El alto precio de ser una madre multitasking

Aunque a menudo esta cualidad se percibe con connotaciones positivas, ser una madre multitasking trae consigo efectos negativos para la salud mental y el bienestar familiar

Una madre que se ocupa de varias cosas a la vez por sí misma es una mujer que se abandona emocionalmente. (Freepik)

Si hay un ‘superpoder’ que tienen las madres es el de realizar varias tareas a la vez. Se encargan de los quehaceres del hogar mientras cuidan de sus hijos y de paso trabajan… Y aunque a menudo esta cualidad se percibe con connotaciones positivas, ser una madre multitasking tiene un alto precio, pues trae consigo efectos negativos para la salud mental y el bienestar familiar. 

Así lo advierte la psicóloga Clarissa Guerrero, quien explica que la creencia de que la mujer, sobre todo si es madre, debe poder con todo es un constructo social en el que se entiende que la vulnerabilidad es sinónimo de debilidad. 

El problema con esta idea, dice la especialista en crianza, es que se ha ido transmitiendo de generación en generación, normalizando así que las madres deben hacer y destacarse, aunque eso implique reprimir sus sentimientos. “Esto ha hecho mucho daño a la mujer, ya que le ha vendido la idea de desconectarse de sí misma y vivir en automático”, externa.

A su consideración, el multitasking no es más que un engaño, pues desde el punto de vista biológico es imposible concentrarse y estar atentos a varias tareas a la vez. Y aunque algunas dicen poder hacerlo, esto genera niveles de estrés tan altos que terminan afectando de forma significativa la salud. 

“Cuando estamos en modo multitasking, a nivel de salud mental estamos condicionando a nuestro cerebro a mantenerse en constante hipervigilancia, lo cual le hace entender que estamos en constante peligro y por ello comenzamos a sentirnos más cansados y con menos capacidad de concentración”, detalla. 

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De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Stanford confirma que quienes se rigen por la multitarea sienten bajas importantes en el coeficiente intelectual parecidas a las que se presentan al perder una noche de sueño.

El estrés y cansancio por lo general se reflejan en el comportamiento. Una madre que se ocupa de muchas cosas al mismo tiempo termina siendo verbalmente reactiva, poco tolerante e impaciente. A eso Guerrero agrega que disminuye la capacidad de buscar estrategias para establecer vínculos y la disponibilidad emocional para conectar con sus hijos, “porque vive al limite y drenada en su energía vital”.

Para muchas mujeres simultanear tareas es una obligación que les corresponde para encajar en lo que la sociedad concibe como una ‘buena madre’. Pero la realidad es que nada más lejos de la realidad, pues una madre que se ocupa de varias cosas a la vez por sí misma es una mujer que se abandona emocionalmente. Esto termina afectando la vida de pareja y la relación con sus hijos. 

Esa es la razón por la que la experta en conducta humana advierte que la multitarea no solo es perjudicial para la madre, sino para toda la familia. “Es imposible para una persona sostener a otros de manera sana si primero no se ha podido sostener a sí mismo”, manifiesta.  

Qué se puede hacer

En primer lugar, Guerrero recomienda interiorizar que es imposible poder con todo y que eso no hace a la mujer mejor o peor madre. Aunque es consciente de que la culpa es uno de los mayores obstáculos, puesto que no es fácil romper con un patrón establecido, aclara que sí es posible y liberador trabajar para sanar. 

“La culpa es un sentimiento que nos ancla y no nos deja avanzar, se interpone en nuestra misión de ser seres de evolución y es importante que trabajemos activamente para combatirla, ya que es posible que esto no nos salga de manera natural”, refiere.

Para ser más productiva si tener que recurrir a la multitarea, aconseja estar presente en el lugar y momento en el que se encuentra. En ese sentido expresa: “Si se está en el trabajo, tratar de ser plenamente presente en su labor, de esta manera poder ser más productiva y culminar a una hora prudente, en el caso que pueda, para que cuando se encuentre con sus hijos al igual ser presente absolutamente brindando amor y conexión”.

Como madre, de igual modo es importante contar con un equipo de apoyo en el que pueda liberarse y repartir tareas, ya que delegar es clave para evitar el burnout. Ese apoyo ideal es el padre de los hijos, quien debe involucrarse tanto en los quehaceres del hogar como en la crianza. En caso de que no se tenga el apoyo de la pareja, dice que se puede recurrir a la familia extendida y a los amigos. 

Si bien es cierto que hay una etapa en la vida de los hijos en la que dependen mucho más de la madre, recalca que siempre es posible desconectarse de las obligaciones y tomar un tiempo a solas. 

“Esto puede ser en tareas tan simples como tomar un baño largo y con conciencia, tomar un café sin interrupciones, ejercitarse por al menos 20 minutos, tomar tiempo con sus amigas o realizar un hobby”, explica. A eso añade que esas actividades deben ser agendadas y no dejarlas para realizarlas en el tiempo que ‘sobra’. 

“Para que todos en casa estén bien, nosotras debemos estar equilibradas a nivel emocional. Es importante que las madres entiendan que parte de ser buenas madres es recargarse para tener interacciones positivas con su pareja y con sus hijos en lugar de encontrarse con ellos todo el tiempo siempre al borde de estallar”, concluye.

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.