' que puede "recordar a Emily en París", subrayó el diseñador, en referencia a las elecciones de ropa, a veces atrevidas, de la heroína de la serie de Netflix.
La diseñadora griega Dimitra Petsa (Di Petsa) presentó su colección "Mi cuerpo es un laberinto", inspirada en la mitología y los sensuales recuerdos del verano.
Sus vestidos blancos o de color pastel se adaptaron a las formas de las modelos, con los pechos apenas ocultos por joyas en forma de sol.
Sirenas y dioses de los mares parecían emerger de las aguas con el pelo mojado, el pecho enrojecido por el sol, vistiendo minifaldas, tops asimétricos, una mezcla de drapeados inmaculados y piezas rojas o azules eléctricas más vibrantes.
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