Señales de que tu hijo es adicto a los videojuegos (y qué hacer)

Aprovechando que hoy, 17 de febrero, es Día Mundial del Juego Responsable, la psicóloga Clarissa Guerrero ofrece recomendaciones de lo que se debe hacer si identificas que tu hijo presenta el trastorno del juego

Si no se le hace frente al problema de manera oportuna, ese niño o joven tendrá que lidiar con ello por el resto de su vida con el riesgo de que agrave. (Freepik)

Hoy en día los videojuegos son una de las formas de entretenimiento más comunes entre niños y jóvenes. Pero ¿qué sucede cuando pasa de ser un pasatiempo y se convierte en una adicción?

La Organización Mundial de la Salud define el trastorno del juego como un patrón de comportamiento caracterizado por la necesidad de dar prioridad a los juegos electrónicos por encima de otros intereses y actividades diarias.

La psicóloga Clarissa Guerrero advierte que este puede traer consecuencias severas, al igual que cualquier otro tipo de adicción. “Presenta los mismos peligros. Y quiero ser enfática en esto porque muchas veces, por comodidad del adulto, no estamos viendo el alcance que puede tener en nuestros hijos el consumo digital desmedido”, indica la experta, quien es terapeuta infantojuvenil.

Si no se le hace frente al problema de manera oportuna, ese niño o joven tendrá que lidiar con ello por el resto de su vida con el riesgo de que agrave. Esto porque vivimos en un mundo digital, donde evitar el contacto con las pantallas es casi imposible, explica. 

De ahí la importancia de controlar el uso de los videojuegos, siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Americana de Pediatría para cada edad: en niños menores de dos años, se debe evitar el uso de aparatos electrónicos, mientras que de tres a cinco años se aconseja una exposición que no sobrepase los 45 minutos por día, siempre bajo supervisión de un adulto. 

Luego de los seis años, basta con una hora al día, y en el caso de niños de 10 en adelante, el consumo aumenta a unas dos horas por día, seccionado en cuatro espacios de tiempo de media hora cada uno

Para prevenir que un niño o adolescente llegue a convertirse en un adicto, además de controlar el tiempo en pantalla, Guerrero refiere que es labor de los padres conversar con sus hijos y formular reglas, en las que se establezcan horarios y momentos específicos de juego. Ese lapso debe ser alternado con actividades de interacción familiar y contacto al aire libre.

Señales para identificarlo

El trastorno del juego viene acompañado de conductas como necesidad extrema de jugar largas horas al día, comportamiento agresivo e impulsivo, evitar realizar actividades regulares como bañarse, comer o dormir por anteponer el juego, además de aislamiento y estado de ánimo reprimido.

En caso de haber identificado estas conductas en tu hijo, la experta señala que el primer paso es mostrar apoyo, ya que se trata de un tema que involucra a toda la familia, y no a un solo miembro. “No existe un niño o joven que sea adicto que no venga de una interacción familiar que lo promueva. Por ello es importante el apoyo y cooperación de todos”, dice. Algunas de las medidas que como familia pueden tomarse, según señala Guerrero, son:

-Horarios específicos para los videojuegos que sean estrictamente respetados y monitoreados por los padres.

-Retirar los aparatos electrónicos dos horas antes de dormir. Aunque esto suene un poco extremo en el caso de adolescentes, dice, si ya se trata de una adicción, es una medida más que necesaria.

-Fomentar la actividad física para compensar las horas menos de pantalla que tendrá el niño o joven, preferiblemente al aire libre.

-Establecer momentos de socialización e interacción en familia libre del uso de pantallas.

-Promover la socialización con amigos por otras vías que no requieran videojuegos o pantallas.

Si el tiempo de juego empieza a interferir con las actividades diarias, como comer, dormir, socializar en familia o hacer tareas, y la irritabilidad aumenta, la experta indica que es importante consultar con un especialista para profundizar. “Si ya es algo que escapa de la norma, hay que buscar ayuda de inmediato con un especialista ya que, mientras más a tiempo, mejor, para trabajar en la familia estos patrones”.

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.