La forma correcta para regar tus plantas de interior

Cómo y con qué agua regar tus plantas de interior

El agua del grifo es la fuente de riego más accesible. (Freepik)

Elegir el agua adecuada, regar en el momento adecuado y controlar la temperatura son claves para el cuidado de las plantas de interior. Toma en cuenta estos datos.

El agua adecuada: el agua del grifo es la fuente de riego más accesible.

El agua blanda a menudo contiene altos niveles de sodio. Puede acumularse en el sustrato con el tiempo y dañar su estructura. Se recomienda evitar o al menos filtrar este tipo. El agua dura, por el contrario, es rica en calcio y magnesio. Estos elementos también pueden acumularse en el sustrato para formar un acabado repelente de líquidos. En este caso, es mejor filtrar previamente el agua o hervirla y luego enfriarla. 

El agua clorada es segura para la mayoría de las plantas de interior, pero también es mejor filtrarla 

Alternativas al agua del grifo: 

Agua de lluvia: tiene nivel de pH adecuado para la mayoría de las plantas. No contiene químicos ni minerales, el único inconveniente es que es difícil de recolectar y almacenar.

Regula la temperatura: se recomienda regar con agua a temperatura ambiente. Demasiado fría, así como demasiado caliente, puede afectar la condición de tus plantas.

Hora de regar: cuando notes que las hojas se están marchitando, es hora de regar. Pero no llegues al límite, acostúmbrate a revisar al menos una vez a la semana para ver si es momento de regar el sustrato. Si el suelo parece seco, riega. 

Riega por la mañana en lugar de por la tarde. Debido a la alta temperatura promedio durante el día, la humedad que queda en las hojas se evapora. Cuanto más tiempo permanezca el agua en las hojas, mayor será el riesgo de enfermedad. Lo ideal es que se seque antes de que oscurezca.

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