Máxima Zorreguieta, la reina latina de la corona neerlandesa
De origen argentino, la monarca consorte, casada con su Majestad Guillermo Alejandro I, lleva diez años junto a él al frente del trono de Países Bajos. Un matrimonio que tuvo que luchar contra las costumbres para que el amor triunfase
Mujer de estudios y negocios, referente de la moda y, ante todo, reina. Ella es Máxima Zorreguieta. Esposa del rey Guillermo Alejandro I de los Países Bajos, ostenta el título de reina consorte de los Países Bajos desde que el monarca ascendiera al trono en 2013.
Nacida para reinar
Nacida el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, Argentina, su nombre completo es Máxima Alejandra Wilhelmina Cerruti. Creció en el seno de una familia de clase alta, puesto que es la cuarta hija del político Jorge Zorreguieta y la primera que tuvo con su segunda esposa, María del Carmen Cerruti, con quien tuvo otros tres hijos más.
Ser hija de Jorge Horacio Zorreguieta trajo un montón de controversia en su momento debido a la participación de su padre en la dictadura militar argentina, pues fue secretario de agricultura.
Por ello, la historia de Máxima está marcada por su origen argentino y su matrimonio con un miembro de la realeza europea. Y en eso último, su ascendencia fue un bache. Aunque ella, desde pequeña, ya apuntaba maneras para llegar alto.
Y es que desde joven, Máxima destacó como una estudiante ejemplar. Estudió en el prestigioso colegio bilingüe Northlands en su ciudad natal, se graduó en Ciencias Económicas en la Universidad Católica Argentina en 1995 y después cursó un Máster en Boston (Estados Unidos).
Mientras estudiaba, Máxima Zorreguieta también trabajó ocasionalmente en el Mercado Abierto y en el departamento de ventas de Seguros Boston. Después, finalizado el máster, se mudó a Nueva York donde residió hasta el año 2000.
Allí ocupó cargos de alta responsabilidad en instituciones financieras reconocidas, como James Capel Inc, Dresdner Kleinworth Benson y el Deutsche Bank. En mayo de 2000, Máxima se mudó a Bruselas (Bélgica) para trabajar en la Oficina Representativa de la Unión Europea en el banco de dicha capital. Pero su vida, pronto cambiaría.
El poder del amor
Máxima conoció a Guillermo Alejandro, entonces príncipe heredero de los Países Bajos, en 1999 durante una feria en Sevilla, España. Su romance se hizo oficial el 30 de marzo del 2001, con reacciones dispares debido al pasado del padre de Zorreguieta. La entonces reina Beatriz se oponía a la relación.
Pero nada pudo con el poder del amor. El 17 de mayo de ese mismo año, Máxima consiguió la nacionalidad holandesa y se anunció su futura boda con Guillermo Alejandro para el 2 de febrero de 2002.
El Parlamento holandés decidió que el padre de la futura reina consorte no podría asistir, y esa fue la condición que pusieron para autorizar el enlace. Sin la aprobación del Parlamento, el príncipe no podría haberse casado con Máxima, a no ser que renunciase a su derecho al trono.
A pesar de toda la controversia en torno a Zorreguieta, el pueblo holandés empatizó con ella al ver sus lágrimas durante la ausencia de sus padres en la boda. En su discurso, que pronunció en neerlandés, aseguró que lamentaba que su padre “hubiera trabajado con tanto esfuerzo para un Gobierno equivocado”.
Aquello, unido a las muestras de amor del futuro monarca, hicieron que se fuese ganando el cariño de la gente y se convirtiera en una princesa popular. Fruto de esta unión nacieron tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane.
Sin embargo, algunos excesos del matrimonio durante la pandemia, como la compra de una residencia en Grecia, un yate de lujo para vacacionar o la celebración del cumpleaños de la princesa Amalia; todas ellas en plenas restricciones, salpicaron la imagen del matrimonio.
Imagen y legado
Hace exactamente diez años, llegó su momento de ascender al trono: El 30 de abril de 2013 la reina Beatriz abdicó y su hijo Guillermo fue coronado. Con ello, Máxima se convirtió en la reina consorte de los Países Bajos.
Desde entonces, y salvo por el episodio mencionado de los privilegios demostrados durante el confinamiento, ha sabido llevar la corona como si hubiera nacido para ello. Y ha ocupado varios cargos. De hecho, es miembro de la Fundación Orange, encargada de promover el bienestar social y la cohesión en los Países Bajos.
También es asesora especial para las Finanzas de Inclusión para el Desarrollo (UNSGSA) de la ONU desde 2009, y es una destacada defensora a nivel mundial de la importancia de la inclusión financiera para lograr objetivos económicos y de desarrollo. En 2011, fue nombrada patrona honoraria de la Alianza Mundial del G20 para la Inclusión Financiera (GPFI).
Además, es todo un referente en la moda, caracterizada por un estilo vanguardista y rompedor. Y es que Máxima Zorreguieta siempre se ha atrevido a ir más allá de la etiqueta y de los cánones de la aristocracia, sin por ello perder ni un ápice de glamur o nobleza.
Recientemente, su aparición en la Semana del Diseño de Milán, donde vestía una gabardina estilo trench agujereado, ha causado sensación y todo apunta a que esta será una de las prendas de entretiempo de la temporada.
Si la historia de los reyes de Holanda les interesa, pronto podrán verla en la pequeña pantalla: las productoras Star+ y Millstreet Films han anunciado que una serie similar a “The Crown” pero centrada en Máxima está en proceso, y la actriz argentina Delfina Chávez será la encargada de dar vida a la reina consorte.
Por Nora Cifuentes
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