Muere el fisicoculturista e influencer Illia Golem, conocido como 'El mutante', durante competencia

El mundo del fisicoculturismo está de luto tras la muerte del atleta Antonio Leso Brás de Souza, quien falleció a los 36 años durante una competición. La tragedia ocurrió en el Navega Open Championship 2024, donde Brás de Souza sufrió un paro cardíaco y se desplomó frente al jurado.

A pesar de la intervención inmediata del personal médico, no se pudo salvar su vida. Las autoridades confirmaron que la causa de su muerte fue un infarto.

Brás de Souza, conocido por su impresionante físico y apodado ‘El mutante’, había alcanzado un volumen muscular sobresaliente, pesando hasta 165 kilos en su punto máximo. Su régimen alimenticio era extremadamente riguroso, con un consumo de hasta 16.500 calorías diarias, repartidas en siete comidas que incluían grandes cantidades de carne y sushi.

Además de su dieta, Brás de Souza empleaba prácticas riesgosas para potenciar su desarrollo muscular. Entre estas, se incluía la inyección de hasta 50 dosis diarias de insulina, con el objetivo de acelerar el metabolismo y optimizar la quema de alimentos.

También se sospecha que podría haber utilizado sustancias como el Synthol, conocido por provocar un crecimiento artificial de los músculos y que ha sido vinculado con graves problemas de salud.

La muerte de Brás de Souza no es un caso aislado en el mundo del fisicoculturismo. La disciplina ha estado marcada por tragedias similares, ya que los atletas frecuentemente se someten a regímenes extremos y tratamientos peligrosos para alcanzar y mantener sus cuerpos de competición.

Estos métodos, aunque pueden ofrecer resultados visibles, conllevan riesgos serios para la salud, que a menudo pasan desapercibidos en la búsqueda de la perfección física.

Más

• El fallecimiento de Brás de Souza reaviva el debate sobre los métodos utilizados en el fisicoculturismo y la necesidad de una mayor regulación y educación sobre los peligros asociados con el uso de sustancias para el aumento muscular.
• Mientras el mundo del culturismo continúa avanzando, es crucial abordar estos problemas para proteger la vida y la salud de quienes persiguen este exigente deporte.
• La comunidad fisicoculturista y los seguidores de este deporte deben reflexionar sobre los riesgos inherentes y abogar por prácticas más seguras y saludables para evitar futuras tragedias.