Edificio Diez, 1929-1930

Fachada del Diez.

Texto: Omar Rancier | Video y Fotos actuales: Marvin del Cid | Fotos antiguas: AGN e Imágenes de Nuestra Historia.

Otra de las obras de Benigno Trueba, ese puertorriqueño nacido cuando la vecina isla aun pertenecía al reino de España y que finalmente se radica en Santo Domingo donde, aun siendo ingeniero de caminos, realiza una serie de obras importantes para la historiografía de la arquitectura dominicana, es el edificio Diez de 1929-1930. Vecino a su primera gran obra, el edifico Baquero de 1928 (recordemos que el edificio Cerame, construido por Trueba en 1924, fue diseñado por una firma norteamericana), el edificio Diez explora el mismo lenguaje que su predecesor, diferenciándose en su emplazamiento entre medianeras, mientras el Baquero está ubicado en una esquina. El Diez es un edificio mixto, comercial en la primera planta y habitacional y de oficinas en las demás plantas.

Foto desde el edificio Baquero, posiblemente en la década de los 60. Por (Fuente externa)
Vista desde la calle Hostos donde se puede ver el Diez, posiblemente en la década de los 50. Por (Fuente externa)
Una foto panorámica antigua con de el Diez a la izquierda. Por (Fuente externa)

Construido para los hermanos Diez el edificio de siete plantas (incluyendo el mezzannine comercial) de 750 metros cuadrado de superficie cada una, usa la misma terminación en gris que el Baquero y el mismo material, el hormigón armado. Estilísticamente responde, también, a un ecléctico de matriz clásica. Organizado en tres cuerpos verticales, donde el cuerpo central se caracteriza por la presencia de los balcones y de unas pilastras con capiteles corintios, el Diez muestra el típico doble puntal comercial y utiliza una estrategia, que aparece en los otros edificios de Trueba: la de separar verticalmente el uso comercial del habitacional y de oficinas con un balcón corrido que marca la diferencia de usos. Esta estrategia es usada en el Baquero y en el edificio Olalla, una refinada muestra de arquitectura ecléctica que colinda con el edificio Cerame en la calle El Conde. En el Diez el balcón corrido aparece también arriba rematando la composición vertical del edifico.

Otra de las características del Diez, es que los balcones de cada piso son diferentes, tanto en la forma del propio balcón como en los huecos de las puertas que presentan dinteles rectos, arcos rebajados y arcos de medio punto alternados, de manera que, con esta estrategia de diseño, además de lograr lo que a los arquitectos nos gusta llamar “variedad en la unidad”, Trueba logra caracterizar cada piso.

Cada fila de balcones por piso es diferente en estilo. Por (Marvin del Cid )
Cada fila de balcones por piso es diferente en estilo. Por (Marvin del Cid)
Cada fila de balcones por piso es diferente en estilo. Por (Marvin del Cid)
Cada fila de balcones por piso es diferente en estilo. Por (Marvin del Cid)
Cada fila de balcones por piso es diferente en estilo. Por (Marvin del Cid)

Resulta curioso el hecho de marcar el año de construcción, que aparecen en todos los edificios de Trueba en el frente, en algunos en números romanos: MCMXXIV, en el Cerame, MCMXXVIII, en el Baquero. Sin embargo, en el Diez aparecen dos años diferentes: 1929 en el lateral oeste, 1929 y 1930 en la parte frontal, en los laterales, lo que interpreto como el año del inicio y del final de la construcción. El letrero con el nombre del edificio al centro del balcón corrido superior que aparece en las fotos antiguas se ha borrado.

La fecha del edificio en el lado este es 1930. Por (Marvin del Cid)
La fecha en el lado oeste es 1929. Por (Marvin del Cid)
En el centro arriba ya no es legible el nombre del edificio. Por (Marvin del Cid)

Al edifico se accede desde la calle El Conde al centro de este por un profundo zaguán con escaleras y elevador (con el Baquero, el Diez es de los primeros edificios con este tipo de instalación) al fondo que da a los diferentes niveles. Actualmente el edificio se encuentra ocupado solamente en el nivel comercial y en algunos de los espacios de los pisos superiores.

La planta del edifico Diez es sumamente compleja, mostrando una serie de escaleras que sirven solamente la parte comercial y en los pisos superiores, servidos por tres patios de ventilación, los diferentes espacios se desarrollan alrededor de los mismos. El segundo nivel aloja tres grandes apartamentos y los pisos restantes son de oficina. Físicamente está en un estado de conservación precario; a simple vista se perciben los desprendimientos del empañete de los balcones y la carpintería de puertas y ventanas están en muy mal estado, lo que no ha reducido en lo más mínimo la imponencia urbana y la dignidad del edificio.

En el 2013, se planteó convertir el edificio Diez en un aparthotel para estudiantes extranjeros para lo cual se realizó en UNIBE una especie de concurso promovido por un empresario donde se presentaron diferentes propuestas de estudiantes de arquitectura iniciativa que no se llegó a implementar.