Síndrome del impostor: ¿qué es y cómo combatirlo?

Más del 70 % de las personas se ha visto afectado por pensamientos de creerse impostores en su lugar de trabajo en algún momento de sus vidas

Estas personas piensan que sus logros se deben a factores externos, como golpes de buena suerte o la intervención de terceros. (Shutterstock)

No importa qué tanto elogien tu trabajo o los logros que hayas alcanzado como profesional, sientes que no mereces todo lo que has conseguido y estás convencido de que las personas se darán cuenta de que eres un completo fraude. ¿Te ha pasado? No eres el único. 

Tal y como refiere el International Journal of Behavioral Science, más del 70 % de las personas se ha visto afectado por pensamientos de creerse impostores en su lugar de trabajo en algún momento de sus vidas. Se trata de un trastorno psicológico que se conoce como el síndrome del impostor

También llamado síndrome del fraude, es un fenómeno que lleva a las personas que lo padecen a cuestionar sus propios logros a pesar de su éxito. “Quienes tienen este síndrome se sienten inseguros y viven con un miedo interiorizado a fallar, a pesar de sus habilidades demostradas y tener las competencias necesarias para desempeñar un trabajo”, explica la psicóloga Verónica Coste, experta en el área de Recursos Humanos.

Muchas veces, estas personas piensan que sus logros se deben a factores externos, como golpes de buena suerte o la intervención de terceros, que en cualquier momento pueden desaparecer. Asimismo, suelen minimizar sus logros, prepararse en exceso y hacer más de lo esperado, por el miedo a fracasar, y sienten miedo de cambiar de rol o empresa, porque les preocupa no desempeñarse bien en otros lugares.  

Estudios han demostrado que este trastorno es más común en las mujeres. En concreto, un informe realizado por el Access Commercial Finance en Reino Unido sugiere que los hombres son menos propensos a padecer el síndrome del impostor, hasta alcanzar un 18 % menos de posibilidades que las mujeres.

Las causas

Este síndrome, de acuerdo con Coste, suele estar asociado a diferentes factores de riesgo, como tener una baja autoestima, expectativas irreales, perfeccionismo o presión por tener éxito. Las etapas de transición en la carrera profesional y estar constantemente expuestos a las críticas, tanto propias, como de los demás, son otras posibles causas.  

Pese a que suele estar asociado a una baja autoestima, la psicóloga aclara que tener una alta autoestima no siempre garantiza no estar expuesto a sufrirlo. “Un alto porcentaje de la población puede sufrir este síndrome en algún momento de su vida, principalmente en momentos de transición profesional y personal, como al obtener un ascenso, cambiar de trabajo, obtener un título profesional o tener un nuevo cliente”, refiere. 

¿Cómo afecta a quienes lo padecen? Como a estas personas les preocupa que el mundo perciba la incompetencia que creen que tienen, suelen presentar altos niveles de estrés, debido a los esfuerzos y dedicación de tiempo considerables al trabajo, lo que afecta su vida personal y profesional. 

“Por lo regular, son personas que se sienten menos inteligentes y competentes de lo que los demás perciben”, asegura Coste. “Tienen un miedo constante a fracasar, lo que puede afectar su desarrollo profesional, hasta el punto de rechazar oportunidades, al pensar que no están preparados para asumir nuevos retos”.

Cómo superarlo

Hay que tomar en cuenta que las personas con este síndrome por lo general no externan que se sienten como impostores, por lo que hay que estar atento a los signos de advertencia antes descritos. El apoyo social es fundamental para ayudarlas a superarlo. 

A quienes sientan que lo padecen la profesional de la salud mental recomienda priorizar las relaciones positivas, buscar amigos, colegas y mentores que los apoyen y sean capaces de ver sus fortalezas. También sugiere validar los logros propios y tener una afirmación positiva de sí mismo, aprender a recibir elogios y agradecerlos. 

Concluye diciendo que el paciente debe reflexionar sobre su definición de fracaso. Es decir, entender que ser un buen profesional no significa no cometer errores, sino todo lo contrario; estos son esenciales para aprender y crecer. 

En caso de que los síntomas estén afectando sobremanera la vida personal y profesional, aconseja buscar ayuda de un experto en el área de la salud mental, aunque por el momento el síndrome del impostor no tiene un diagnóstico clínico oficial. 

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.