Las metas del 2023 ¿y si solo fluimos?

Fluir también es una decisión que no se es contraria a tener propósitos

Imponerte el hacer cosas puede ser el primer obstáculo para alcanzar sus metas, quizá el secreto esté en fluir. (Freepik)

Al llegar el fin de año las personas suelen sacar balance sobre aquellas metas que lograron y las que no. Algunas hasta llegan a sentir frustración por no haber logrado ninguna o casi ninguna. ¿Pero en realidad es necesario establecerse metas específicas para el año? ¿Acaso fluir no figura una buena idea? Si miramos hacia el 2020, la gran mayoría tuvo que adaptarse al camino que trajo la pandemia, para unos fue excelente, para otros no… pero hubo que fluir acorde a los tiempos.

Al respecto, hemos consultado a los profesionales de la Psicología, Laura Pichardo y Ricardo Pichardo, quienes coinciden que es un tema que requiere evaluación y no un diagnóstico a la ligera.

“Entiendo que todos necesitamos tener una meta y objetivos para tener un norte a seguir. El tema de cada año representa el cierre de un ciclo y nos da la oportunidad de hacer una revisión de qué tenemos y hacia dónde vamos”, considera Laura, quien, además, ve la frustración de no ver las metas alcanzadas como una oportunidad maravillosa para comprender qué ocurrió.

Indica que el fracaso de una meta puede indicar que quizá no estaba adaptada a quienes somos o tal vez solo darle un giro, pero también una oportunidad de crecimiento.

Las metas deben ser medibles, alcanzables, que dependa de ti, que esté conectada a tu realidad, evaluar la condición en la que estas para llegar hacia dónde quieres y desarrollar un plan de acción al que le pongas un tiempoLaura Pichardopsicóloga

Para ella la opción de fluir no va en vía contraria a establecer metas y sí tiene beneficios como dejarte sorprender por la vida, permitirte ser espontáneo, salirte de la zona de confort y descubrir tu propio ritmo.

Eso sí, ella advierte que hay que tener cuidado, ya que el “viento del camino te puede llevar a cualquier lado, pero sí es hermoso poder abrazar la espontaneidad que trae la vida y no pensar que todo debe estar bajel control de los parámetros que tengo en mi cabeza”.

Tu tienes la decisión

A la ligera habrá quien entienda que la falta de metas puede ser un síntoma de un problema no identificado, pero desde la perspectiva de Ricardo Pichardo no necesariamente debe ser así. “Me inclino a pensar que una persona que vive sin propósitos, que no tiene objetivos claros, quizás no es consciente de su importancia y solo necesita despertar de un letargo que ni siquiera sabe que está en él”.

Su recomendación es que la persona identifique su situación, como primer paso; ser conscientes de que las cosas que quiero, no se dan ni se buscan, más bien se construyen, lo cual amerita realizar una serie pasos que encaminen a eso que se quiere.

“Como dominicanos, estamos muy acostumbrados a la espontaneidad. Muchos, dejan sus planes a la providencia divina, sin embargo, aunque nuestra fe nos indique que debemos confiar, no es menos cierto que junto a esa fe, debemos poner de nuestra parte para materializar lo que queremos”, comenta Ricardo.

Recomienda invertir las tradicionales imposiciones que son poco probable que se logren, por significar un mandato: “Tengo que”, “Debo de”; por cambiarlo por “escojo”, “elijo” o “quiero” hacer tal cosa, porque es mucho más probable que haya una constancia y por ende un éxito en el logro de esta meta planteada.

El psicólogo invita a emplear la compasión consigo mismos, ya que no aporta autocastigarnos. “El pasado ya no está, no existe, lo que existe es el presente, el ahora, y cada día es una nueva oportunidad para empezar. No ser tan severos. En muchas ocasiones, somos más benevolentes con los demás que con nosotros mismos, cuando entendemos que nos hemos equivocado. Esta sería una buena meta para el 2023, practicar la auto empatía”.

 

Periodista dominicana con una maestría en Comunicación Corporativa. Titulada en estilismo y asesoría de imagen. Es una apasionada del contenido sobre la salud, la belleza, el buen vivir y la cultura.