Del jamón de Allen al pescado de Almodóvar: el español que alimenta al cine
En el currículo de Rafael Catering aparecen más de 800 películas, 150 series nacionales e internacionales y 3,000 anuncios de televisión
Woody Allen pide jamón ibérico con pan con tomate, Pedro Almodóvar pescado a la plancha y Brad Pitt verduras cocidas y ensaladas. Rafael Catering es el pionero español en dar de comer a directores, actores y resto de equipos de rodaje, a quienes alimenta desde hace siete décadas en España y el resto del mundo.
"Ben-Hur", "Espartaco", "Lawrence de Arabia", "Cleopatra", "The Crown", "Los abrazos rotos", "Vicky Cristina Barcelona", "Ágora", "Dolor y Gloria" o "Los favoritos de Midas" son algunas de las filmaciones en las que primero Eduardo García y luego su hijo Rafael alimentaron a estrellas.
En el currículo de Rafael Catering aparecen más de 800 películas rodadas en países europeos y del Norte de África, 150 series nacionales e internacionales y 3,000 anuncios de televisión gracias a sus sedes en Madrid, Valencia e Islas Canarias, en España, además de una oficina internacional ubicada en el Reino Unido.
A Eduardo, que tenía el restaurante El Trocadero en la Gran Vía de Madrid y una clientela relacionada con el mundo del espectáculo, lo fichó allá por los cincuenta del siglo XX el productor Luis Roberts; le dijo que iba a traer a España rodajes de superproducciones de Hollywood y que contaba con su buena mano en los fogones.
"Roberts comió y cenó gratis durante cinco meses en el restaurante porque andaba mal de dinero hasta que llegó el primer rodaje", dice a Efe Rafael García. Fue "El caballero negro" (1954), protagonizada por Alan Ladd y Patricia Medina, en la que Comlumbia Pictures transformó la localidad de Aranjuez (Madrid) en Camelot.
"Mi padre alquiló un camión con las cocinas portátiles y el equipo estaba súper contento; a partir de ahí todo fue rodado" gracias a una comida mediterránea y saludable que gustaba a todos, añade Rafael.
De Charlton Heston a Pedro Almodóvar
Después, el productor Samuel Bronston se fijó en España por la luminosidad y los económicos sueldos, y fue "un sin parar", recuerda García sobre años en los que sirvieron a los equipos de "El Cid", "Doctor Zhivago" o "55 días en Pekín" y a actores como Charlton Heston, Sofía Loren, Ava Gardner y David Niven.
Siendo un crío, Rafael acudió a uno de esos rodajes y se quedó tan prendado del trabajo de su padre que se formó en gastronomía en algunos de los mejores restaurantes de Europa. Regresó casado con una francesa y con muchas ganas de dar de comer a las estrellas del momento.
Su primera oportunidad fue "Robin y Marian" (1976) con Sean Connery y Audrey Hepburn, rodada en Zamora y Navarra, inicio de una carrera gastronómica en la que ha coincidido con Daniel Graig, Clint Eastwood, Woody Allen, Alejandro Amenábar o Pedro Almodóvar, entre otras celebridades.
De Almodóvar -en todas sus películas se ha encargado del cáterin- dice que siempre pide pescado a la plancha, mientras que Eastwood desayunaba salmón con brócoli y es uno de los famosos más "encantadores" que recuerda porque "comía en una bandeja del buffet como el resto". A Allen no le puede faltar el jamón ibérico con pan con tomate cuando rueda en España.
Warren Beatty pedía verduras 'al dente' para desayunar y Brad Pitt verduras cocidas y ensaladas -"nada de parrilla ni frituras"- porque "son sencillos y se cuidan mucho", asegura.
Entre sus hitos, dar 1,600 comidas diarias durante el rodaje en el sur de España y en la isla canaria de Fuerteventura de la macroproducción "Exodus: Dioses y reyes", dirigida por Ridley Scott, protagonizada por Christian Bale y Sigourney Weaver, y con multitud de extras y especialistas.
También atesora como anécdota, una de las muchas que quiere reunir en un libro, el rodaje de "El viaje de los malditos", en Barcelona, con James Mason, Faye Dunaway y Orson Welles. "Trabajábamos siete días a la semana y el personal estaba agotado, pero el 20 de noviembre de 1975 murió (el dictador Francisco Franco) y decretaron dos días de luto, lo que nos permitió descansar", explica.
Un menú basado en la cocina mediterránea
Rafael García no tiene críticas para actores y actrices: "En general son muy amables y muy agradecidos porque también ven el esfuerzo que hay en nuestro trabajo".
Y es que en cada rodaje arranca de madrugada para ofrecer bocadillos de tortilla de patatas o serranito de lomo (además de opciones veganas) y menús que incluyen verduras gratinadas, ensaladas, jamoncitos de pollo en pepitoria, sepia estofada con cebolla y jengibre, bacalao sobre pesto de clorofila y postres en los que no faltan las frutas de temporada y algún dulce.
La jornada suele comenzar con un "desayuno fuerte", al que sigue algún picoteo antes del almuerzo -"en las producciones americanas sólo es un 'lunch' ligero, pero en las españolas se tiende a parar para comer sentado", detalla García- y el reto es "darles de comer sano, rico y rápido".
Aportan además un servicio continuo con café e infusiones -el alcohol está prohibido por riesgos laborales, aclara- y pequeños bocados, pero su éxito se basa en una cocina mediterránea sabrosa capaz de adaptarse a alergias, intolerancias u opciones como el veganismo, explica.
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