Artista José Cestero: "Deseo ser recordado viendo mi obra todo el tiempo, solo eso"

Abrió en el Museo de Arte Moderno (MAM) la muestra “Notas sueltas para contar” del prolífico pintor dominicano

El maestro de la pintura José Cestero en el Museo de Arte Moderno (MAM). (José Alexander Arias)

El arte nacional sigue brillando con importantes exposiciones durante este primer trimestre del 2022. El Ministerio de Cultura, a través del Museo de Arte Moderno (MAM), decidió honrar en vida la trayectoria artística del prolífico maestro de la pintura José Cestero en la retrospectiva “Notas sueltas para contar”.

Cestero, un citadino que nació el 19 de marzo del año 1937, no pudo ocultar su emoción al ver un museo completamente lleno de sus obras que resumen más de 60 años de imparable producción artística, de muchas piezas que hasta entonces había olvidado.

La apertura del pasado viernes fue encabezada por el viceministro de Patrimonio Cultural, Gamal Michelén, quien destacó que Cestero es “el paradigma de la narrativa social”, mientras que el director del museo, Federico Fondeur, lo valoró como “uno de los artistas más cultos del país”.

Más de 60 años de historia

Panorama de los dos pisos del MAM con las obras de Cestero. Por (José Alexander Arias)
El público aprecia la exposición. Por (José Alexander Arias)

A sus casi 85 años y con la vista desgastada no ha soltado el pincel, ni siquiera por verse afectado del coronavirus que lo dejó, según sus palabras, “un poco chueco”, pero con el sentido del humor intacto. “¿Esa palabrita no es un dembow? ¿Coronavirus? Pero ya estoy muy bien, yo bailé los mejores merengues cuando Trujillo, ‘Salve San Cristóbal’... En fin, mira la sátira que yo hago, más o menos camino un poco chueco”, dijo Cestero en una breve entrevista con DL mientras observaba uno de sus cuadros y sin ayuda para caminar.

Su hermano, Manuel Alejandro Pérez Cestero, de 83 años, que lo acompañó a la muestra, confiesa que “él nació siendo artista”. Reconoce que desde siempre fue una persona desprendida, que trabajaba con rapidez. “Su obra es vastísima. Aprendió inglés y francés solo y desde pequeño le agradó la pintura. Fue un pintor que se autocultivó culturalmente”.

La exhibición, que incluye pinturas, dibujos, fotografías y esculturas, se compone de más de 120 obras realizadas por el longevo autor en las últimas seis décadas. Varios coleccionistas facilitaron muchas creaciones.

“Para mí es un honor tener mis obras aquí y se ven perfectamente bien. El público que viene las puede asimilar sin ningún problema. Como yo, que casi estoy ciego, ya me imagino como es. Me siento honrado de estar en este homenaje tan bello, en este museo de todos ustedes”, dice el creador que ganó múltiples premios de artes visuales, entre ellos el Premio Nacional de Artes Plásticas 2015.

Política, costumbres y la gente

¿Por qué el color amarillo resalta tanto en su obra? Fue una pregunta obligada al prolífico artista, pues en uno de los salones los cuadros eran dominados por este vivo color.

La respuesta de Cestero es la muestra viva de cómo ha vivido: alegre y despreocupado. “El color amarillo es símbolo de la locura, de la patología clínica, el amarillo es así. De ahí nace la obra vangoniana y de grandes pintores impresionistas en la Europa antigua”, expresó.

En ese sentido, en el primer piso del MAM hay una sección dedicada a Van Gogh de cuadros que Cestero pintó. Además, plasmó “Las aventuras de Don Quijote” (2011) en varios cuadros y en una pequeña escultura realizada en los 80.

En el recorrido cada pieza es protagonista y no pasa desapercibida. En la política mostró su aire revolucionario, plasmado en su obra “Tertulia en el hostal Nicolás de Ovando 1994”, donde conversa Juan Bosch.

La ironía y la imaginación no faltan en “El doctor Balaguer” y Juan Luis Guerra visitando el Hoyo de Chulín”, donde el expresidente observaba el barrio dominado por la pobreza.

La bohemia, los cuentos, los libros y el olor a café en sus días completos en La Cafetera de la calle El Conde se recrearon intactos en un salón.

El retrato de la “Virgen de la Altagracia” 2012, la vida en el río Ozama, los humedales, los niños jugando son otra muestra del observador de la idiosincrasia dominicana.

Cuando Cestero no esté en el plano terrenal desea ser recordado “viendo mi obra, todo el tiempo, solo eso”, concluye.

Una gran pintura de '60 x 120' llama la atención. Se trata de “Santo Domingo en mi infancia 1940”. Allí plasmó las carretas y una guagua de dos pisos pasando por el Palacio Consistorial en la Ciudad Colonial.

Al recordarle a José Cestero algunas de las obras expuestas en la década del 90 como el retrato a Frida Kahlo, reconoció que "en esa época yo todavía podía ver bien y realicé una cantidad de obras que me había olvidado de ellas, en parte, pero hay una cantidad de obras aquí (en el MAM) importantísimas".

El folclor lo delata "Juan Calalú prende la vela y apaga la lú” '116 x  58' (1990) y a un personaje pintoresco, el “Doctor Anamú” (1982).

Fotografías, anécdotas y una interesante cronología de sus logros pueden verse en esta excelente exposición que durará hasta marzo. Las autoridades culturales informaron que está en carpeta abrir un museo de José Cestero en la Ciudad Colonial.

“Esta retrospectiva es el resultado de un esfuerzo común del equipo organizador; de curadores, de amigos, de importantes coleccionistas que prestaron sus obras para esta trascendental retrospectiva y del trabajo tenaz de un equipo comprometido en mantener vivo el arte y a nuestros artistas como vía adecuada para fomentar el interés, el conocimiento y la sensibilidad de nuestra sociedad a través del arte”, afirma la curadora Mildred Canahuate.

Todavía yo ando con mi libreta de dibujo, ha sido mi compañera durante muchos años José Cestero, 2021Artista

Más de su historia

Inició sus estudios pictóricos en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se graduó en 1954, siendo un destacado discípulo de los maestros Joseph Fulop, Gilberto Hernández Ortega y José Gausachs.

Posteriormente, en 1955, partió hacia Estados Unidos y allí realizó estudios libres en la Escuela de Artes de la Universidad de Columbia. En 1960 regresó a Santo Domingo y se unió a los artistas Silvano Lora, José Ramírez Conde, Iván Tovar y Ada Balcácer, formando el grupo vanguardista “Arte y Liberación”, el cual daría inicio a una práctica estética de fuertes resortes ideológicos y profundo compromiso social.

Entre sus reconocimientos, en 1964 obtuvo el 3er premio de dibujo del I Concurso de Arte Eduardo León Jimenes por su obra Estudio de niño con juguete". En 1985 participó en el XVII Festival Internacional de Pintura de Cagnes-sur-Mer, Francia; en 1990, con Recuerdo de mi infancia. Juan Calalú, apaga la vela y prende la luz, obtuvo el 3.er premio de dibujo de la XVII Bienal Nacional de Artes Visuales.

En el 2015 el Ministerio de Cultura le otorgó el “Premio Nacional de Artes Plásticas”.

En total, José Cestero ha participado en unas cincuenta y cuatro exposiciones colectivas y unas treinta y dos muestras individuales.

Apasionada por el arte, la cultura, el turismo y la radio. Escribe para la sección Revista de Diario Libre. Egresada de Comunicación Social por la UASD y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa por la UNIR.