Sobrepeso, ¿cómo acelera el envejecimiento?
El cuerpo también envejece y esto no está ligado únicamente a la edad
Si hablamos de envejecimiento, es muy probable que lo primero que nos llegue a la mente sean las características visibles que trae consigo el paso del tiempo, como las arrugas, las canas o la falta de luminosidad en la piel.
Sin embargo, va más allá de lo que vemos: el cuerpo también envejece y esto no está ligado únicamente a la edad. Aunque seamos jóvenes, el sobrepeso y la obesidad son factores que nos predisponen a desarrollar condiciones que por lo general se ven en personas mayores a causa de la disminución de las funciones del organismo.
La doctora Amny Acosta Then (@dra.acostathen), endoscopista bariátrica, es quien hace la advertencia, al tiempo que aclara que una cosa es la edad biológica y otra muy diferente la edad metabólica. Los casos que le llegan a consulta revelan que cada día hay más personas por debajo de los 30 años con edad metabólica de alguien de 50.
“La edad biológica es nuestra edad de nacimiento, por ejemplo 25 años”, explica. “Pero la edad metabólica es el estrés oxidativo que se provoca resultado de sobrepeso, grasa visceral, retención de líquidos y disminución de masa muscular, que registra hasta 20 años o más por encima de nuestra edad biológica”.
La relación entre la obesidad y el envejecimiento es un tema que han estudiado los científicos. En 2020, la revista Obesity Review publicó un artículo titulado “Obesidad y envejecimiento, dos caras de la misma moneda”, en el que plantean que estar obeso es muy similar a envejecer.
Según el escrito, la obesidad y la vejez comparten un espectro similar de fenotipos, además de que se ha demostrado que la obesidad reduce la esperanza de vida en 5.8 años en los hombres y en 7.1 años en las mujeres después de los 40 años.
Las investigaciones muestran que el exceso de peso reduce la esperanza de vida al aumentar el riesgo de morbilidad cardio-metabólica, la pérdida de masa y de fuerza muscular. La acumulación de grasas en las arterias y la resistencia a la insulina son también condiciones comunes en el proceso de envejecimiento normal, que se aceleran con el sobrepeso décadas antes de que se manifiesten clínicamente.
La doctora Acosta Then respalda estos hallazgos al decir que los órganos del cuerpo que resultan más afectados con el sobrepeso sin importar la edad son los cardiovasculares (corazón, cerebro y riñón). También cita el hígado, por el cúmulo de grasa y articulaciones principales en el cuerpo.
Peso en el adulto mayor
A medida que nos hacemos mayores, controlar el peso se vuelve todo un reto, pues eso de que engordamos con la edad no es un mito, sino una realidad. Esto porque con el paso del tiempo empieza a producirse un desbalance entre la grasa corporal y la masa muscular.
El músculo, cuando no se trabaja con ejercicios de fuerza o se alimenta con proteínas de alto valor biológico, se va sustituyendo por grasa. Es por ello por lo que se empieza a notar mayor flacidez y un aumento de peso progresivo. En el caso de las mujeres, la doctora dice que esto puede resultar incluso más evidente luego de los 30 años.
De igual modo se hace más difícil perder peso. “Es común en la consulta escuchar que en la juventud podían hacer cualquier tipo de dieta y veían resultados, cosa que no sucede al pasar de los años”, señala la profesional de la salud.
Luego de los 30 años, nos volvemos más productivos laborales, pero sedentarios. El puesto de trabajo que se ocupa también puede contribuir con una vida sedentaria. Es decir, si la ocupación de alguien se desarrolla en una oficina sentado en una silla durante toda la jornada, horas extensas de trabajo y estrés laboral, provoca un conjunto de emociones, mal elección de alimentos, falta de sueño, fracaso en planes nutricionales y no tener tiempo para hacer actividad física.
Las recomendaciones puntuales que ofrece Acosta Then para no caer en sobrepeso son mantenerse en movimiento, descansar lo suficiente, cuidar de la alimentación, así como meditar y controlar las emociones.
En el caso de las personas mayores, sugiere aumentar el consumo de fibra e incluir proteínas en las tres comidas esenciales, dado que a medida que aumentamos edad, se evidencia la ralentización del metabolismo. “Esto provoca que el gasto energético en reposo sea mucho más bajo”, dice.
A quienes ya están en sobrepeso insta a buscar información sobre los procedimientos sin cirugía como la endoscopia bariátrica, que se realizan desde los 12 hasta los 75 años. “Es una herramienta segura para los que han intentado perder peso y no lo logran con métodos convencionales, pero a la vez no desean una cirugía por los riesgos que conllevan”, expresa.
Concluye diciendo que, aunque se recurra a un procedimiento para tratar el sobrepeso u obesidad, siempre será importante modificar los hábitos que llevan a aumentar de peso para que sea sostenible en el tiempo.
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