En tierra de lechones y ricas tradiciones

La avenida las Carreras y la Zona Monumental se convierten en el punto de encuentro donde joyeros y pepineros se disputan un cetro de color

Una leyenda viva: Raudy Torres, Roba la Gallina. Anabelle Pérez

Santiago. El ánimo candente del carnaval de Santiago contagia la fiesta de la pelota, que tiene la jornada deportiva de la Serie del Caribe. Cada domingo, los joyeros y pepineros circulan desde la avenida Las Carreras hasta el opulento Monumento a los Héroes de la Restauración, y así dan vida a una tradición que surgió en el año 1520.

Entre las décadas de 1960 y 1970, el carnaval santiaguero revivía las costumbres más europeas. Entonces, por las calles de la "Ciudad Corazón" desfilaba un carnaval de carrozas, que según los recuerdos de Tony Henríquez, santiaguero de  rítmicas "íes" en su hablar, se trataba de una parada que no daba tregua a la creatividad.

Henríquez, tan aguilucho como fanático de su carnaval, revive los recuerdos de cuando el carnaval ocupaba la calle Del Sol y se disfrutaba de las peripecias de los látigos y vejigas de Lechones y Pepines.

"Cuando llegaban a la calle 30 de Marzo era que la cosa se ponía buena. Los yoyeros y los pepineros entraban en una batalla de vejigazos que hacían saltar a los contrincantes. En ese tiempo los lechones o joyeros tenían su punto de encuentro en el parque Valerio y los pepines hacían gala de sus colores y movimientos en el Monumento", señala Henríquez.

Las luchas entre estos lechones, precisa Eddy Sánchez, profesor de percusión del Conservatorio Nacional, es un enfrentamiento tradicional en los carnavales dominicanos. "A los lechones de Santiago (joyeros y pepineros) los diferencia el tipo de cuernos, los de los joyeros son lisos, sin embargo, los de los pepineros tienen pequeñas espinas. La lucha es la representación entre el bien y el mal, tal cual los carnavales españoles", dice Sánchez.

Y no sólo lechones

Con cada carnaval, la "Ciudad Corazón" no sólo se llena de lechones. Esta fiesta no sería tal sin el reconocido Roba la Gallina, que personifica Raudy Torres, premiado en varias ocasiones en el Desfile Nacional de Carnaval.

Sale "Nicolás Den Dén", que es el tremendo oso seguido de un policía; y los pícaros representantes del tradicional "A que no me quema el papelón". 

Las leyendas

En el carnaval de Santiago existían representaciones carnavaleras según su origen social: festejos privados, celebrados en clubes de alta sociedad, y la representación popular, que tocaba en los barrios populares.

Del barrio La Joya vienen los lechones, y de Los Pepines, surgieron estos representantes. La antagonía de los vecinos no la cubrió el disfraz.

La guerra entre lechones y pepines viene de tiempo atrás. Surgió debido a las disputas entre los habitantes de Pueblo Arriba y Pueblo Abajo. En el caso de los lechones, representaban a miembros de distintos barrios.

La máscara de los lechones simula el rostro de un cerdo con dos cachos de vaca lisos, y el de los pepines es de un diablo con cachos repletos de espinas.

La brújula

Desde el primer día. En la organización del carnaval de Santiago participan la Gobernación y Medios Unidos del Cibao (MUCI). Pedro Genaro, relacionista del MUCI, indicó que desde el primer domingo de precalentamiento hasta el día del desfile final, el domingo, 24 de febrero, Santiago estará encendido.

La ubicación. La avenida del carnaval es Las Carreras, en el tramo comprendido entre la antigua prolongación de la Francia (Paseo Manuel Valverde Podestá) y la calle San Luis. "Son tres kilómetros donde los carnavaleros y los civiles desfilan y pasean entre las torres publicitarias de diferentes empresas patrocinadoras", dice Genaro.

Agenda. Este domingo 10 de febrero se suben a la tarima Presidente, Tulilé y Chiqui Rodríguez. El domingo 17 actúa El Jefrey y en el cierre habrá un concierto con Fernando Villalona.

Gastronomía. Según Tony Henríquez, en las cercanías del Monumento se pueden entusiasmar con la comida que ofrece El Rancho Cucaramacara y El Tablón.