Pavo, Black Friday y compras compulsivas

Si va a participar a conciencia durante la próxima semana y le gusta como a mí comprar en físico, comparto algunos trucos basados en diferentes películas y cuentos de mis hermanas, verdaderas expertas en el arte de la compra compulsiva

La verdadera ciencia del Black Friday es que usted no se lleve del impulso y adquiera a buen precio los artículos que realmente necesita. (Luiggy Morales)

Comencemos... Entre el fervor patriótico, los cacerolazos y la arenga nacionalista, se ha colado el pavo importado a recordarnos que la globalización llegó para quedarse, igual que nuestro complejo de Guacanagarix.

De entrada, respeto su opinión, pero para mí comerse una pechuga de pavo y beberse un vaso de agua es exactamente lo mismo. Ambas son incoloras, inodoras e insípidas.

He caído mil veces en la treta de probar un pavo “exquisito” y no pasa de soso, y eso que lo zambullo en salsa de arándanos y lo recubro con arroz y batata. Esa ave no coge gusto ni ahogándola en vino La Fuerza, Sangría Gitano y Ron 151 a la vez.

Si usted quiere dar gracias, que es recomendable y terapéutico, la sale más barato un exquisito pollo horneado, que también acepta relleno y salsas de todos los sabores y por lo menos es de aquí.

Pasamos al Black Friday. Como entre las madres y Navidad había demasiado tiempo (porque el Día de los Padres no arranca y el gasto promedio es de 250.67 en un par de medias), los comerciantes dominicanos tenían que encontrar una razón para motivar el consumo.

Con los ojos puestos en el Norte, cayeron en la cuenta de que noviembre era un mes tan bueno como diciembre para que la gente hipotecara sus chelitos.

Y gustó. El Black Friday o viernes negro, llegó para quedarse.

Trucos para sobrevivir al BF

Si va a participar a conciencia durante la próxima semana y le gusta como a mí comprar en físico, comparto algunos trucos basados en diferentes películas y cuentos de mis hermanas, verdaderas expertas en el arte de la compra compulsiva. Espero les sirvan para sobrevivir:

  • Llegue temprano el día del especial. Si es posible, amanezca frente a la puerta para que no le salgan con que el artículo se “agotó”. Tenga el teléfono de Pro Consumidor a mano para denunciar cualquier irregularidad.
  • Lleve pruebas físicas que confirmen el precio y las características del artículo en especial, no vaya a ser cosa que un duende nocturno lo haya cambiado “por error” en perjuicio suyo. Ponga el teléfono de Pro Consumidor en número favorito y marcado rápido, por si acaso.
  • Arme un equipo de compras y lleve un plan. Vaya con hijos, hermanos y primos y que cada uno “peine” un área de la tienda estableciendo una hora y punto de encuentro.
  • Practique artes marciales y técnicas de escapismo. Usted no sabe si se va a armar un corredero, por lo que conocer de antemano las salidas de emergencia puede ser una ventaja.
  • Verifique el saldo disponible de su tarjeta antes de salir. No vaya a ser que, después de tanto esfuerzo, la tarjeta le rebote.

La verdadera ciencia del Black Friday es que usted no se lleve del impulso y adquiera a buen precio los artículos que realmente necesita.

Recuerde que eso que compró en noviembre lo va a estar pagando en diciembre, posiblemente con el doble sueldo comprometido con deudas anteriores.

Si usted es de los que no puede resistirse a un letrero de “especial”, no salga de su casa y tumbe el internet, que también se compra en línea.

Me cuenta cómo le fue. Voy poniendo las palomitas.

Comunicación corporativa y relaciones internacionales. Amo la vida, mi familia y contar historias.