Abortadora habitual, un mal que tiene solución
El médico indicará el tratamiento adecuado
SANTO DOMINGO. Desde una mala alimentación, pasando por las infecciones vaginales, hasta tener niveles bajos de progesterona, son muchos los factores que inciden en las abortadoras habituales, pero en la mayoría de los casos ese problema tiene solución.
Radhamés Madera Azcona, ginecólogo-obstetra del Centro de Obstetricia y Ginecología, explica que una mujer es abortadora habitual cuando ha tenido tres abortos consecutivos antes de las 20 semanas.
Estos abortos se producen por razones muy diversas. Una de ellas es cuando se fertiliza el óvulo con el espermatozoide, pero no se produce el embrión. Otra de las causas es la incompetencia ítsmico cervical. "Es cuando el cuello cervical de la mujer se mantiene abierto, razón por la que no puede retener el producto", explica.
Madera dice que en esos casos se le practica un cerclajle, que es una pequeña cirugía en la que se amarra, con una cinta especial el cuello de la matríz y semanas antes de que nazca el bebé se retira la cinta. El especialista agrega que utilizando este procedimiento una abortadora habitual puede conservar su embarazo y volver a gestar en otras ocasiones.
Las anormalidades cromosómicas también pueden influir en las abortadoras habituales, "Si es una anormalidad de este tipo hay que hacer un estudio a la pareja para ver cual de los dos es el que tiene el problema", agrega.
También una infección vaginal puede ser la causante de que la madre no retenga al bebé en el vientre. La clamidia, el gonococo, la sífilis, en muchos de los casos, ocasionan abortos subsecuentes.
Aunque no es el caso más común, una mala alimentación puede ser el detonante de una abortadora habitual. Y es que la madre debe ingerir los nutrientes necesarios que garanticen la salud y conservación del feto.
Otra oportunidad
Madera explica que aunque una mujer haya perdido tres embarazos puede volver a salir embarazada sin ningún problema y que lo importante es detectar qué ocasiona las pérdidas. "Si se determina la causa y se corrige, la mujer está en capacidad de embarazarse de nuevo porque no es un trastorno de su endometrio, que es la capa del útero", señala.
Un período prudente para volver a intentarlo, luego de una pérdida, es de tres a seis meses.
Madera dice que en esos casos se le practica un cerclajle, que es una pequeña cirugía en la que se amarra, con una cinta especial el cuello de la matríz y semanas antes de que nazca el bebé se retira la cinta. El especialista agrega que utilizando este procedimiento una abortadora habitual puede conservar su embarazo y volver a gestar en otras ocasiones.
Las anormalidades cromosómicas también pueden influir en las abortadoras habituales, "Si es una anormalidad de este tipo hay que hacer un estudio a la pareja para ver cual de los dos es el que tiene el problema", agrega.
También una infección vaginal puede ser la causante de que la madre no retenga al bebé en el vientre. La clamidia, el gonococo, la sífilis, en muchos de los casos, ocasionan abortos subsecuentes.
Aunque no es el caso más común, una mala alimentación puede ser el detonante de una abortadora habitual. Y es que la madre debe ingerir los nutrientes necesarios que garanticen la salud y conservación del feto.
Otra oportunidad
Madera explica que aunque una mujer haya perdido tres embarazos puede volver a salir embarazada sin ningún problema y que lo importante es detectar qué ocasiona las pérdidas. "Si se determina la causa y se corrige, la mujer está en capacidad de embarazarse de nuevo porque no es un trastorno de su endometrio, que es la capa del útero", señala.
Un período prudente para volver a intentarlo, luego de una pérdida, es de tres a seis meses.
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