Día Mundial del Glaucoma, el ladrón silencioso de la visión

Esta enfermedad es la segunda causa de ceguera a nivel mundial, pero es la primera causa de ceguera irreversible

Puede afectar a personas de todas las razas y edades. (Shutterstock)

El 12 de marzo de cada año se conmemora el Día Mundial del Glaucoma, una fecha con la que se busca crear consciencia sobre este padecimiento, el cual abarca hasta 60 enfermedades oculares que pueden ocasionar ceguera en los pacientes. 

Tal y como explica la doctora Katia Cabrero, especialista en glaucoma congénito y del adulto del Instituto Espaillat Cabral, el incremento de presión intraocular afecta la circulación sanguínea del nervio óptico, lo cual produce la muerte de fibras ópticas. A su vez, esto ocasiona que menos información sea enviada al cerebro, lo que se refleja en una disminución de la visión. 

Dado que el daño al nervio óptico se produce de forma lenta y progresiva, sin ocasionar dolor, es que el glaucoma se conoce como el ladrón silencioso de la visión. La profesional indica que, al padecer esta enfermedad, la visión periférica es la primera que se pierde, manteniéndose por más tiempo sin alterar la visión central. 

“Al principio, el daño visual es leve y puede ser mayor en un ojo que en el otro. En esos casos, la visión del ojo menos afectado compensa la del que tiene peor visión, por lo que el paciente no se da cuenta de la pérdida visual, sino que se percata cuando empieza a chocar con los objetos a su alrededor. En ese punto, el daño ya está muy avanzado”, puntualiza.

El glaucoma puede afectar a personas de todas las razas y edades. Sin embargo, existen factores que pueden predisponer a padecer esta enfermedad:

-Antecedentes familiares de glaucoma

-Antecedentes de trauma o inflamación ocular

-Miopía

-Hipertensión arterial

-Diabetes

-Ascendencia africana, hispana o asiática

-Mayor de 50 años

Esta es la segunda causa de ceguera a nivel mundial, pero es la primera causa de ceguera irreversible. Más de la mitad de las personas afectadas no saben que la padecen, por lo que es de especial importancia acudir a una revisión oftalmológica una vez al año, o cuando lo indique su médico, sostiene la experta.

Durante una revisión periódica, el oftalmólogo hace una revisión completa de la visión y los ojos, se mide la presión ocular y se evalúa el aspecto del nervio óptico. En caso de ser necesario, se indican estudios diagnósticos. El conjunto de estos datos permite al oftalmólogo determinar si el paciente padece o no de glaucoma, además de cuantificar el daño existente en ese momento. La visión perdida no se puede recuperar.

El tratamiento tiene como objetivo evitar mayor pérdida de visión. Al inicio, el oftalmólogo indica medicamentos en forma de gotas para reducir la presión ocular. En algunas excepciones se puede iniciar de inmediato con tratamiento láser. En los casos más avanzados se pueden combinar las gotas con la aplicación de tratamiento láser. Si el daño al campo visual es severo se requiere intervención quirúrgica.

“El glaucoma no tiene cura, pero se puede controlar”, dice a modo de conclusión la profesional de la salud. 

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