¿Qué se debe hacer antes de someter a un niño a una cirugía?

Someter a un niño a una cirugía es un momento delicado tanto para los pequeños como para sus padres. La incertidumbre y la preocupación son comunes entre los adultos, pero ¿qué sucede con los niños? ¿Cómo perciben ellos este proceso?

El Dr. Alexander Trujillo, anestesiólogo pediatra, asegura que, aunque los especialistas aplican anestesia a los niños de manera segura y adecuada, es crucial que los tutores sigan una serie de recomendaciones previas a cualquier procedimiento quirúrgico para evitar posibles crisis.

“Los niños tienen características especiales psicológicas, emocionales, pero también fisiológicas que hacen que uno no los pueda manejar de la misma manera en que se hace con los adultos. Por lo tanto, es más delicado”, manifiesta el anestesiólogo colombiano a la vez que recordó que "los niños se duermen con la anestesia y pierden todo el  conocimiento.

Preparación antes de la cirugía

Basado en su experiencia, el Dr. Trujillo recomienda que antes de someter a un niño a una cirugía:

• Comunicación clara: Durante la consulta preoperatoria, que se recomienda hacer al menos una semana antes del procedimiento, es fundamental establecer una relación de confianza entre el niño y el anestesiólogo. Explicar detalladamente el procedimiento y aclarar lo que no se hará (por ejemplo, que no se utilizarán agujas) ayuda a reducir la ansiedad.

• Nunca mentirles: Explicarles cómo será el proceso disminuye la ansiedad y el miedo tanto en los niños como en los padres. "Para los infantes, solo ver una aguja o separarse de los padres ya es trágico; mentirles es peor." “A los niños no se los debe llevar engañados a un quirófano”

• Ansiólisis en menores de siete años: Administrar ciertos medicamentos 20 minutos antes de la cirugía puede ayudar a que el niño se sienta más relajado, facilitando la separación de los padres y el ingreso al quirófano.

• Ambiente amigable en el quirófano: Permitir que el niño se familiarice con los monitores y la máscara de anestesia antes de ser dormido hace que el proceso sea más cómodo y reduce el trauma postoperatorio.

• Transferencia emocional: Los niños son muy perceptivos y reflejan las emociones de sus padres. Mantener una actitud calmada y transmitir seguridad es esencial para que se sientan tranquilos.

• Alimentación ligera: Iniciar la alimentación con líquidos tan pronto como sea seguro hacerlo para evitar angustias adicionales.

• Dispositivos electrónicos: Aunque no es lo más recomendable, también son de mucha ayuda antes del procedimiento, para distraer a los niños mientras se separan de los padres y se les pone la máscara, en este sentido, son útiles como complemento o alternativa a los medicamentos ansiolíticos preoperstorios.

Testimonio

Manuel Brea y Luisa Montero, hicieron todo lo contrario a lo indicado por el doctor por desconocimiento.

"A mi hijo le hicimos la circuncisión cuando tenía cuatro años. No estábamos preparados y el niño obviamente tenía mucho miedo. Cuando lo ingresaron al quirófano todo fue tranquilo y colaboró, sin embargo, cuando salió de la cirugía, no paraba de llorar con los ojos cerrados”

“Fue una experiencia muy angustiante para todos nosotros", indican los padres.

El Dr. Trujillo subraya la importancia de proporcionar un entorno cálido y seguro durante y después de la cirugía. Esto para que los niños despierten rápidamente y se reúnan pronto con sus padres en un ambiente protegido.