Hoy no se come carne, te contamos la razón

Hoy es el Día Mundial Sin Carne, el cual se se conmemora desde 1985, en busca de concienciar a la población sobre los beneficios para la salud, el medio ambiente y la ética de vivir sin carne, y también sobre la crueldad que existe hacia los animales.

En este nuevo milenio se ha popularizado estilos de vida  que excluyen parcial o total, los alimentos que provienen de animal: los vegetarianos, que no comen carne, pero sí productos de origen animal como la leche, huevo, queso, entre otros; y los veganos eliminan por completo el consumo de todo aquello que se le relacione, incluyendo no comestibles.

Sin embargo, es algo contradictorio porque el consumo no ha reducido, por lo contrario, ha aumentado en América Latina y el Caribe, al igual que el resto del mundo.

Según un artículo publicado por la web dedicada a la porcicultura 3tres3, en 2022 "México fue el principal consumidor de carne de cerdo de la Región en 2022 con 23,03 Kg/Hab. En segundo y tercer lugar tenemos a Uruguay y Chile con consumos de 20,5 y 19,9 Kg/Hab en su orden, seguidos de Brasil y Panamá, quienes ocuparon el cuarto y quinto lugar con 19,5 y 17,5 Kg/Hab respectivamente".

Las proyecciones para este 2023 es que haya un crecimiento general de alrededor del 4% frente a 2022, excepto para República Dominicana, que se espera reduzca en un 0,9%, es decir, en 12,8 Kilogramos por habitantes. Este último dato quizá se deba al alto costo que se debe pagar entre 85 y 150 pesos una libra (0.45 kilogramos).

Sin embargo, este descrecimiento en consumo no representa que estemos acogiendo la visión del Día Mundial Sin Carnes, porque con la apertura de los mercados internacionales que invitan a América a la exportación se continúa produciendo, ahora más, para cumplir con la demanda exterior. 

¿Qué hay de malo en todo esto? La deforestación como recurso para la ganadería y la agricultura, la cual acelera el daño del cambio climático, que es lo que la efeméride busca disminuir. De manera que la conciencia de apostar a la vida del planeta es parte de uno y pero también de todos, porque de lo contrario el equilibrio no se alcanza. Una dieta y un consumo equilibrado (en todas las áreas de la vida) es lo que nos hace falta, así como ocurría en el principio de los tiempos.