Niños y pantallas: sigue estas recomendaciones para evitar la sobreexposición

La terapeuta del lenguaje y el habla Jennifer Melo comparte recomendaciones para disminuir el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas

La mejor forma de reducir el tiempo que pasan los niños frente a las pantallas es respetando su etapa evolutiva. (Freepik)

Hoy en día, las pantallas forman parte de la vida de los niños desde temprana edad. Sin embargo, los pediatras insisten cada vez más en la necesidad de limitar el uso de televisiones, tabletas o smartphones en niños, dado que la sobreexposición puede ser perjudicial para su salud y desarrollo.

“La población infantil es la que resulta más afectada por las desventajas de la sobreexposición a las pantallas”, explica la terapeuta del lenguaje y el habla Jennifer Melo. 

La profesional de @mentalmenterd sostiene que la mejor forma de reducir el tiempo que pasan los niños frente a los aparatos tecnológicos es respetando su etapa evolutiva.

Tiempo recomendado según la edad

En bebés menores de 18 meses, Melo sugiere evitar el uso de pantallas, a excepción de videollamadas ocasionales. De 18 a 24 meses, refiere que la exposición a videos infantiles de algunos minutos es inofensiva, siempre y cuando se encuentren en compañía de los padres.

Desde los 24 meses hasta los cinco años, lo ideal es limitar el tiempo de pantalla a una hora al día, ya sea en televisión o tablets, y evitar el uso de celulares, también en compañía de adultos. 

A partir de los cinco años, durante la educación primaria, se recomienda que los niños no usen las pantallas por más de una hora, evitando afectar su rutina de sueño y el tiempo de actividad física. 

“Los niños pueden ser expuestos a apps y videos educativos, siempre y cuando el contenido sea adecuado para su edad y no perjudique el tiempo asignado para tareas escolares y actividades extracurriculares”, refiere.

La terapeuta indica que estas pautas pueden cambiar con el tiempo, por lo que aconseja consultar las recomendaciones actuales de fuentes confiables de atención médica y pediátrica.

Las lecciones más valiosas no están en una aplicación, sino en las experiencias reales. Vamos a enseñar a nuestros hijos a descubrir el mundo fuera de las pantallasJennifer MeloTerapeuta del lenguaje y el habla

Riesgos de la sobreexposición 

Diversos estudios han determinado que el consumo constante de tecnologías digitales tiene efectos adversos en la salud mental de niños y adolescentes. La profesional explica que esto incluye un aumento en las probabilidades de sufrir ansiedad generalizada y social, depresión y somatizaciones después de dos años de uso constante.

En el caso específico de la niñez temprana, la exposición excesiva a las pantallas conlleva un mayor riesgo de trastornos del desarrollo, pues se trata de un periodo crítico en el desarrollo neuronal de los niños.

“Las habilidades del habla y lenguaje, que requieren una buena capacidad de atención, se ven afectadas cuando un infante se encuentra constantemente expuesto al celular, tableta o televisión, provocando un desarrollo lingüístico y calidad comunicativa por debajo de lo esperado para su edad”, indica la profesional.

Otros riesgos que cita la experta son: 

  • Problemas visuales. La exposición prolongada a pantallas puede contribuir a fatiga visual, sequedad ocular y otros problemas visuales.
  • Problemas posturales. También puede influir en la postura y contribuir a problemas musculoesqueléticos.
  • Problemas de sueño. La luz azul emitida por las pantallas puede afectar la producción de melatonina, una hormona clave para el sueño.
  • Problemas de desarrollo cognitivo. La sobreexposición puede limitar el tiempo dedicado a actividades que fomentan el desarrollo cognitivo, como el juego creativo, la lectura y la resolución de problemas.
  • Problemas de dependencia. Los niños pueden desarrollar una dependencia tecnológica, haciéndolos menos propensos a participar en actividades al aire libre y sociales.
  • Problemas de autoimagen. La exposición constante a imágenes idealizadas en las redes sociales y otros medios puede influir en la autoimagen y la autoestima de los niños.

Qué hacer

Para disminuir el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas, Melo aconseja a los padres, en primer lugar, predicar con el ejemplo e incentivar a sus hijos a tener contacto real con las personas y la naturaleza. 

“Como padres, es necesario modelar con el ejemplo, vivir en presencia con el entorno que les rodea, mientras ayudan a los más pequeños a pasar tiempo al aire libre y a socializar con otros niños, evitando el uso de pantallas”, expresa. 

A continuación, la experta ofrece nueve recomendaciones para controlar el uso de las pantallas en los niños

  1. Evitar los dispositivos electrónicos en las habitaciones de los niños y no utilizar las pantallas como medio de castigo o recompensa. 
  2. Establecer controles parentales para monitorear el contenido que se consume o descarga y establecer restricciones de tiempo.
  3. Establecer áreas en el hogar donde no se permite el uso de dispositivos electrónicos.
  4. Proporcionar juguetes, juegos de construcción y actividades que estimulen la creatividad y la imaginación, promoviendo formas de entretenimiento sin pantallas.
  5. Incentivar la lectura de libros físicos. Establecer momentos regulares para la lectura en familia.
  6. Fomentar las interacciones sociales cara a cara. Organizar juegos de mesa, actividades familiares o salidas para pasar tiempo juntos.
  7. Enseñarles a los niños sobre la importancia de consumir contenido apropiado para su edad y cómo tomar decisiones saludables en línea.
  8. Establecer rutinas claras que incluyan tiempo para la tarea, actividades al aire libre, tiempo en familia y momentos de pantalla. Las rutinas brindan estructura y previsibilidad.
  9. Involucrar a los niños en la discusión sobre las reglas relacionadas con el tiempo de pantalla. Cuando participan en la toma de decisiones, es más probable que las respeten.

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.