Lebrija, un adelantado a su tiempo
Entrevista a María José Rincón sobre el creador de la primera gramática española
¿Antonio de Nebrija o Lebrija? Se conmemoran los 500 años de la muerte del autor de la primera gramática de la lengua española y la primera cuestión a dilucidar sería ésta.
Las dos formas coexisten y tienen su explicación, viene a aclarar en esta entrevista María José Rincón, Doctora en Filología y lexicógrafa que mañana martes explicará la importancia también para República Dominicana de este sabio del siglo XV. O la sorprendente coincidencia de la censura que sufrió por parte de intransigentes religiosos con realidades que vivimos en este siglo XXI.
Es una conferencia titulada Antonio de Lebrija: el poder de las palabras y la cita es las 7:00 p.m. en el Centro Cultural de España.
¿Quién fue Antonio de Lebrija?
Aparte de ser el autor de la primera gramática de la lengua española, lo es de la primera gramática de una lengua en la cultura occidental. No había gramática del francés, del italiano, todas se hicieron en tiempo posterior a su obra. Esa primera gramática de 1492 es muy importante. De hecho esa primera gramática sirvió como modelo después para las gramáticas de las lenguas indígenas americanas.
¿Se hicieron gramáticas de las lenguas americanas?
Sí, claro. Cuando los misioneros llegaron a tierras americanas, aprovecharon la gramática de Nebrija, que casi todos conocían por su prestigio, y la usaron como base para las gramáticas de esas nuevas lenguas.
Finalmente… ¿Lebrija o Nebrija?
Lo correcto es Antonio de Lebrija, porque nació en un pueblo de Sevilla que se llama Lebrija y entonces no había costumbre de llevar los apellidos de los padres. Tu “apellido“ era el nombre de tu pueblo. De hecho, en un cuaderno de apuntes que se conserva de él, firma como Antonio de Lebrija. Como era un especialista de lenguas latinas y sus obras eran en latín, firma con su nombre traducido al latín: Antonius de Nebrissa. Pero transforma su nombre y a la hora de firmar en latín, dice Elius Antonius de Nebrissa. Como era de Sevilla, él decía que había nacido en la Bética, donde nacieron la familia de los Elios, los emperadores romanos Trajano y Adriano, por lo que decía que podían ser sus paisanos. Por eso antes de Antonio añadió otro nombre, Elius. Viene a decir “como autor en latín me añado el Elios y el Nebrissa, que es historia antigua". El nebriss era la capa de piel de animal que se ponían las bacantes, adoradoras del dios Baco, pues la tradición de Nebrissa es que la fundó Baco.
Cuando del latín se pasa al español el Nebrissa se traduce Nebrija como fallo del español. ¡Tanto que afanó él en la corrección de textos, por las erratas que sufrían los manuscritos y él lo sufre cuando traducen mal su nombre!
¿Cuál era el gran valor de su obra?
La primera dificultad de la gramática no era su conocimiento, que él lo tenía. La dificultad de la gramática es que el español era la lengua vulgar y no tenía la categoría o la consideración del latín como lengua cultural. El español se usaba solo para la literatura ligera y poesía y para la vida cotidiana.
Era un paso muy importante para romper barreras sociales y culturales.
Claro, es un paso trascendente, primero porque los que accedían al latín era un grupo reducido. No por publicarse una gramática le cambia la vida a los analfabetos del sigo XV, pero sí empezaba a calar en las clases cultas y en las universidades, que tenían tanta trascendencia en la época. La idea de esa primera gramática fue rompedora porque ninguna otra lengua lo había hecho.
¿Cuánto tiempo tardó en respetarse el español?
Ahí estamos en el momento de la creación de España y por eso es tan importante. Ahí casi podemos hablar del idioma español.
En 1492 los Reyes Católicos conquistan Granada, se anexionan Navarra, se acercan a Portugal...
… y se descubre América, se crea la imprenta, se publica la primera gramática y vocabulario. En ese tiempo era un diccionario, pero él le llamaba el Vocabulario Latino Español. Aunque la lengua de partida era el latín, para traducir el latín al español, lo que más trascendencia tiene es ese segundo vocabulario sin fecha, entendemos que es de 1494 aproximadamente, en el que aparece por primera vez el vocabulario español, teniendo al latín como segunda parte. La segunda eran palabras en español con su significado en español y traducción latina. Luego aparece canoa, una palabra americana en un diccionario en español.
Es decir, una palabra americana se adopta ya como parte del idioma español…
Exacto, era un adelantado a su época. La palabra la tomó de la carta a Luis de Santángel en el primer diario de Colón. En esa carta que se tradujo al latín, ya aparece la palabra canoa, que es una palabra taína. Yo cito siempre que sin internet, este señor en Salamanca o en Extremadura, ya sabía lo que se movía hasta el punto de comprender con su visión que el español había adoptado una palabra con otra procedencia. Fue una palabra adoptada completamente en 2 años.
Desde el conocimiento actual, ¿lo que hizo Lebrija es rudimentario o está vigente?
La gramática es muy avanzada, ten en cuenta que el latín tenía un corpus muy avanzado y él venía de allí. La división en clases de palabras, su terminología traducida y sobre todo la concepción de la gramática como normas que no son de obligatorio cumplimiento pero permiten que la lengua se mantenga en un tenor que no cambiara tanto para que no le pasara como al latín. Eso que pasa con la lengua compañera del Imperio.
¿La lengua del Imperio…?
Automáticamente se usó mucho a Lebrija en la dictadura franquista en la idea imperial de España. Ese imperio del que hablaba Lebrija, y que todos lo asimilan con el imperio de América, no existía en la época en que él escribe. Él se refería a las posibilidades de cuando España reconquistara Granada, de llevarlo a África. Pero ni siquiera eso, España tenía mucha extensión territorial unida a Aragón y Castilla.
Él pensaba en la idea de los imperios europeos…
Probablemente. Había una teoría de que los imperios pasaban de Oriente a Occidente. Él pensaba que una vez llegado a Roma el siguiente le tocaba a España. Él estuvo en la evolución de los Reyes Católicos y decía que el latín acompañaba al imperio latino y por eso el español acompañaba al imperio español. Dijo que para que el español no se desintegrara creó la gramática que lo regiría.
¿Qué pasó con las gramáticas de las lenguas americanas?
Ahí están, muchas gramáticas y no siempre son gramáticas pensadas para normar la lengua sino para enseñar esa lengua a otros misioneros. El que llegaba tenía que aprenderlo y esas gramáticas más rudimentarias eran utilizadas para su aprendizaje. Por ejemplo, de las lenguas indígenas antillanas no se hizo, pero sí gramáticas y vocabularios de otras lenguas y se conservan.
De Lebrija al siglo XXI. ¿Cómo estamos?
Cuando estamos en el flujo de lo que pasa, nos preocupa y es grave. Los que nos dedicamos a estudiar las lenguas clásicas… pues nos asustamos cuando vemos y oímos los disparates que salen, pero eso no tendrá tanta trascendencia. Mucho de lo que escuchamos ahora no queda, forma parte del día a día de la lengua pero no tendrá trascendencia definitiva. Una parte quedará por más que nos duela, pero al final la lengua debe cambiar y adaptarse. Nos gustaría que se adaptara con corrección. Es decir, si hay que crear o adaptar nuevas palabras de otras lenguas que sean necesarias como lo que pasó con la palabra canoa. Como lo hizo Colón cuando no pudo nombrarla y adoptó la palabra. No la pudo llamar bergantín, le llamó fusta... pero eso era una embarcación larga con timón y demás, pero la canoa no llevaba esto. También la llamó almadía o balsa, pero al final quedó canoa. Otra palabra fue piragua, una palabra caribeña que también se quedó. Hoy, en el siglo XXI, quisiéramos que los cambios fueran con criterio lógico, como adopción de palabras para realidades que el español no tiene palabras basadas en las normas. Algunas están bien formadas y otras no son necesarias. ¿Que cuajen en el flujo de la lengua? Es imparable. Si formamos buenos hablantes que aprecien la lengua, podemos tener más posibilidades de un destino mejor. Que no la empobrezcamos.
Nebrija tenía gran preocupación por restaurar los textos latinos a su forma correcta y evitar las erratas. Tras un estudio propuso 50 correcciones a la Biblia con la consecuencia de que algunos le achacaron querer corregir al Espíritu Santo. Él argumentaba que quería corregir los errores de los copistas que asumieron su escritura. Cuando quiso publicar la Quincuagena intervino la Inquisición y le fue denegado el permiso. Cuando finalmente le dijeron que sí, dijo: ´´¿Acaso no me basta con esclavizar la inteligencia en lo que me manda a creer la religión, sino que se me obliga a no saber lo que sé, en lo que he investigado, descubierto y y tengo manifiesto?´´ y dice ´´¿Qué servidumbre o tiranía es esta impuesta desde el castillo que no te deja decir libremente lo que piensas sin menoscabo de la fe? ¿Pero qué debo decir, ni siquiera escribir escondido dentro de las paredes de tu casa, ni murmurar cavando un hoyo o al menos dando vueltas a una idea contigo mismo?“ Cualquier parecido con la cultura de la censura actual… no parece mera coincidencia.
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