¿Primera Nochebuena con los suegros? Decálogo para salir airosa
Lo que debes hacer (y lo que definitivamente no) para causar una buena impresión en la velada navideña y ganarte a la familia política
Luego de un tiempo con la pareja, es normal repartir las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja para que a cada uno le toque pasar una de las dos fechas con la familia del otro. Si en tu caso este año te toca pasar por primera vez el 24 en casa de tu chico, seguro los nervios se están apoderando de ti.
¿Cómo deberías ir vestida?, ¿hasta qué punto está permitido tomar alcohol?, ¿y si no te gusta la cena? Te compartimos un decálogo de lo que debes hacer (y lo que definitivamente no) para causar una buena impresión en la velada navideña y ganarte a la familia política. ¡Toma nota!
1. Pregunta qué puedes llevar
Si le preguntas a tus suegros, es muy probable que te digan que no hace falta que lleves nada (o, en el peor de los casos, se ofendan ante la pregunta). Sin embargo, siempre es bueno llegar con algún detalle a donde hemos sido invitados. Puede ser desde un vino hasta un postre. Eso sí, oriéntate con tu pareja sobre lo que puedes o no llevar, ya que sería de muy mal gusto obsequiarles a tus suegros una bebida alcohólica si ni siquiera toman alcohol, por ejemplo.
2. No vayas con hambre
Sabemos que pensarás que lo más lógico es no comer nada en casa si vas a una cena, pero en este caso lo recomendable es que al menos ingieras unos bocadillos un par de horas antes. La razón es sencilla: en Nochebuena muchas familias esperan que todos estén presentes para cenar, aunque eso conlleve cenar tarde. Si tienes muchas horas sin comer, puede que ese tiempo se te haga eterno y termines desesperándote.
3. Arréglate de acuerdo a la ocasión
Sabemos que quieres impresionar, pero ten cuidado con rayar en lo ridículo yendo como si se tratara de la alfombra roja de los Oscar a una cena familiar. ¿Qué puedes ponerte? Un vestido sencillo o unos jeans con una blusa bonita y tacones. Recuerda evitar la ropa transparente o demasiado corta, así como los escotes muy pronunciados.
4. No cuestiones sus costumbres
Cada familia tiene sus propias tradiciones navideñas y, por más absurdas que parezcan, debes respetarlas. Así sea que les guste hacer un karaoke de canciones navideñas (aunque todos canten fatal) o comer algún plato raro que hacía la abuela en ese día, no lo cuestiones y únete. En caso de no hacerlo, se sentirán rechazados o que simplemente no te acoplas a la familia.
5. No rechaces alimentos (o hazlo con educación)
Es de muy mal gusto, sobre todo si la familia de tu pareja fue quien preparó la cena, decir que no quieres sin al menos haber probado los platillos. Para evitar tener que dejar comida en el plato, primero sírvete pequeñas porciones de cada cosa, aunque luego tengas que repetir. Si no te gustó algún plato y te ofrecen más, siempre puedes negarte utilizando las palabras correctas y con una sonrisa.
6. No te excedas con la bebida
Puedes tomarte un par de tragos para entrar en ambiente y soltar un poco los nervios del momento, pero no más. Beber demasiado puede hacer que digas o hagas cosas de las que luego te arrepientas, además de que dará la impresión de que eres una persona que no conoce sus límites a la hora de beber alcohol.
7. Evita los temas que levanten pasiones
Religión, política, aborto, machismo/feminismo son temas que por lo general surgen cuando hay alcohol de por medio y son sumamente peligrosos: en cuestión de minutos una conversación puede volverse una acalorada discusión. En caso de que otra persona sea quien ponga el tema, trata de desviar la conversación o simplemente no opines.
8. Ofrece tu ayuda
Aunque veas que los anfitriones se están encargando de todo y creas que no necesitan ayuda, no está de más ofrecerte a ayudar. Tareas como colaborar en el montaje de la mesa o recoger los platos después de la cena pueden ser incluso una buena oportunidad para conversar en un tono más relajado con los suegros o los cuñados.
9. Acepta que ninguna familia es perfecta (y mantente al margen)
Hasta en las mejores familias hay conflictos. Si durante la velada navideña surgen comentarios en contra de otros miembros de la familia o desacuerdos, mantente al margen. Reza un refrán que en pleito de marido y mujer nadie se debe meter, y este aplica a la perfección para la familia política. Al final, ellos resolverán sus problemas y quien quedará embarrada si decides opinar, eres tú.
10. Sé tú, sin poses
Está bien que quieras comportarte correctamente; lo que no es aceptable es que finjas ser alguien que no eres para impresionar. A fin de cuentas, si te visualizas en el futuro con tu pareja, te tocará compartir en muchas otras ocasiones con su familia. Si te piden tu opinión sobre un tema o te preguntan sobre tus intereses, sé honesta, siempre con educación.
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