"Bob Marley: la leyenda"; crítica a la película que busca mostrar al ser humano detrás del mito

Para recrear la vida y obra musical de Bob Marley, los responsables de la cinta biográfica "Bob Marley: One Love" o "Bob Marley: la leyenda", tuvieron que emplearse a fondo para mostrar el corto pero intenso trayecto por el mundo de este icónico artista jamaicano, sin dejar de lado los aspectos más conocidos por sus fieles seguidores.

Sin embargo, no lo lograron del todo.

La cinta dirigida por Reinaldo Marcus Green con guion de Zach Baylin, Frank E. Flowers y Terence Winter (con la familia del artista pendiente de cada aspecto), aborda una figura compleja.

Un Bob Marley que en aspectos personales distaba mucho de ser el más ejemplar, que no fue solo un músico de talento inmenso, o la primera estrella surgida del Tercer Mundo, sino también un símbolo de gran influencia en asuntos tan espinosos como la política y la religión.

Centrada en el periodo que el músico pasó exiliado en Londres tras el intento de asesinato del que fue objeto en Jamaica en 1976, la película se sirve del proceso de creación de su álbum más aclamado, 'Exodus' (1977), para intentar explicar cómo aquel hombre convirtió su dolor en arte celebratorio y políticamente militante, cimentando en el proceso su legado.

La cinta inicia precisamente con un artista comprometido que juega un papel de primer nivel (a veces exagerado), en una causa social que lo muestra como "un caudillo" de la Jamaica de finales de los 70, al borde de la guerra civil.

Con altas y bajas, la película se ajusta a la exaltación de una figura que vivió para su música, donde sus protagonistas Kingsley Ben-Adir y Lashana Lynch ponen su carisma al servicio de sus personajes, pero que, como reseña el medio internacional "20 minutos", por momentos responden a un guion que simplifica al primero en cuatro trazos (fútbol, reggae, activismo y rastafarismo) mientras retrata a la segunda (Rita Marley, que también ha tomado parte en la producción) mediante el cliché de la mujer leal y sufriente.

Y es que, casi dos horas de proyección resultaron pocas para la compleja vida del artista, de ahí que se quedaran aspectos sin aprovechar demasiado, entre ellos, la larga relación del músico con la modelo Cindy Breakspeare o su legión de hijos ilegítimos que fueron directamente omitidos para no perjudicar su aura de profeta y mártir.

• A esto se añade una ausencia casi total de contexto, sobre todo en la parte artística de la historia: viendo esos flashbacks sobre su juventud, cualquiera diría que Bob Marley creó el reggae de la nada, cuando su papel fue el de una figura destacadísima, pero ni mucho menos solitaria, dentro del amplio universo musical de la isla.

El film esquiva todas las dudas o esas cuestiones incómodas que forman parte de la verdadera historia de Marley. Por ejemplo, si se habla de Rastafari; pero es una visión muy superficial al no entrar a describir profundamente ni su significado ni su influencia.

Aspectos positivos

• Hay algunos momentos que harán ilusionarse a la reggae family; como cuando se recrea a unos jóvenes The Wailing Wailers (junto a Peter Tosh y Bunny Wailer) creando el mítico "Simmer Down".
• La película tiene a su favor una excelente banda sonora. Siendo una película "oficial" en la que participa toda su familia, se evitan zonas complicadas en lo personal pero se escuchan decenas de canciones. Y hasta los momentos de composición y grabación se sienten naturales, ya que están cantados en algunas ocasiones por sus hijos. Todo lo que es gris en la película, es verde, rojo y amarillo en lo musical.
• Otros de los aspectos positivos de la cinta fueron las actuaciones y caracterizaciones de los actores Kingsley Ben-Adir, Lashana Lynch, quienes supieron darle la intención que merecían sus personajes. 
• Con la cinta sus productores se han empeñado en mostrarnos la visión de un Bob Marley más humano, religioso y revolucionario.