Lo bueno, si breve

Un lenguaje oscuro, ampuloso y enredado no es un lenguaje culto. La dificultad puede estar vinculada a la materia de la que estamos hablando, pero el lenguaje con el que nos expresamos no debe contribuir a dificultar la comprensión, sino a facilitarla. Hoy que vamos a hablar de lenguaje conciso debemos predicar con el ejemplo. Vayamos al grano.

Dice el Diccionario de la lengua española que para referirnos a ‘este día’ existe el adverbio hoy. Si podemos decir hoy, claro y llano, no hay necesidad de decir en el día de hoy, a día de hoy o a la fecha de hoy. Algo similar le sucede al preciso y claro adverbio dentro. ¿Por qué decir dentro cuando podemos recurrir a los muy hinchados en el interior o a lo interno? Estos usos nos sirven para ejemplificar con claridad qué es un circunloquio, definido en el Diccionario de la lengua española como un ‘rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente’.

Más ejemplos. Parece que algunas preposiciones les resultan a muchos demasiado claras y manidas; ni cortos ni perezosos las destierran de sus textos y en lugar de para ya solo encontramos en aras de, con vistas a, con la finalidad de. Algo parecido sucede con las preposiciones con y por. ¿Por qué limitarnos a los diáfanos con y por si podemos «lucirnos» con unos mucho más ampulosos conjuntamente con y como consecuencia de? En vez de decir durante, queda mucho más «elegante» decir por espacio de; y qué diferentes el «cultísimo» de conformidad con y el muy llano según.

Los ejemplos no se limitan a adverbios y preposiciones. Revisen sus escritos y analicen si lo que dicen puede decirse más concisamente, con mayor brevedad y exactitud. Todos saldremos ganando.

María José Rincón González, filóloga y lexicógrafa. Apasionada de las palabras, también desde la letra Zeta de la Academia Dominicana de la Lengua.