De la poética de Argénida Romero

Argénida Romero. (Nelson Sosa)

Tanatofórico

Lo normal habita en la cafetera
hervir los huevos
la ventana abierta
mirar las nubes
va a llover, luego alumbrará el sol, hará calor, querrás desabrocharte el sostén
no existen los ángeles
dios habita en el vientre vacío.

Le decía mío
nuestro
ahora, lo normal es decir no está, debes llorar
rendir culto al ángel que no existe
abrir las piernas
expiar al dios de tu vientre
decir ya basta
y que no baste.

La normalidad
la gota que cae
desvestirse
el cabello que crece
las areolas marrones, puntos de equilibrio
flacidez
el globo explotó
las carcajadas de dios en tu vientre.

Te llamé, te nombré
pequeño pez sobre la arena
tu encomienda fue decirme
que después del día feliz siguen los días
y que hay otra ley
negarse al nombre, al sentido lineal de la dicha
volverse escarabajo.


Código Morse

A Alejandra, Diana, Carl y René

Se ha pulverizado la rosa
ahora hay tiempo para regar las plantas
de mirar el hueco del túnel
no temer
doblar las sábanas
ver el espejo como una ventana
asomarte a la redondez de la cáscara
extender la comisura de los labios.

¿Dónde está el viento frío que te espera?
Los balcones de la ciudad escalan el cielo
tras sus rejas, el mundo se expande
bombas tragadas sin recetas
nuestro campo de batalla
nuestro Mar Caribe
nuestro desfile de resucitaciones.

El punto azul
la piedra de la cordura.

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