Llega la octava Gala de Ganadores Van Cliburn en Santo Domingo

Yuncham Lim, medalla de Oro, Ana Geniushene, medalla de Plata, y Dmytro Choni, medalla de bronce, serán los protagonistas de la noche

Dmytro Choni, Anna Geniushene y Yunchan Lim, ganadores del Concurso Internacional de Piano Van Cliburn. (Fuente externa)

Este miércoles 13 de septiembre nos engalanaremos para recibir a los tres ganadores del Concurso Internacional de Piano Van Cliburn, en un concierto que conmemora los 120 años de E. León Jimenes, los 20 años de la Emisora Raíces y del Centro León y los 30 años de las Galas Van Cliburn en nuestro país.

Las Galas Van Cliburn se inician en 1993 conmemorando el noventa aniversario de E. León Jimenes. Treinta años después la generosidad de esta empresa se pone de manifiesto y un nuevo piano de cola modelo D de la Casa Steinway & Sons es donado al Teatro Nacional, al igual que en 1993.

Yuncham Lim, medalla de Oro, Ana Geniushene, medalla de Plata, y Dmytro Choni, medalla de bronce, serán los protagonistas de la noche, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional y su director titular, el Maestro José Antonio Molina, con un programa magnífico que reúne tres compositores donde el romanticismo es la nota clave.

El concierto iniciará con el ganador de la medalla de bronce, Dmytro Choni, ucraniano.

Choni interpretará el "Concierto Nº 3 para piano y orquesta en do menor" Op.37 de Ludwig van Beethoven.

Este concierto fue compuesto entre 1800 y 1803, estrenado en Viena en abril de 1803 con Beethoven al piano. Las partes orquestales del concierto estaban finalizadas, pero no las partes solistas, que el compositor fue improvisando durante la representación. El concierto presenta tres movimientos. Así como su Sinfonía No. 3 rompe todos los moldes establecidos, este concierto fue el único escrito en una clave menor. Deja atrás el siglo XVIII y se abre la puerta al romanticismo. Es una afirmación del compositor, si en los dos primeros podía recordar a Haydn y a Mozart, este se enfoca en el futuro. Beethoven ofrece una gran sorpresa en el movimiento lento que pasa del drama oscuro en do menor a mi mayor: una clave tan extraña que aún hoy sigue siendo sorprendente. Emocionalmente también, el largo está a un mundo de distancia del vigor del movimiento de apertura reemplazado por la ternura, el drama por la calidez, con Beethoven tomando un nuevo camino.

Terminando Beethoven, nos deleitaremos con la ganadora de la medalla de plata: Anna Geniushene, nacida en Moscú en1991.

Con ella escucharemos el concierto No. I para Piano y Orquesta de Piotr I. Chaikovski, quizás el concierto más famoso y amado por el público, es pieza segura en todo pianista que quiere ganarse un auditorio. Sus tres movimientos son sencillamente arrebatadores; sin embargo, este concierto tuvo un inicio no tan glorioso en su primera interpretación. En la víspera de Navidad de 1874, Chaikovski llevó la partitura a Nicolai Rubinstein, esperando que Rubinstein lo interpretara. El pianista recibió el concierto fríamente y lo rechazó. Chaikovski, aunque decepcionado, acudió al pianista y director de orquesta alemán Hans von Bülow, quien estrenó la obra en Boston en octubre de 1875, donde fue un éxito triunfal, marcando el comienzo de una serie de representaciones estadounidenses que aumentaron la popularidad de Chaikovski.

La apertura es majestuosa y mesurada. Antes de que este primer tema pierda completamente su fuerza, aparecen fragmentos del segundo, que presagian su inminente aparición en una doble exposición de estructura única. El tormentoso desarrollo conduce a dos clímax demoledores, primero para el piano y luego para la orquesta, con una figura abrasadora para las cuerdas asumida por el piano con atronadora bravura. El movimiento se cierra con gran seguridad y autoridad, con pasajes deslumbrantes para el solista. El movimiento central es único, de belleza sublime –justo lo que uno esperaría de un movimiento lento– pasa a un Prestissimo veloz que hace girar los dedos.

El final, Allegro con fuoco (rápido con fuego) se abre con una extravagante melodía ucraniana a la que sigue un tema vertiginoso, primero por los violines y luego por el solista. Chaikovski hace todo lo posible para la coda del Concierto, con la orquesta tocando el segundo tema, antes de que todos se lancen a las deslumbrantes páginas finales.

Y finalmente la medalla de oro, con él cerramos la noche, el coreano Yuncham Lim, quien además obtuvo el premio que otorga el público a su pianista favorito durante el concurso y el premio a la mejor interpretación de una obra inédita. En junio de 2022, Lim se convirtió en la persona más joven en ganar el oro en el Concurso Internacional de Piano Van Cliburn.

Con este joven pianista escucharemos uno de los conciertos más interpretados y grabados del periodo romántico. El concierto para piano en la menor, Op. 54 del alemán Robert Schuman, uno de los conciertos para piano más interpretados y grabados del romanticismo.

Con el apoyo de su esposa Clara, Schumann entró en uno de los periodos más creativos de su vida tras su matrimonio. Durante cinco años produjo una obra maestra tras otra. El Concierto para piano cierra estos años de creatividad. 

El concierto se abre con la versión revisada de su Fantasía de 1841. El movimiento se ciñe a la forma sonata-allegro, pero también conserva el carácter libre de la Fantasía original. Tras una larga cadencia que pone a prueba la capacidad expresiva y técnica del solista, el movimiento termina con una coda marcial. El breve movimiento lento del intermezzo es pura belleza y enmarca una sección central en un diálogo del solista y los violonchelos.

Del intermezzo se pasa al final sin pausa. El tema de apertura del movimiento es una reelaboración del tema principal del primer movimiento lleno de nobleza. Al igual que en el primer movimiento, Schumann se aproxima a la forma con gran libertad, con un nuevo tema introducido por los oboes y el piano más tarde en el final. Una larga coda, impulsiva e irresistible, termina el concierto. Uno de los más logrados y únicos en el repertorio

Felicitamos a la Fundación León Jimenes por mantener esta maravillosa tradición y por su mecenazgo ejemplar, a la Orquesta, a la Fundación Sinfonía y al Maestro José Antonio Molina, que como siempre nos brindará lo mejor de su talento conduciendo la orquesta y acompañando a los ganadores.

Estudió artes liberales. Es curiosa y le encanta escribir. La lectura y la música son su pasión. Esa pasión le ha llevado a estudiar y tratar de profundizar en un océano lleno de notas inacabables y pleno de placer.

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