Estar enamorado es...

La gente que tenga la dicha de lograr tener una relación sentimental en la que perdure el amor por mucho tiempo puede considerarse afortunada. Estar casado, tener pareja o novio, no necesariamente significa estar enamorado. Constituyen la minoría quienes están enamorados, en el verdadero sentido de la palabra. Nos referimos a aquellos a quienes, cuando están con la persona amada, se les acelera el ritmo cardíaco, su temperatura corpórea se eleva y sus endorfinas aumentan, convirtiéndose en seres optimistas, vigorosos, festivos, en entes verdaderamente felices.

Todo ello ocurre cuando la experiencia amorosa es correspondida. En estos casos, aún cuando se acaba el enamoramiento o la pasión, se pasa a un amor profundo, maduro, sosegado. Pero amor al fin. Quienes están enamorados suelen relegar los problemas a un segundo plano. Su felicidad los arropa. Estar enamorado, y ser correspondido es, sin duda, lo mejor que le pueda suceder a una persona. Podemos ser exitosos en el plano profesional pero si no tenemos ese ser que nos corresponda en lo sentimental, la vida no tiene absolutamente ningún sentido. Los bienes materiales nos proporcionan comodidad y ¿para qué la queremos si no tenemos con quien compartirla? La fama y el dinero representan nada si no hay amor.

Desde el punto de vista orgánico, el estar enamorado aumenta los latidos del corazón porque cuando la atracción física se vuelve una pasión el organismo comienza a secretar mayor cantidad de sustancias químicas (como neurotransmisores y hormonas que se podrían definir como la adrenalina, acetilcolina, norepinefrina y serotonina) que alteran la parte biológica.

Si hay una sensación de bienestar, al hacer contacto los enamorados sienten tanto bienestar que se produce una excitación enorme: aumenta la respiración, la pulsación, la presión arterial y hasta los latidos del corazón.

Y si hay una vivencia experimentada a nivel de amor entre esas personas o que les pueda recordar algo que ya vivieron y que está registrado en su programa inconsciente de aceptación, unas sustancias en el organismo, que son muy placenteras, especie de narcóticos cerebrales (endorfinas) producen un estado profundo de felicidad y bienestar. "Es lo que se conoce como la química del amor", dice el psicólogo Rafael Nadal, psicoterapeuta.

Igualmente piensa la psicóloga, y también terapeuta sexual, Kenya Sanabia, radicada en la ciudad de Santiago. Dice que los enamorados se tornan más activos, festivos, conversadores, alegres, optimistas, dinámicos y vigorosos, "muy diferente a uno que no esté enamorado"..

Como las endorfinas activan el sistema linfático y todo el torrente sanguíneo, de igual manera aumenta la circulación sanguínea, el calor corporal y el ritmo cardiaco, agitándose la respiración. "Todo esto sucede en su máxima expresión durante el momento del orgasmo cuando surge una especie de explosión. Hay tanta intensidad en el torrente sanguíneo que existen zonas del cuerpo que se enrojecen", explica la psicóloga.

Monotonía. Pero así como es de fuerte ese impacto de atracción así mismo corre el riesgo de deteriorase. ¿Por qué? por la monotonía, el aburrimiento la falta de creatividad en la relación de pareja. "Se va gastando la carga sexual por el mal uso, desuso y abuso", dice Nadal.

Recomienda revisar continuamente la relación, reencuadrarla dentro de objetivos posibles a alcanzar sin sobre dimensionarlos; de una forma que estén bien nivelados, "ni abajo, ni arriba, ni de lado porque las expectativas altas nunca se van a alcanzar".

Sanabia dice que cuando el ritual del día a día es muy parecido dentro de la relación, cuando un día se asemeja mucho al otro, cuando existe poca (o ninguna) creatividad, cuando no surgen sorpresas, surge la monotonía.

¿Qué sucede pues? Los afectos se diluyen, el sexo pierde intensidad. "En la consulta de sexología la mayor queja es precisamente la rutina, esto incluye la rutina en el acto sexual, hay quienes se saben - paso por paso- lo que viene después porque no hay fantasía, no hay creatividad", dice.

Sexualidad. En cuanto a la sexualidad, Nadal dice que es todo lo que tiene que ver con la aceptación de uno mismo.

En la parte orgánica, la sexualidad encierra los sistemas nervioso endocrino y el inmunológico, con sus genitales incluídos (órganos sexuales).

En la parte psicológica de la sexualidad entra la aceptación y el rechazo que tengamos de nosotros mismos. "En la parte emocional, viene dada la forma de yo sentir y expresar mis sentimientos y de recibirlos y, en lo conductual la forma de conducirte conforme a la dinámica interactiva", expresa.

Locuras que se cometen. Las locuras que somos capaces de hacer cuando estamos enamorados dependerá del tipo de enamoramiento que tenga la persona. "Hay un tipo de enamoramiento que es pasional que tú te ciegas y eres capaz de hacer todo por esa persona, existe otro que es más frío", apunta Nadal.

Al parecer, el aumento en la producción de endorfinas cuando se está enamorado es el responsable de muchas respuestas como las locuras que seríamos capaces de cometer y que en otras circunstancias no haríamos dice Sanabia.

Otras locuras serían, recorrer grandes distancias para encontrarse con la persona amada, desestimar una buena oferta de trabajo (con tal de estar cerca de su pareja). Hay quienes por estar enamorado de alguien, renuncian a una vida equilibrada, estable, por demás segura.

Celos. La relación enamoramiento y celo es peligrosa porque la persona en un estado de celos puede perder el control y así como es capaz de vencer obstáculos por estar con su ser querido, podría realizar acciones de agresión y/o suicidio.

Los excesos en el enamoramiento son peligrosos, "una persona que sienta un amor intenso y que sea muy dependiente, que sienta que ese otro es su pulmón, esos que dicen: "sin ti no vivo", pueden llegar a ser agresivos u autodestructivos por un enamoramiento desenfrenado puede, incluso, matar al ser amado".

¿Los casados viven más? Se cree que las personas casadas viven más que las solteras, para Sanabia, experta en el tema, hay una explicación para esta creencia distorsionada.

"No hay estadísticas en este sentido, lo que sí se ha demostrado es que la gente que logra tener relaciones por mucho tiempo y siguen sintiéndose tan enamorados, su estado psicológico y fisiológico es mejor que quienes no lo están. Casados o no", explica.

Conforme investigaciones y estudios realizados como encefalogramas, en personas que han asegurado estar enamoradas, se ha comprobado que sus ondas cerebrales van más rápidas, "su movimiento energético cerebral es más ágil".

Al grupo de enamorados se les pidió que pensaran en la persona de la cual estaban enamorada , "no sólo en lo erótico, también en la ternura y todo lo que implica el estar enamorado".

Cuando la infidelidad se convierte en el equilibrio de una relación de pareja. En algunos casos la relación extrapareja se convierte en un equilibrio cuando uno de los dos (o los dos) no llena las expectativas que se esperaban encontrar en la relación o, sencillamente, la relación se estanca, un proceso, en opinión de Nadal, completamente natural en el curso evolutivo del desarrollo de la pareja. Dice que el estancamiento debe servir para revisar la relación de pareja antes de tomar este tipo de decisión (el de la infidelidad).

Aunque el hombre es biológicamente infiel (y últimamente parece que la mujer también, porque, según los expertos, lo ha aprendido por cultura, a modo de vengarse del hombre) las sociedades trazan las pautas de lo que es normal y anormal en la sexualidad. Mientras hay culturas que sí permiten tener muchas mujeres, la nuestra no, por lo menos en apariencia. Dice el terapeuta sexual que la infidelidad no es saludable porque suele dejar muchas heridas emocionales que a veces no logran cerrar bien.

Sanabia comparte la opinión de que por la infidelidad muchos matrimonios han logrado perpetuarse y es que en algunos tipos de personalidades el tener una relación paralela, cuando el matrimonio les resulta una monotonía, la infidelidad resulta una manera de "airearse".

"Pero no renuncian a la estabilidad que les da su matrimonio. Hay quienes se casan por razones poco sólidas y la infidelidad le da la oportunidad de tomar aire fuera de lo que significa lo frustrante de su matrimonio", dice.

Por comodidad, por conveniencia, por una deuda emocional o afectiva, por los hijos, por no dividir los bienes materiales y hasta por guardar las apariencias muchas personas optan por salvar su matrimonio y, de vez en cuando, "tirar una canita al aire".

A su entender la calidad de la relación en esas parejas es muy mala y aunque ambos lo adviertan, prefieren ignorarlo antes que divorciarse. Para estos, el divorcio no existe.

Nadal asegura que la infidelidad lastima mucho y que cuando ya se llega a ese nivel la relación se convierte en un sadomasoquismo donde se interactúa o sádica o de forma masoquista, intercambiándose los papeles.

Cuando se funciona de esa manera la persona se motiva por desprecio y es porque existe un bajo nivel de autoestima y toda su onda expansiva de autoestima se deteriora debido a que la persona no se valora y su autoconcepto se distorsiona.

Enamoramiento y amor

No pocos suelen confundir el enamoramiento con el amor y son dos cosas completamente distintas, explica Nadal.

El enamoramiento es un estado de deslumbramiento por lo que una persona representa para la otra. El amor es algo más, encierra intimidad, integridad, confianza, pasión y compromiso. Incluye lo afectivo, representa la confianza y la seguridad que esa persona inspira o brinda.

"En el amor existen propósitos comunes, la pareja interactúa, se busca con pasión, mantiene una frecuencia estable en unas relaciones sexuales gratificantes, eso implica una sexualidad de calidad".

Por otro lado, el compromiso es el nivel de responsabilidad asumido en la relación de pareja donde se responde a lo que se ha tratado como propósito común de proyecto de pareja.