Expertos: el patrimonio cultural no debe ser de consumo exclusivo del turismo externo
Dicen que esa visión "disminuye sentido de pertenencia de los habitantes de los centros históricos"
SANTO DOMINGO.-Al considerar el patrimonio cultural como "un derecho humano fundamental" porque incide en los valores que otorgan la identidad nacional, expertos en la conservación de los monumentos culturales llamaron a no dar prioridad a estas edificaciones arquitectónica únicamente como "insumo de consumo exclusivo para el turismo externo".
Sin restar la importancia del turismo en la economía dominicana, afirman que "la visión que prioriza el patrimonio cultural como un insumo de consumo exclusivo para el turismo externo es distorsionante e inadmisible porque transforma la vida cotidiana, los valores auténtico locales, el sistema de relaciones sociales y disminuye el sentido de pertenencia de los habitantes de los centros históricos".
Esta es una de las recomendaciones que incluye la conclusión del XXXIII Seminario Nacional de Conservación, con el tema "La gestión del patrimonio cultural dominicano: procesos actuales y retos del porvenir", desarrollado en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), desde el pasado jueves hasta este sábado 29 de noviembre.
Dentro del primer punto de las conclusiones, los especialistas destacan que el patrimonio cultural, debido a que "es un derecho humano fundamental porque inciden en los valores que otorgan identidad y nos define justamente como seres humanos, debe ser protegido por el Estado con la participación abierta, democrática y continua de los ciudadanos y especialista.
Dirección de Patrimonio, relegada a dependencia de tercera categoría
A los especialistas le preocupa las limitaciones de recursos económicos y técnicos que limita el accionar de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental, la que, dicen, ha quedado relegada a una dependencia de tercera categoría dentro de la estructura oficial de la cultura, a través del Ministerio de Cultura.
"Su papel se desarrolla dentro de unos límites muy reducidos que se reflejan en una administración de poca capacidad de acción. Es evidente la grave situación que presenta nuestro patrimonio monumental por la ausencia de programas de rescate y preservación de programas continuo.
Es importante -agregan- que el Estado dominicano priorice las inversiones a favor del patrimonio cultural como parte de la estrategia de desarrollo nacional ya que el patrimonio genera bienestar material y espiritual a la población y contribuye al desarrollo económico y humano".
El seminario, organizado por el Comité Dominicano del ICOMOS -Consejo Internacional de Monumentos y Sitios- concluyó este sábado con los arquitectos Omar Rancier, miembro del Comité Dominicano de ICOMOS, quien expuso en el evento, mientras que en el debate participaron los arquitectos Esteban Prieto Vicioso, Wilfredo Feliz, César Iván Feris Iglesias y Linda María Roca Pezzotti.
Al concluir los debates, Federico Abreu leyó la conclusión, en la que también se hace eco de la existencia de muchos monumentos y centros históricos que requieren atención inmediata y recursos imprescindibles para su preservación.
Asimismo, cita que "la situación legal actual es obsoleta, ambivalente, contradictoria y limitada y debe ser revisada y convertida en una herramienta idónea en beneficio del patrimonio cultural dominicano".
Sugiere, asimismo, la creación de dependencias municipales especializadas en patrimonios culturales que contribuyan a su defensa y se sumen a la acción estatal, coordinada con la institución nacional que debe dirigir la política de conservación de los centros históricos.
Perdió poder
Durante su participación, Esteban Prieto Vicioso sostuvo que el monumento en su interior debería ser manejado por la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental, no como se hace actualmente que Patrimonio da la no objeción de cualquier proyecto y el ayuntamiento es el que lo aprueba.
"El ayuntamiento es la ciudad, son los espacios públicos, las calles, el uso de las normas que tienen que ver con la ciudad", indicó al considerar que a esos ámbitos únicamente debe limitarse el cabildo.
No obstante, dijo que Patrimonio y el Ayuntamiento trabajan de manera muy coordinada, pero se preguntó cuál es el papel del Patrimonio, porque en muchos proyectos da la no objeción y cuando llega al Ayuntamiento este no lo aprueba. "Lo que necesitamos es redefinir", argumenta.
A sus reclamos respondió Diana Martínez, directora Ejecutiva del Centro Histórico, una dependencia del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN).
Martínez respondió que el ADN no tiene jurisdicción sobre lo que son los monumentos nacionales en sí, pero todo lo que tiene que ver con la ciudad y con las edificaciones que se construyen, es el cabildo que tiene la potestad de dar el permiso.
Explica que ese permiso se condiciona "a una construcción, o a una intervención que puede ser una restauración, a que venga validada por la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental".
Martínez dijo que cuando le llega un proyecto que tiene la no objeción de Patrimonio, "nosotros solicitamos que se ajuste algunas propuestas, debido a que los profesionales del cabildo "en muchos casos somos más exigentes con la protección y el cuidado del patrimonio que nuestros colegas de Patrimonio.
Nosotros -continúa- interpretamos más a cabalidad lo que es la normativa de uso e intervención en algunos casos y pedimos que se ajusten algunos elementos y devolvemos el proyecto a la Dirección Nacional de Patrimonio".
Dentro del primer punto de las conclusiones, los especialistas destacan que el patrimonio cultural, debido a que "es un derecho humano fundamental porque inciden en los valores que otorgan identidad y nos define justamente como seres humanos, debe ser protegido por el Estado con la participación abierta, democrática y continua de los ciudadanos y especialista.
Dirección de Patrimonio, relegada a dependencia de tercera categoría
A los especialistas le preocupa las limitaciones de recursos económicos y técnicos que limita el accionar de la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental, la que, dicen, ha quedado relegada a una dependencia de tercera categoría dentro de la estructura oficial de la cultura, a través del Ministerio de Cultura.
"Su papel se desarrolla dentro de unos límites muy reducidos que se reflejan en una administración de poca capacidad de acción. Es evidente la grave situación que presenta nuestro patrimonio monumental por la ausencia de programas de rescate y preservación de programas continuo.
Es importante -agregan- que el Estado dominicano priorice las inversiones a favor del patrimonio cultural como parte de la estrategia de desarrollo nacional ya que el patrimonio genera bienestar material y espiritual a la población y contribuye al desarrollo económico y humano".
El seminario, organizado por el Comité Dominicano del ICOMOS -Consejo Internacional de Monumentos y Sitios- concluyó este sábado con los arquitectos Omar Rancier, miembro del Comité Dominicano de ICOMOS, quien expuso en el evento, mientras que en el debate participaron los arquitectos Esteban Prieto Vicioso, Wilfredo Feliz, César Iván Feris Iglesias y Linda María Roca Pezzotti.
Al concluir los debates, Federico Abreu leyó la conclusión, en la que también se hace eco de la existencia de muchos monumentos y centros históricos que requieren atención inmediata y recursos imprescindibles para su preservación.
Asimismo, cita que "la situación legal actual es obsoleta, ambivalente, contradictoria y limitada y debe ser revisada y convertida en una herramienta idónea en beneficio del patrimonio cultural dominicano".
Sugiere, asimismo, la creación de dependencias municipales especializadas en patrimonios culturales que contribuyan a su defensa y se sumen a la acción estatal, coordinada con la institución nacional que debe dirigir la política de conservación de los centros históricos.
Perdió poder
Durante su participación, Esteban Prieto Vicioso sostuvo que el monumento en su interior debería ser manejado por la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental, no como se hace actualmente que Patrimonio da la no objeción de cualquier proyecto y el ayuntamiento es el que lo aprueba.
"El ayuntamiento es la ciudad, son los espacios públicos, las calles, el uso de las normas que tienen que ver con la ciudad", indicó al considerar que a esos ámbitos únicamente debe limitarse el cabildo.
No obstante, dijo que Patrimonio y el Ayuntamiento trabajan de manera muy coordinada, pero se preguntó cuál es el papel del Patrimonio, porque en muchos proyectos da la no objeción y cuando llega al Ayuntamiento este no lo aprueba. "Lo que necesitamos es redefinir", argumenta.
A sus reclamos respondió Diana Martínez, directora Ejecutiva del Centro Histórico, una dependencia del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN).
Martínez respondió que el ADN no tiene jurisdicción sobre lo que son los monumentos nacionales en sí, pero todo lo que tiene que ver con la ciudad y con las edificaciones que se construyen, es el cabildo que tiene la potestad de dar el permiso.
Explica que ese permiso se condiciona "a una construcción, o a una intervención que puede ser una restauración, a que venga validada por la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental".
Martínez dijo que cuando le llega un proyecto que tiene la no objeción de Patrimonio, "nosotros solicitamos que se ajuste algunas propuestas, debido a que los profesionales del cabildo "en muchos casos somos más exigentes con la protección y el cuidado del patrimonio que nuestros colegas de Patrimonio.
Nosotros -continúa- interpretamos más a cabalidad lo que es la normativa de uso e intervención en algunos casos y pedimos que se ajusten algunos elementos y devolvemos el proyecto a la Dirección Nacional de Patrimonio".
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