El príncipe William hereda la propiedad del Ducado de Cornualles, valorada en mil millones de euros

Con el ascenso de Carlos III al trono británico, el príncipe William se convirtió en el primero en la línea de sucesión. Esto no solo significa que sus responsabilidades aumentan, sino también sus riquezas. Y es que el antiguo duque de Cambridge y ahora duque de Cornualles heredó una finca de 685 años de antigüedad, valorada en más de mil millones de euros. 

Creada en 1337 por el rey Eduardo III para garantizar independencia económica a su hijo, el Ducado de Cornualles es una finca con más de 52,000 hectáreas (128,000 acres). Esto sitúa a William entre los 10 mayores terratenientes de Inglaterra, después de empresas como United Utilities y National Trust.

Gran parte de esta tierra ni siquiera está en Cornualles: se extiende desde Devon hasta Kent y desde Carmarthenshire hasta Nottinghamshire, según informa The Guardian. Aparte de las tierras de cultivo, también hay viviendas y propiedades comerciales, bosques, ríos y costas. Los ingresos del patrimonio se utilizan para financiar las actividades públicas, privadas y benéficas del duque de Cornualles, aseguran desde su portal. 

Carlos III era quien poseía esta hacienda antes de William, por ser el heredero al trono antes de convertirse en rey a raíz de la muerte de Isabel II. Bajo su mando, se promocionaron proyectos fundamentados en sus pilares filosóficos del ámbito arquitectónico, medioambiental y de agricultura orgánica. Gestionarla de forma “sostenible, financieramente viable” supone el camino a seguir impuesto por el saliente duque.  

El ahora rey dejó el Estado de Cornwall con una plantilla de 150 personas repartidas en siete oficinas y optó por pagar la tasa máxima del impuesto sobre la renta (45 %) sobre las ganancias del Ducado sin estar obligado (ya que el Ducado no se considera una empresa). Ahora depende del príncipe William determinar si continuará bajo lo establecido por su padre o si habrá cambios.