Cómo evitar el derroche energético
Economizar energía será prioritario en el nuevo año. Aplicar unas sencillas medidas y usar dispositivos inteligentes, nos ayudarán a ahorrar en las facturas de gas y electricidad y a tener un hogar más sostenible, en invierno o verano, en beneficio del planeta y de nuestra economía familiar, según los especialistas
El uso responsable y eficiente de la energía se ha vuelto más urgente que nunca, en plena crisis energética a causa de la problemática mundial, con la perspectiva de que se reduzcan los suministros de los combustibles y sigan aumentando sus precios, y de que incluso se produzcan cortes de electricidad.
Así, el ahorro energético se convertirá en un gran desafío en buena parte del planeta, durante el nuevo año, sin olvidar el objetivo global de cuidar el medioambiente, reducir las emisiones contaminantes y desarrollar sistemas de producción, transporte y consumo más sostenible para el planeta y sus recursos naturales, aseveran los especialistas.
El equipo técnico de (www.spc.es), firma especializada en dispositivos inteligentes conectados a Internet, ofrece consejos prácticos y recomendaciones tecnológicas, que una vez puestos en práctica, pueden ayudar a reducir el consumo de energía, ahorrar en las facturas de la luz y el gas, tener un hogar más sostenible y reducir la contaminación, aseguran.
1. Controlar la climatización del hogar
Un buen control del aire acondicionado puede llegar a ahorrar hasta un 50 % el consumo energético en una casa, según SPC.
Los dispositivos de control de infrarrojos pueden ayudar a monitorizar la climatización de la vivienda. Si se vincula al mando del aire acondicionado, permiten gestionarlo desde el ‘smartphone’ o la ‘tablet’ en cualquier momento y a distancia, y retrasar su encendido o no encenderlo, para que el ambiente se climatice solo cuando realmente sea necesario.
Por otra parte, el uso de termostatos inteligentes permite controlar de forma inalámbrica la temperatura de la vivienda, y algunos modelos son capaces de reconocer si hay ventanas abiertas para regular la temperatura interior de modo automático, según los especialistas.
2. Disponer los muebles correctamente
La ubicación del mobiliario dentro de las habitaciones tiene un gran impacto en lo cálida o lo fresca que las percibamos al utilizarlas, según el equipo de SPC.
Por ejemplo, es mejor colocar un sofá u otro tipo de asiento, junto a una pared interior, en vez de situarlos junto una pared que esté expuesta al exterior, para así aprovechar el calor acumulado dentro de la vivienda y no depender tanto de la calefacción.
3. Eliminar el consumo 'fantasma'
Algunos aparatos, al ser apagados, se quedan en reposo para accionarse de forma rápida cuando los volvemos a encender. El caso más conocido es el del televisor que se queda con la luz roja piloto encendida, en el llamado ‘modo stand by’ cuando lo apagamos con el mando a distancia.
Este “consumo fantasma” puede representar entre un 7% y el 10% del consumo energético de una vivienda a lo largo del año, según los datos que maneja SPC.
Para remediar este problema aconsejan utilizar ‘enchufes inteligentes’, con la tecnología IoT (siglas en inglés de Internet de las Cosas), es decir que incorporan una conexión a la Red y pueden ser controlados o programados a distancia por el usuario, mediante una aplicación (‘app’) para dispositivos móviles, o a través de los asistentes de voz, como Alexa.
Con estos enchufes se puede programar el encendido de nuestros electrodomésticos para aprovechar las franjas horarias con precios más económicos, de la tarifa eléctrica que tengamos contratada, según SPC.
4. Tener en cuenta la etiqueta energética
Al adquirir electrodomésticos de gran consumo eléctrico (frigorífico, lavavajillas, lavadora, secadora), hay que tener en cuenta su etiqueta energética, ya que esta pieza informativa que se utiliza en muchos países, permite conocer la mayor o menor eficiencia energética de un aparato (la cantidad de energía que consume para cumplir sus funciones), según esta fuente.
Este etiquetado permite prever el gasto que generará un aparato.
5. Utilizar bombillas Led inteligentes
Las luces LED permiten ahorrar electricidad y además duran muchos más que los modelos convencionales, reduciendo la necesidad de comprar bombillas. Como consecuencia de esta menor demanda se reduce su fabricación y el volumen de gases contaminantes liberados al fabricarlas, según los especialistas.
La tecnología IoT que incorporan los modelos más recientes de bombillas LED inteligentes, permite encenderlas y apagarlas, controlar su brillo y color, y saber si están encendidas o no, todo ello de modo remoto, utilizando una ‘app’ para dispositivos móviles, puntualizan.
6. Usar enchufes que monitorizan el consumo
Existen en el mercado enchufes con tecnología inteligente, que se colocan en las tomas de corriente eléctrica de la pared y son capaces de medir el consumo energético de los electrodomésticos, aparatos eléctricos y focos de iluminación a su vez enchufados en estos dispositivos.
Estos enchufes inteligentes, que se conectan a Internet mediante wifi y pueden controlarse mediante la voz, al ser compatibles con los asistentes Amazon Alexa, Siri o Google Assistant, llevan un temporizador de encendido y apagado de los aparatos que están enchufados a este sistema y miden cuánta energía consumen.
La medición del consumo de energía permite conocer el gasto de electricidad que generan los distintos aparatos enchufados, facilitando una mayor eficiencia energética en los hogares y un ahorro general en la factura de la luz, según los especialistas.
7. Reducir el consumo de calefacción
Los especialistas de SPC recomiendan ajustar la temperatura de nuestros hogares a 20ºC durante el día y a 16ºC por la noche.
También sugieren instalar ‘válvulas inteligentes’, unos dispositivos que permiten controlar la temperatura de cada uno de los radiadores de la casa de manera independiente y climatizar cada habitación según las necesidades.
Estas válvulas, que se pueden gestionar, activar y desactivar mediante una aplicación móvil desde un ‘smartphone’ o una ‘tablet’, permiten establecer la temperatura de cada rincón de la casa de manera precisa, posibilitando que las habitaciones que menos se usan estén a temperatura más baja, y dotar de mayor confort calórico a las que más se utilizan.
8. Apagar la calefacción durante un tiempo
Existe la falsa creencia de que es más barato poner la calefacción a baja temperatura durante todo el tiempo, cuando esta práctica en realidad no genera un ahorro en la factura energética.
Es preferible apagar la calefacción durante un tiempo, una vez que se alcance una sensación térmica agradable dentro de una habitación, según esta misma fuente.
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