Detrás de ser “popi” o “wawawa”, la explicación de los expertos
Los términos popularizados por los jóvenes y mencionados en canciones urbanas aluden la diferencia de clases y estatus sociales
En los últimos cuatro años se ha vuelto común en el vocabulario popular en los jóvenes utilizar los términos “Popi” o “Wawawa” para referirse, en la primera palabra a aquellos de clase social acomodada y a otros que tienen un estatus social ascendente, mientras que los ‘wawawa’ son los populares, son los que vienen del barrio, y en ciertos casos son agrupados los “nini”, los que no estudian ni trabajan.
El auge de estas expresiones ha llegado hasta la música, donde varios artistas son identificados por esas “corrientes” o “fenómeno” social. El grupo juvenil Lo Blanquito se volvieron populares con los temas “Party de popis” y “Telacuti”, dándole notoriedad al término popi, mientras que de los ”wawawa”, los que vienen del barrio y adoran el rap y el dembow tienen al representante de esta corriente el rapero Rochy RD.
Y aquellos que los sitúan en el medio de los dos hay quienes les llaman “Popiwa”, cuyo término se está volviendo famoso en el vocablo del dominicano y quedó grabado en la canción “Popiwa”, de Lo Blanquito y Crazy Design, del que se desprenden estos versos: “Tú dices que eres popi pero te gustan los wawawa, entonces tu eres popiwa. Te gusta el reguetón, pero te encontré cabeceando rap, entonces tu eres popiwa”.
Hoy en día los motes de “jevito”, “hijo de papi y mami”, ”fresa”, “hijo de machepa” y “saltapatrás” han migrado a “popi” o “wawawa”.
Aunque se toma como “chercha”, lo cierto es que detrás de ser popi o wawawa hay rasgos de discriminación. Así lo explicaron a Diario Libre los especialistas en estudios sociales y folclor, Joel Arboleda, Fátima Portorreal y Xiomarita Pérez.
Prejuicios sociales
Para el sociólogo y profesor de la Escuela de Sociología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Joel Arboleda, las categorías antes mencionadas responden más a prejuicios sociales que a hechos objetivos y aclara que los motes siempre han existido, lo que varían son las palabras.
“De formas diferentes antes se les denominaba ‘tutumpotes e hijos de machepa’ en los años 70 y se han acuñado al profesor Juan Bosch. Aunque este tenía un contenido más político. Influyen cuestiones económicas, pero también raciales”, argumenta el profesor Arboleda.
“Esas palabras expresan formas de prejuicio y estereotipos. La discriminación es la que genera el término y el término solo expresa la práctica social”, afirma el sociólogo Joel Arboleda.
El especialista entiende que la división de estos sectores sociales supone pretender que uno no haga lo del otro, es decir, “el popi que gusta cosas de wawawa es visto como sencillo y humilde. Esto entra de los que contempla la distinción en las ciencias sociales, al acercarse el distinguido (que está en posición superior) en realidad termina distinguiéndose. En cambio, el wawawa que gusta de cosas de popi o que hace cosas de popi, es comparón”, refiere el especialista en estudios sociales.
El hecho de avanzar económicamente viniendo de abajo es motivo de discriminación. Joel cita el caso de los que ascienden económicamente “gracias a su talento extraordinario como peloteros y músicos”, sin embargo, dice que no son “necesariamente aceptados a nivel social”.
Para aterrizar más el planteamiento el profesor nos recuerda la película dominicana “Juniol”, dirigida por Alfonso Rodríguez donde dos jóvenes llamados Juniol, uno rico y uno pobre invierten sus papeles y estilos de vida; el rico se va una temporada a la casa del pobre y viceversa. “Esas películas narran los encuentros entre sociedades”, concluye el profesor Joel Arboleda.
El rechazo social
La antropóloga social y profesora universitaria Fátima Portorreal concuerda con Joel Arboleda en que estas palabras siempre han existido. En la época colonial se utilizaba el “saltapatrás”. “En todos los momentos históricos ha habido nombres, los cuales son motes lingüísticos para citar la diferencia entre clases”, declara Portorreal.
No obstante, hace énfasis en que no es lo mismo la clase social ni el estatus, aunque van directamente relacionados. “La clase es la estratificación que tiene la base material y la riqueza, cuyo grupo de individuos comparten una característica común que los vincula social o económicamente. El estatus son las cosas que se van adquiriendo en el proceso”, dice. Y agrega: “Tú puedes ser pobre, pero puedes llegar a tener un estatus social elevado”.
Un ejemplo común es el que logra adquirir un buen vehículo, la posibilidad de viajar, de adquirir prendas de marcas, etc.
Por eso, considera que ser popi o wawawa, son términos de valoraciones sociales, y “toda valoración social puede tener elementos de discriminación”.
En la música urbana, donde predominan estas divisiones, Fátima Portorreal considera que “la música urbana siempre ha sido una respuesta a las situaciones en las que se encuentran”.
Fraseología popular
“Esos términos lo tienen los jóvenes porque hay una competencia social”, afirma la folclorista Xiomarita Pérez.
Esta competencia social puede ser vista en el estilo de vestir, en las marcas y en la moda. “Tú te diriges a un barrio popular y tú le regalas una camiseta de marca a un joven, eso hará que él se sienta grande. Hay un deseo de aspirar, lo cual no es malo”, entiende Xiomarita.
En el plano del folclor, Xiomarita manifiesta que estos términos enriquecen el lenguaje, y que deben ser documentados. “Popi o wawawa permanecerá en el vocablo popular si la colectividad lo asume”, dice la folclorista, abundando en que hay frases que se han perdido con el tiempo.
Contrario a los dos especialistas consultados, Xiomarita Pérez no cree que haya tal discriminación porque a una persona le digan popi o wawawa. “Esos términos no hieren. Si tu está consciente de lo que eres no hay problema. Yo no tengo que escuchar que le digan wawawa a uno para saber que es de clase baja”, argumenta.
Pérez menciona que en el libro “Dominicanismos” de Luchy Gómez Marín se encuentra registradas la frase “hijos de machepa”.
Rebeldía social
La investigadora Xiomarita Pérez, conocedora de los ritmos dominicanos, se volvió viral en las redes sociales cocinando un sancocho mientras escuchaba un dembow del urbano Lírico en la casa, titulada “Marianela”.
Por eso entiende que el dembow es parte de la rebeldía social, porque sale de lo más profundo del barrio. “Hay quienes rechazan estas canciones, pero son producto de la necesidad. A los jóvenes no se les está tomando en cuenta”, concluye.
¿Te identifican como popi o wawawa?
VIDEO | ¿Eres popi o wawawa? Lo Blanquito y Crazy Design lo explican
Lo Blanquito y Rochy RD reúnen a varios grupos de fanáticos.
MP: imputada en operación Pandora vendía municiones de la Policía a haitianos
Más de 120 entidades públicas y privadas firman el Pacto Nacional por la Seguridad Vial
Lamborghinis y Ferraris: sigue el polémico uso de las exoneraciones de vehículos a legisladores
EE.UU. reconoce a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela
Un hombre muerto y otro herido al caer vehículo por un precipicio en San José de las Matas