Despedimos la Temporada Sinfónica 2023 con un programa para recordar
En este último concierto disfrutaremos de las obras de dos compositores indispensables, Richard Wagner y Piotr I. Chaikovski
El tiempo vuela y mañana miércoles 8 de noviembre termina esta intensa temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional, marcada por extraordinarios conciertos. En este último concierto disfrutaremos de las obras de dos compositores indispensables, Richard Wagner y Piotr I. Chaikovski.
No tendremos solista invitado, la orquesta con su director serán los protagonistas; confieso, de mis formulas favoritas.
El programa de la noche nos ofrece una primera parte dedicada al compositor alemán Richard Wagner (1813-1883). Amado y odiado, fue un verdadero innovador en la música. Wagner prácticamente se dedicó a la composición de óperas apoyándose con frecuencia en leyendas de la mitología germánica o de Europa.
Wagner es un compositor particular, a algunos nos cuesta entenderlo, pero una vez que su música te llega, profundiza, alcanza sensaciones como muy pocas logran entrar. Escribía sus propios libretos además de la música de sus óperas.
En este programa escucharemos tres pasajes de óperas del compositor y los tres son sencillamente espectaculares
Preludio del Acto III de Lohengrin
Ópera inspirada en un romance medieval sobre Parsifal o el caballero del cisne escritadurante los años de exilio del compositor en Suiza. Gracias a Franz Liszt se estrenó en Weimar (Alemania) el 28 de agosto de 1850, dirigida por el propio Liszt. El preludio del acto III es brillante y luminoso, una melodía resplandeciente, con toda la fuerza de la orquestación de Wagner, y que introduce la boda de Lohengrin, caballero del Grial con su amada Elsa.
Preludio y muerte por amor de la ópera Tristán e Isolda
Inspirada en la leyenda francesa de Tristán e Isolda, es una trágica historia de amor prohibido entre Tristán, caballero de Cornualles, y la princesa irlandesa Isolda. El Preludio y el Liebestod (Amor-Muerte) constituyen el principio y el final de la ópera. El Preludio se abre con los violonchelos tocando suavemente cuatro notas. La última nota se desvanece en un extraordinario acorde tocado por oboes, fagotes y corno inglés, el famoso "acorde de Tristán”. Lo sigue una exuberante obra orquestal que traza a través de la ópera, la naturaleza inexplicable y primaria del amor.
El Liebestod, un éxtasis al final de la obra. Es la culminación de los trágicos acontecimientos que se ponen en marcha cuando Tristán e Isolda beben una poción de amor que los condena a su trágica muerte, Tristán es apuñalado, Isolda pertenece a su rey. Tristán regresa a su fortaleza para morir. Isolda llega y encuentra a Tristán muerto, cuando inicia el Liebestod. Todo se desvanece y solo aparece la posibilidad de consumar finalmente su amor con Tristán en la muerte. Las "olas de brisas refrescantes" comienzan a envolver a Isolda, se imagina expirando en "la vasta ola del aliento del mundo". Se hunde mientras los vientos, sobre luminosos violines, flotan hacia una resolución del acorde del Preludio.
Obertura de la ópera Tannhäuser
La obertura de Tannhäuser es una síntesis perfecta de la ópera. En Tannhäuser Wagner, como en otras óperas de su autoría, plasma el conflicto entre lo material y lo espiritual. En esta hermosa obertura se dejan ver los temas centrales de la ópera. En ella aparecen los temas de la peregrinación, del perdón junto con la sensualidad que vive Tannhäuser en la montaña, seducido por Venus.
Luego del intermedio: Piotr Ilich Chaikovski con su Sinfonía no 6 ("Pathétique")
Escucharemos a uno de los compositores más conocidos y amados por el público. Sus melodías románticas, su apasionada vida, han cautivado al mundo durante varias generaciones. En sus obras se puede ver la clara expresión de sus sentimientos durante su atormentada vida. La música de Chaikovski (1840 -1893) ha permanecido firmemente arraigada en el repertorio porque "dice" algo mucho más rico, más apasionado y más profundamente conmovedor que cualquier caracterización podría transmitir.
Esta sinfonía, en cuatro movimientos, está considerada como una de las más poderosas de Chaikovski. Escrita en el verano de 1893. Cuentan que su hermano Modest le dio el subtítulo de Pathética. Es posible que se trate de una autobiografía del propio compositor, narrando sus comienzos, sus luchas, triunfos y su caída final. Su repentina muerte, atribuida al suicidio al tomar agua contaminada, pocos días después de haber dirigido la primera representación, alimentó los rumores de que, al igual que Mozart, había compuesto un Réquiem para sí mismo. La Sinfonía termina con el trágico andante lamentoso. La llamada del destino lo va arrastrando hacia la muerte. En la coda final las notas van descendiendo, cada vez más abajo de un modo desolador, hasta terminar únicamente con las notas de los violoncelos y contrabajos. El final transmite la pérdida del amor. El sentimiento de soledad le invade. Se siente destruido, sin fuerzas, incapaz de salvarse. Sus lamentos son intensos. Los recuerdos de un pasado feliz lo llevan a la desesperación. El destino lo arrastra hacia el fatal desenlace, aquel del que no hay escape y lentamente se introduce. en las enigmáticas sombras de la muerte.
Despedimos la temporada con un programa que solo alimenta el deseo de más y frecuentes conciertos.
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