El PLD recuerda a Reinaldo Pared Pérez al cumplir tercer año de su muerte

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) recordó este lunes a cumplirse el tercer año su fallecimiento a Reinaldo Pared Pérez, exsenador del Distrito Nacional y uno de sus principales dirigentes de la organización.

El que fue uno de los pilares de la organización murió a los 65 años.

Dirigentes, miembros del Comité Político junto a su viuda Ingrid Mendoza, familias y amigos se congregaron en la parroquia Don Bosco, del Distrito Nacional, donde recordaron las bondades y obras de Pared Pérez.

En la misa, Maribel Acosta, miembro del Comité Político, lo definió como “hombre íntegro, solidario con todos, sensible”. Dijo que en su acompañar, Reinaldo fue una “escuela” que luchó por las mejores causas, razón por la que se siente orgullosa.

Tres años tenemos ya Reinaldo de tu partida, que no ha sido tal, porque tu amabilidad, compañerismo, solidaridad se ha quedado entre nosotros”, dijo Acosta.

Ingresó al PLD en 1975 y en 1994 pasó a integrar el Comité Central y tres años más tarde formó parte del Comité Político. Su puesto más alto dentro de la organización fue el de secretario general. Con la bandera morada fue diputado y luego senador por la capital y presidente del Senado. También fue aspirante a la presidencia por la organización.

Cuando el PLD se dividió en el 2019 se mantuvo del lado de Danilo Medina, mientras que su esposa Ingrid Mendoza luego pasó a apoyar a Leonel Fernández, que se había formado la Fuerza del Pueblo (FP).

En 2020, Pared Pérez informó que fue diagnosticado con cáncer de esófago y se marchó a Estados Unidos para su tratamiento.

El congreso de este año en el que el partido realiza su votaciones y remodela sus normas lleva el nombre de Pared Pérez.

Su viuda lo recuerda

Ingrid Mendoza, excandidata a la Vicepresidencia por la Fuerza del Pueblo, usó su red social X para, como de costumbre, resaltar las bondades de Pared Pérez en el cumpleaños de su muerte.

“Tres años sin ti, y parecen tres siglos. Tres años sin escuchar tu voz, sin sentir tu mano junto a la mía recorriendo la vida, compartiendo cada momento y rincón de ella. Tu ausencia pesa en cada esquina de la casa y de mi corazón. La cama sigue siendo tan grande como el profundo silencio que me envuelve. Tu silla vacía parece acompañarme, y a veces me sorprendo hablándote, como si estuvieras junto al café de la mañana. Tus cosas siguen allí, en los lugares donde solías dejarlas: tu billetera, el último libro que leías y la esfera antiestrés que te regalé”, escribió Mendoza.