Carlos Heredia: 'Llevo las raíces dominicanas muy adentro; me siento uno más'
Este sábado arrancará la séptima edición de la Liga Dominicana de Fútbol (LDF), con muchas expectativas depositadas alrededor de Carlos Heredia (Barcelona, 1998), protagonista de preciosa una historia repleta de idas y venidas, pese a su corta edad, e internacional con la selección dominicana.
El nuevo atacante del Delfines del Este, actual subcampeón de la LDF, atiende la llamada de EFE desde su casa en Santo Domingo, en la víspera del duelo ante el Atlético San Francisco que supondrá su debut.
Pregunta: ¿Cómo llega Carlos Heredia a República Dominicana?
Respuesta: Nací en Barcelona, pero a los tres años nos mudamos Chicago y a los cinco a Connecticut. Ahí descubrí el fútbol. Recuerdo que mi padre me llevaba a entrenar los domingos de la mano. Es uno de los recuerdos futbolísticos más tempraneros que tengo y uno de los más bonitos.
A los siete años volvimos, y me apuntaron a la escuela del Barça. Fue una etapa increíble: fuimos a jugar a Isla Reunión, Suecia, Dinamarca, Suiza, Francia, a un montón de países. A los once fiché por el Europa, en Barcelona, y a los 17 decidí probar suerte en Inglaterra: primero en el MK Dons y después en el Wolverhampton, con contrato profesional.
Cada dos o tres días subía a entrenar con el primer equipo, y era increíble. Pero llegó un momento en el que la competitividad creció tanto que tuve que salir de ahí, pero me llevé el aprendizaje y la experiencia, y una liga de filiales.
El paso hacia Polonia (Miedz Legnica) fue arriesgado y no tuve demasiadas oportunidades, y en enero decidimos rescindir el contrato y salió la oportunidad de venir a jugar aquí, a mi segundo país.
P: Tiene 22 años, pero ya ha vivido muchas mudanzas y experiencias.
R: Desde pequeño he tenido la suerte de ver mucho mundo y estoy acostumbrado a cambiar de país y a adaptarme a nuevas culturas. No le tengo miedo al cambio ni a ningún reto, y la verdad es que la maleta pesa poco cuando va llena de ilusión, y menos cuando se persigue una pelota.
Ahora afronto este paso con muchísima ilusión y con muchas ganas de empezar a enseñar mi juego, y de encontrar la confianza y la continuidad que buscaba y de sentirme bien de nuevo.
P: En Santo Domingo se le ha recibido con unas expectativas muy altas.
R: Es cierto que para mucha gente ha sido un 'shock' porque no es habitual que futbolistas de Europa vengan aquí. Ha sido un 'boom', porque suele ocurrir lo contrario: los jugadores de aquí sueñan con salir fuera. Que se hable tan bien de mÍ es una arma de doble filo y noto un poquito de presión, pero confío en mí mismo. Y me motivaba venir aquí, también, por contribuir a mejorar el fútbol del que considero mi país.
P: En la República Dominicana el deporte rey no es el fútbol.
R: En este país a lo que se juega, a lo que se llama 'pelota', es al béisbol. Los niños crecen jugando a béisbol en las calles, y el fútbol se ve poco realmente. Ahora la liga está en crecimiento, y quiero contribuir a hacerla crecer.
Siento que el hecho de que un jugador que se ha formado y que ha hecho carrera en Europa venga al país y juegue en la selección nacional puede incentivar a los futbolistas de aquí y a los niños a seguir progresando. Es un reto precioso, tanto a nivel profesional como personal.
P: ¿Qué siente su familia al verle jugar en la República Dominicana?
R: Mi abuelo nació en Santo Domingo cuando todo era pobreza absoluta, y, para él, que juegue en la liga de aquí y con la selección dominicana, y con el '10', le aporta una felicidad absoluta, inimaginable. Es un motivo de orgullo para toda la familia, pero sobre todo para él. Sé que le emociona ver que yo estoy aquí intentando hacer algo muy importante para su país, para el país que yo también siento mío.
P: Sobre la selección, ¿cuál debe ser su objetivo, su meta a alcanzar?
R: En marzo vencimos a Dominica y Anguila, en la fase de clasificación para el Mundial, y por 'goal average' estamos primeros de grupo, por delante de Panamá, que fue al último Mundial, pero la República Dominicana debe ser muy realista y muy consciente de su historia. Nunca hemos ido ni siquiera a una Copa de Oro, la Eurocopa de la zona. Antes de pensar en ir a un Mundial debemos ir a una Copa de Oro. Tenemos que ir paso a paso.
Siempre se dice que sería genial que vinieran futbolistas como Raúl de Tomás, Mariano, Luismi Quezada o Junior Firpo, pero están en un nivel muy superior y lo que debemos hacer como selección es crecer hasta demostrarles que es atractivo venir a jugar con la selección.
P: Cuando suena el himno se lleva la mano al pecho. ¿Qué siente?
R: No he nacido aquí, pero he tenido una gran relación con el país desde pequeño, desde Barcelona. Siempre me he sentido muy dominicano por mi abuelo, por los valores que representa, de trabajo y humildad, y que también representa la República Dominicana. Me siento muy orgulloso cada vez que suena el himno porque pienso en mi abuelo, en todo el trabajo que ha construido durante su vida, y saber que el se siente orgulloso de mí es impagable.
Tú no decides donde naces o creces, pero me siento un dominicano más. Uno es de donde siente, no de donde nace o crece. Nací fuera, pero llevo las raíces muy adentro, y cada día me enamoro más del país. EFE
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