10 experiencias para descubrir la diversidad turística de la República Dominicana

La República Dominicana ofrece un turismo diverso que abarca desde playas paradisíacas a montañas exuberantes, sin olvidar su rica historia y vibrante cultura.

Y es que cada rincón del país presenta una experiencia única que celebra la diversidad en cada esquina y te conecta más con la esencia de este país, haciendo que cada recorrido sea único y memorable.

Hoy, en honor al Día Mundial de Turismo, te proponemos 10 actividades que te permitirán descubrir playas espectaculares, sumergirte en lagunas y ríos o encontrar rutas de aventura para celebrar las maravillas naturales de la República Dominicana.

1. Hongo mágico, en Jamao al Norte

Para esta aventura debes trasladarte a las hermosas montañas de Jamao al Norte, en la provincia Espaillat, específicamente a la comunidad de Arroyo de Blanco.

Escondido entre sus lomas se encuentra el Hongo Mágico, una de las joyas ocultas de la República Dominicana. Este fascinante lugar presenta una cascada cuyas rocas erosionadas forman una peculiar figura de hongo, ofreciendo un espectáculo visual impresionante.

Este destino es ideal para quienes disfrutan del barranquismo (o canyoning) y tienen buena condición física. Implica descender por el cañón, donde podrás enfrentar emocionantes saltos de agua y rápeles de hasta 60 metros.

Después de la adrenalina, podrás refrescarte en las aguas del río o relajarte en una playa cercana, todo a menos de una hora en coche.

El Hongo Mágico no solo es un lugar para disfrutar de la naturaleza, sino también una experiencia perfecta para los amantes de la aventura y los paisajes vírgenes.

2. Acampar al aire libre en Montaña Redonda, Miches

Otra de las actividades que se disfrutan mucho es el camping, que consiste en trasladarse hacia algún lugar remoto, lejos del bullicio de la ciudad y armar nuestras casas de campaña.

Montaña Redonda es una buena opción si quieres disfrutar del Este de República Dominicana, ya que es un lugar seguro y rodeado de los paisajes más hermosos que se puedan imaginar. 

El acceso a este lugar es privado, por lo que para poder entrar y tener el derecho para amanecer allí tendrás que pagar una cuota (RD$600 p/p), tomando en cuenta que deberás llevar contigo tu casa de campaña y todo lo necesario.

En el lugar hay un pequeño restaurante donde también puedes solicitar que te preparen la cena y el desayuno por un costo extra. El lugar es muy seguro y fresco, en las noches se puede admirar el cielo estrellado y sentir una paz increíble.

Una excelente opción para despejar la mente y desconectarse unos días del estrés de la ciudad.

3. Cayo Arena, en Montecristi

Situado a unos 20 minutos en bote desde las playas de Punta Rucia al norte de la República Dominicana, Cayo Arena es un pequeño, pero paradisíaco cayo famoso por sus hermosos fondos para realizar buceo y nadar con los peces, visitado diariamente por turistas de todo el mundo.

Esta experiencia la vas a recordar por siempre, ya que una vez allí podrás disfrutar de sus aguas poco profundas, haciendo esnórquel con una gran variedad de peces de colores. Y una vez en el cayo se pueden consumir frutas y bebidas para refrescarse.

Luego de terminada tu visita, puedes hacer un recorrido por los manglares para conocer un poco más este ecosistema marítimo y su importancia para la naturaleza.

Recuerda llevar bloqueador solar, ya que los rayos solares son muy fuertes, además de sombrero y lentes de sol.

4. Sumérgete en la historia y el sabor del Sendero del cacao

El Sendero del Cacao, en San Francisco de Macorís, es una opción educativa y entretenida para explorar en familia. A través de un recorrido detallado, aprenderás sobre el proceso completo de producción del cacao, desde la siembra hasta la elaboración del chocolate.

Además, podrás degustar diferentes variedades de chocolate y crear tu propia barra, mientras descubres la importancia de este producto tanto a nivel local como global.

5. Los 27 Charcos de Damajagua, en Puerto Plata

Este increíble monumento natural se encuentra aproximadamente a media hora de la ciudad de Puerto Plata y es uno de los principales atractivos de la ciudad.

Aquí podrás hacer senderismo dentro de lomas repletas de un bosque espeso e ir saltando en los charcos y pozos del Río Camú.

El recorrido toma dos horas y media aproximadamente y al empezar la experiencia disfrutarás de toboganes naturales, cuevas y aguas cristalinas que descienden desde la montaña para pasar un día de aventuras y mucha diversión.

El recorrido se hace en compañía de guías de la comunidad y es obligatorio el uso de chalecos salvavidas y cascos.

El recorrido tiene 27 cascadas, deberás elegir cuántos saltos deseas hacer y el precio irá variando. El parque está abierto todos los días desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde.

6. Lago Azul (Blue Lake), en Cabrera

Esta pequeña laguna de aguas muy azules y cristalinas es una piscina natural.

“Agua Azul”, como bien su nombre lo indica, posee una agradable y fresca agua de una tonalidad azul turquesa, se aproxima a los 40 pies de profundidad, pero por su claridad es posible observar el fondo.

Se dice que el color azul es debido a que sus aguas son subterráneas y en algún punto tienen relación con el mar, y la fauna que habita allí es introducida.

El agua es transparente y a la vez exhibe una tonalidad azul clara. La entrada a la laguna está en la carretera Cabrera-Nagua, muy cerca de la playa Arroyo Salado y de la laguna El Dudú.

Al ser una propiedad privada se debe pagar una pequeña tarifa de $100 pesos para tener acceso.

7. Pirámides de Valle Nuevo, en Constanza

Una experiencia que definitivamente debes vivir por lo menos una vez en la vida.

Este destino es un lugar perfecto para quienes disfrutan acampar al aire libre bajo agradables temperaturas que oscilan normalmente entre los 14 y 16 grados durante el día y pueden bajar a 0 grados durante las noches, dependiendo de la temporada en que las visites, por lo que se  recomienda ir bien preparado.

Las pirámides son consideradas el centro geográfico de la República Dominicana. Fueron construidas en honor al dictador Rafael Trujillo, por ser quien gestionó la construcción de la carretera entre los municipios de San José de Ocoa y Constanza en el año de 1958.

8. Bahía de las Águilas, en Pedernales

Bahía de las Águilas es uno de esos lugares donde te desconectas de todo el bullicio de la ciudad y no quieres irte jamás.

Muchos han escuchado hablar de ella, pero pocos han ido a verla. Este paraíso está localizado en la provincia de Pedernales, al Suroeste de República Dominicana y forma parte del Parque Nacional Jaragua.

Tiene aguas cristalinas y arena blanca que la bordea, además de la biodiversidad que te puedes encontrar a sus alrededores. 

Al llegar a la playa quedarás impresionado por un paisaje que te hará sentir en el paraíso, literalmente; es una playa digna de visitar por la belleza especial que posee.

Puedes llegar de dos formas: en bote (la más rápida) o por tierra (te tomará más tiempo), tomando en cuenta que la carretera que te conecta con la playa no está en buen estado y debes ir en un vehículo 4x4.

9. Reserva Ecológica Ojos Indígenas, en Punta Cana

Este bosque subtropical de 1,500 acres de tierras bajas está dedicado a la conservación, investigación científica y recreación, ya que es considerada un tesoro de la flora y fauna tropical, pues su hábitat alberga cientos de especies de aves e iguanas.

Ubicada en el complejo de Puntacana Resort & Club, esta reserva natural tiene 12 lagunas (ojos de agua) de agua dulce, formadas por la floración del río subterráneo Yauya, debido a las características geológicas del lugar, de las cuales solo cuatro pueden ser utilizadas para nadar.

Los historiadores descubrieron que los indios taínos, habitantes precolombinos de la isla, se referían a las lagunas como "ojos" debido a su forma distintiva. Por esta razón la Reserva fue nombrada "Ojos Indígenas". Puedes visitarla entre 8:30 am y 5:00 pm.

10. Salto El Limón, en Samaná

Este es uno de los recorridos idóneos para quienes buscan estar en contacto con la naturaleza sin tener que “pasar mucho trabajo”.

La aventura se da dentro de las verdes montañas del Limón en Samaná, una hermosa ruta que se puede hacer tanto a pie como a caballo.

Si decides ir montado a caballo toma unos 30 minutos y unos 50 si lo haces a pie, y si vas caminando el paseo es fácil a pesar de haber algunas buenas subidas.

Poder atravesar la selva es un itinerario bastante interesante hasta llegar a la impresionante cascada El Limón, donde nadie querrá perderse un agradable baño en sus aguas cristalinas, ya que la misma cae desde 55 metros de alto hasta una piscina debajo donde te puedes dar un merecido chapuzón.

Recuerda llevar tu repelente, zapatillas de agua y traje de baño.